El Banco Mundial aseguró que las privatizadas deben asumir el costo de la devaluación

El Banco Mundial consideró que el riesgo de devaluación en los contratos de privatización en los servicios públicos no debe ser asumido por los gobiernos ni por los consumidores, sino por las empresas concesionarias.

25 julio, 2003

Así se desprende de un documento elaborado por dos expertos de
ese organismo multilateral, Tinothy Irwin y Philip Gray, quienes
incluyeron numerosas referencias al enfrentamiento que mantienen
el Gobierno argentino y las privatizadas en torno al ajuste en las
tarifas de los servicios que prestan esas compañías.

“Muchos contratos fueron estructurados de forma tal que los
contribuyentes o los clientes soportaban el riesgo cambiario.
Durante las crisis, el resultado ha sido traumático: los gobiernos
rompen los contratos, perjudicando su acceso a los mercados de
capitales, o los clientes deben soportar fuertes subas de tarifas,
erosionando el apoyo a las privatizaciones”, se señaló en el
documento, citado hoy por un matutino porteño.

Para los especialistas del Banco Mundial, los inversionistas no
deberían sorprenderse por las devaluaciones, ya que en los últimos
25 años, las monedas de los países subdesarrollados perdieron en
promedio un 72 por ciento de su valor respecto al dólar.

“La inversión privada sostenible en infraestructura depende de
encarar este riesgo (devaluatorio) correctamente”, se indicó en el
informe.

Irwin y Gray resaltaron también que “el beneficio aparente de
asignar el riesgo cambiario al Gobierno es, a menudo, ilusorio”,
por lo cual el sector público “generalmente no debe tomar el
riesgo cambiario de un proyecto”.
Por su parte, los consumidores “no tienen ninguna influencia”
sobre los contratos” y tampoco pueden controlar si los
inversionistas se endeudan para financiarse, según el Banco
Mundial.

Así se desprende de un documento elaborado por dos expertos de
ese organismo multilateral, Tinothy Irwin y Philip Gray, quienes
incluyeron numerosas referencias al enfrentamiento que mantienen
el Gobierno argentino y las privatizadas en torno al ajuste en las
tarifas de los servicios que prestan esas compañías.

“Muchos contratos fueron estructurados de forma tal que los
contribuyentes o los clientes soportaban el riesgo cambiario.
Durante las crisis, el resultado ha sido traumático: los gobiernos
rompen los contratos, perjudicando su acceso a los mercados de
capitales, o los clientes deben soportar fuertes subas de tarifas,
erosionando el apoyo a las privatizaciones”, se señaló en el
documento, citado hoy por un matutino porteño.

Para los especialistas del Banco Mundial, los inversionistas no
deberían sorprenderse por las devaluaciones, ya que en los últimos
25 años, las monedas de los países subdesarrollados perdieron en
promedio un 72 por ciento de su valor respecto al dólar.

“La inversión privada sostenible en infraestructura depende de
encarar este riesgo (devaluatorio) correctamente”, se indicó en el
informe.

Irwin y Gray resaltaron también que “el beneficio aparente de
asignar el riesgo cambiario al Gobierno es, a menudo, ilusorio”,
por lo cual el sector público “generalmente no debe tomar el
riesgo cambiario de un proyecto”.
Por su parte, los consumidores “no tienen ninguna influencia”
sobre los contratos” y tampoco pueden controlar si los
inversionistas se endeudan para financiarse, según el Banco
Mundial.

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