El adiós a los estudiantes ahogados
La tragedia de Bariloche. Cuatro de los cinco jóvenes fueron velados ayer en la misma escuela de La Matanza, ante una multitud. Para el juez está todo claro.
25 octubre, 1999
Los cuerpos de los cuatro estudiantes secundarios y del coordinador que murieron ahogados el sábado en el lago Perito Moreno fueron trasladados ayer por la tarde a Buenos Aires, a bordo de un Fokker de la Fuerza Aérea. Cuatro de los cinco chicos que fallecieron estaban en el 5º año de la Escuela de Educación Media N° 7 de La Matanza, “República de Portugal”. El quinto trabajaba como coordinador de El Rápido Argentino, la empresa de turismo que organizó el viaje de egresados. Los cuerpos de cuatro jóvenes eran velados anoche en la escuela, ante una multitud que cortó la calle Almeira. La Justicia de Bariloche ya abrió un expediente para establecer cuáles fueron las causas de la muerte de los jóvenes. Pero el juez que investiga lo que pasó parece tener todo claro: que en medio de una broma, los chicos fueron tirándose sucesivamente a un lago de aguas heladas, profundas y repletas de remolinos. Y que en esas condiciones ni siquiera pudieron nadar.
(Clarín, Página/12)
Los cuerpos de los cuatro estudiantes secundarios y del coordinador que murieron ahogados el sábado en el lago Perito Moreno fueron trasladados ayer por la tarde a Buenos Aires, a bordo de un Fokker de la Fuerza Aérea. Cuatro de los cinco chicos que fallecieron estaban en el 5º año de la Escuela de Educación Media N° 7 de La Matanza, “República de Portugal”. El quinto trabajaba como coordinador de El Rápido Argentino, la empresa de turismo que organizó el viaje de egresados. Los cuerpos de cuatro jóvenes eran velados anoche en la escuela, ante una multitud que cortó la calle Almeira. La Justicia de Bariloche ya abrió un expediente para establecer cuáles fueron las causas de la muerte de los jóvenes. Pero el juez que investiga lo que pasó parece tener todo claro: que en medio de una broma, los chicos fueron tirándose sucesivamente a un lago de aguas heladas, profundas y repletas de remolinos. Y que en esas condiciones ni siquiera pudieron nadar.
(Clarín, Página/12)