Egipto será sede de cumbre por la paz

Los esfuerzos diplomáticos lograron llevar a israelíes y palestinos a intentar resolver las diferencias por vías pacíficas. La Unión Europea no pidió participar. Rusia molesta por haber sido excluida.

14 octubre, 2000

(EFE).- Los frenéticos esfuerzos internacionales para acabar con la violencia en los territorios palestinos han obtenido sus primeros frutos con el anuncio de la celebración de una cumbre el próximo lunes en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.

El presidente de la Autoridad nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, el primer ministro israelí, Ehud Barak, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, tienen previsto asistir a dicha reunión, según informó la agencia oficial de noticias egipcia Mena.

La reunión se celebrará gracias a los intensos esfuerzos de la comunidad internacional, que ha enviado a la región a destacados representantes para intentar mitigar la tensión que se vive en la zona desde hace más de dos semanas.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, ha sido uno de los diplomáticos más activos, y quien ha logrado que finalmente tanto Arafat como Barak acepten acudir a Sharm el Sheij “sin requerimientos previos”.

Barak había condicionado el encuentro al hecho de que Arafat pusiera “fin a la violencia”, que se desató en los territorios palestinos el pasado 28 de septiembre, tras la visita del líder derechista israelí, Ariel Sharon, a la disputada Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental.

Annan viajó hoy (sábado 14) a Egipto, a donde también ha llegado Arafat, para discutir con Mubarak los preparativos del encuentro.

A lo largo de la semana pasada, el presidente Mubarak ya invitó a Arafat y Barak a reunirse en presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, en Sharm el Sheij, sugerencia que fue desestimada por el primer ministro israelí.

Barak y Arafat viajaron a París a principios de octubre, donde se entrevistaron por separado con Albright y el presidente francés, Jacques Chirac, pocos días después del inicio de los enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

Los disturbios, que ya se han cobrado la vida de más de 130 personas, la mayoría de ellas palestinas, surgieron tras la visita del líder derechista israelí, Ariel Sharon, a la disputada Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental.

El encuentro del próximo lunes será el segundo que mantengan Barak y Arafat en la localidad de Sharm el Sheij, donde ya se reunieron en septiembre del año pasado en presencia de Mubarak, Albrigh y Abdalá II.

Durante aquella cumbre, palestinos e israelíes firmaron una serie de acuerdos sobre los principales puntos en discordia, incluido el estatus futuro de Jerusalén y la retirada de las tropas de Israel de los territorios autónomos palestinos, pactos que en la práctica no han sido aplicados.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, mostró hoy su esperanza de que la cumbre “sirva para volver a poner en marcha el proceso de paz”.

En una conferencia de prensa celebrada al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) que se celebró en Biarritz, Blair dijo que “estamos muy satisfechos por que se haya conseguido la celebración de la cumbre para que vuelva a la mente de todos lo que es más importante: que el proceso de paz se reanuda”.

Paralelamente, el presidente francés y de turno de la UE, Jacques Chirac, negó que la Unión o ninguno de sus miembros haya pedido participar en la cumbre.

Interrogado sobre la afirmación del presidente egipcio, Hosni Mubarak, de que España y Francia, además de Rusia y la Unión Europea, han pedido estar representados a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, Chirac contestó: “desmiento rotundamente esa información tal y como ha aparecido”.

“No ha habido petición de participar ni de la UE, ni de ninguno de sus miembros”, insistió Chirac, quien recalcó que tan solo se comunicó la disponibilidad de la Unión a través del representante de política exterior común, Javier Solana.

Chirac recordó que los Quince han adoptado “una posición colectiva que ha consistido en deplorar la escalada de la violencia, y en desear la reanudación del diálogo”, para luego continuar las negociaciones de paz en el punto donde se habían quedado en la cumbre de Camp David.

Por otra parte, Rusia dejó ver hoy sus recelos ante la cumbre, de la cual quedó excluida, y un influyente político próximo al Kremlin amenazó con la posibilidad de que Rusia abandone el proceso de paz en Medio Oriente.

El presidente del comité parlamentario de Asuntos Internacionales, Dmitri Rogózin, dijo que Rusia “tendrá el derecho de quitarse la responsabilidad de copatrocinador (junto a Estados Unidos) del proceso de paz” iniciado en 1991 en Madrid, “en caso de que la cumbre sea un fracaso”.

Rogózin, que últimamente actúa en el papel de portavoz del Kremlin en los principales asuntos internacionales, consideró “inoportuna” la participación rusa en la cumbre y, sin embargo, acusó a Estados Unidos de “desbancar a Rusia del proceso pacificador”.

Según el diputado ruso, la cumbre está siendo “precipitada” por Estados Unidos con objetivos electorales propios, en vistas de las próximos comicios presidenciales para la Casa Blanca.

“Fueron precisamente los esfuerzos (de Estados Unidos) por acelerar este proceso lo que desató la violencia en la región”, afirmó Rogózin.

Añadió que todo esto crea un “gran riesgo de un fracaso de la cumbre”, mientras que “embajadores de países árabes” en Moscú piden a Rusia ocupar una “posición firme” e insistir en la urgente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la crisis.

Como otra variante de acción en caso de que la cumbre fracase, Rogózin dijo que el Kremlin puede exigir que se amplíe el número de países u organizaciones internacionales encargados de copatrocinar el proceso de paz, y citó en particular a la Unión Europea.

(EFE).- Los frenéticos esfuerzos internacionales para acabar con la violencia en los territorios palestinos han obtenido sus primeros frutos con el anuncio de la celebración de una cumbre el próximo lunes en la localidad egipcia de Sharm el Sheij.

El presidente de la Autoridad nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, el primer ministro israelí, Ehud Barak, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, tienen previsto asistir a dicha reunión, según informó la agencia oficial de noticias egipcia Mena.

La reunión se celebrará gracias a los intensos esfuerzos de la comunidad internacional, que ha enviado a la región a destacados representantes para intentar mitigar la tensión que se vive en la zona desde hace más de dos semanas.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, ha sido uno de los diplomáticos más activos, y quien ha logrado que finalmente tanto Arafat como Barak acepten acudir a Sharm el Sheij “sin requerimientos previos”.

Barak había condicionado el encuentro al hecho de que Arafat pusiera “fin a la violencia”, que se desató en los territorios palestinos el pasado 28 de septiembre, tras la visita del líder derechista israelí, Ariel Sharon, a la disputada Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental.

Annan viajó hoy (sábado 14) a Egipto, a donde también ha llegado Arafat, para discutir con Mubarak los preparativos del encuentro.

A lo largo de la semana pasada, el presidente Mubarak ya invitó a Arafat y Barak a reunirse en presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, en Sharm el Sheij, sugerencia que fue desestimada por el primer ministro israelí.

Barak y Arafat viajaron a París a principios de octubre, donde se entrevistaron por separado con Albright y el presidente francés, Jacques Chirac, pocos días después del inicio de los enfrentamientos entre palestinos e israelíes.

Los disturbios, que ya se han cobrado la vida de más de 130 personas, la mayoría de ellas palestinas, surgieron tras la visita del líder derechista israelí, Ariel Sharon, a la disputada Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén oriental.

El encuentro del próximo lunes será el segundo que mantengan Barak y Arafat en la localidad de Sharm el Sheij, donde ya se reunieron en septiembre del año pasado en presencia de Mubarak, Albrigh y Abdalá II.

Durante aquella cumbre, palestinos e israelíes firmaron una serie de acuerdos sobre los principales puntos en discordia, incluido el estatus futuro de Jerusalén y la retirada de las tropas de Israel de los territorios autónomos palestinos, pactos que en la práctica no han sido aplicados.

Por su parte, el primer ministro británico, Tony Blair, mostró hoy su esperanza de que la cumbre “sirva para volver a poner en marcha el proceso de paz”.

En una conferencia de prensa celebrada al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) que se celebró en Biarritz, Blair dijo que “estamos muy satisfechos por que se haya conseguido la celebración de la cumbre para que vuelva a la mente de todos lo que es más importante: que el proceso de paz se reanuda”.

Paralelamente, el presidente francés y de turno de la UE, Jacques Chirac, negó que la Unión o ninguno de sus miembros haya pedido participar en la cumbre.

Interrogado sobre la afirmación del presidente egipcio, Hosni Mubarak, de que España y Francia, además de Rusia y la Unión Europea, han pedido estar representados a nivel de ministros de Asuntos Exteriores, Chirac contestó: “desmiento rotundamente esa información tal y como ha aparecido”.

“No ha habido petición de participar ni de la UE, ni de ninguno de sus miembros”, insistió Chirac, quien recalcó que tan solo se comunicó la disponibilidad de la Unión a través del representante de política exterior común, Javier Solana.

Chirac recordó que los Quince han adoptado “una posición colectiva que ha consistido en deplorar la escalada de la violencia, y en desear la reanudación del diálogo”, para luego continuar las negociaciones de paz en el punto donde se habían quedado en la cumbre de Camp David.

Por otra parte, Rusia dejó ver hoy sus recelos ante la cumbre, de la cual quedó excluida, y un influyente político próximo al Kremlin amenazó con la posibilidad de que Rusia abandone el proceso de paz en Medio Oriente.

El presidente del comité parlamentario de Asuntos Internacionales, Dmitri Rogózin, dijo que Rusia “tendrá el derecho de quitarse la responsabilidad de copatrocinador (junto a Estados Unidos) del proceso de paz” iniciado en 1991 en Madrid, “en caso de que la cumbre sea un fracaso”.

Rogózin, que últimamente actúa en el papel de portavoz del Kremlin en los principales asuntos internacionales, consideró “inoportuna” la participación rusa en la cumbre y, sin embargo, acusó a Estados Unidos de “desbancar a Rusia del proceso pacificador”.

Según el diputado ruso, la cumbre está siendo “precipitada” por Estados Unidos con objetivos electorales propios, en vistas de las próximos comicios presidenciales para la Casa Blanca.

“Fueron precisamente los esfuerzos (de Estados Unidos) por acelerar este proceso lo que desató la violencia en la región”, afirmó Rogózin.

Añadió que todo esto crea un “gran riesgo de un fracaso de la cumbre”, mientras que “embajadores de países árabes” en Moscú piden a Rusia ocupar una “posición firme” e insistir en la urgente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar la crisis.

Como otra variante de acción en caso de que la cumbre fracase, Rogózin dijo que el Kremlin puede exigir que se amplíe el número de países u organizaciones internacionales encargados de copatrocinar el proceso de paz, y citó en particular a la Unión Europea.

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