EEUU: aumentó 0,2% el índice de precios al consumidor en julio

Según informó el Departamento de Trabajo, la suba estuvo encabezada por los costos más altos de la gasolina y los servicios como la educación y la asistencia médica.

15 agosto, 2003

Entre julio de 2002 y julio de 2003 el IPC ha aumentado un 1,5 por ciento, el menor aumento desde 1966.

Desde mayo el presidente de la Reserva Federal (emisor), Alan Greenspan, ha advertido que la economía de Estados Unidos corría un riesgo de deflación -una caída general de los precios-, si seguía por un período prolongado con un ritmo muy bajo de inflación.

Para evitar una deflación la Reserva Federal ha aflojado su política monetaria al punto que los intereses se encuentran ahora en su nivel más bajo desde 1958, como medida para estimular el gasto de los consumidores.
La mayoría de los economistas esperaba un aumento del 0,2 por ciento del IPC en julio.

Casi el 60 por ciento de este índice lo componen los precios que los consumidores pagan por servicios, desde las consultas médicas a las entrada para el cine y o los boletos de avión.

Los precios de la energía, que representan aproximadamente el 7 por ciento del IPC, subieron un 0,4 por ciento en julio después de un aumento del 0,8 por ciento el mes anterior.
Los precios de la gasolina aumentaron en julio un 1,2 por ciento, en tanto que los del gas natural bajaron un 0,6 por ciento.

Los precios de los automóviles nuevos bajaron un 0,1 por ciento en julio después de una disminución del 0,2 por ciento en junio. En los 12 meses hasta julio los precios de los automóviles nuevos en Estados Unidos han bajado un 1,4 por ciento.

Los precios de la vivienda subieron en julio un 0,2 por ciento, después de un aumento del 0,1 por ciento en junio.
Los de los alimentos -que representan casi el 20 por ciento del índice- aumentaron en julio un 0,1 por ciento, después de un salto del 0,4 por ciento el mes anterior.

Fuente: EFE

Entre julio de 2002 y julio de 2003 el IPC ha aumentado un 1,5 por ciento, el menor aumento desde 1966.

Desde mayo el presidente de la Reserva Federal (emisor), Alan Greenspan, ha advertido que la economía de Estados Unidos corría un riesgo de deflación -una caída general de los precios-, si seguía por un período prolongado con un ritmo muy bajo de inflación.

Para evitar una deflación la Reserva Federal ha aflojado su política monetaria al punto que los intereses se encuentran ahora en su nivel más bajo desde 1958, como medida para estimular el gasto de los consumidores.
La mayoría de los economistas esperaba un aumento del 0,2 por ciento del IPC en julio.

Casi el 60 por ciento de este índice lo componen los precios que los consumidores pagan por servicios, desde las consultas médicas a las entrada para el cine y o los boletos de avión.

Los precios de la energía, que representan aproximadamente el 7 por ciento del IPC, subieron un 0,4 por ciento en julio después de un aumento del 0,8 por ciento el mes anterior.
Los precios de la gasolina aumentaron en julio un 1,2 por ciento, en tanto que los del gas natural bajaron un 0,6 por ciento.

Los precios de los automóviles nuevos bajaron un 0,1 por ciento en julio después de una disminución del 0,2 por ciento en junio. En los 12 meses hasta julio los precios de los automóviles nuevos en Estados Unidos han bajado un 1,4 por ciento.

Los precios de la vivienda subieron en julio un 0,2 por ciento, después de un aumento del 0,1 por ciento en junio.
Los de los alimentos -que representan casi el 20 por ciento del índice- aumentaron en julio un 0,1 por ciento, después de un salto del 0,4 por ciento el mes anterior.

Fuente: EFE

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