EE.UU.: una inesperada desaceleración del crecimiento
Desilusionó la expansión económica norteamericana durante el lapso octubre-diciembre de 2005. De paso, dejó en el aire a una batería de pronósticos y diagnósticos color de rosa: el ritmo cayó de 4,1% anual en el III trimestre a apenas 1,1%.
El público gastó menos, mucho menos, la burbuja inmobiliaria perdió impulso y el sector privado retrajo inversiones directas. Así señala el departamento federal de Comercio. Se trata del trimestre más flojo desde el cuarto de 2002 (0,2%), en materia de producto bruto interno.
Nadie esperaba estos números, ni de lejos. Días atrás, analistas, gurúes y medios barajaban entre 2,8 –cifra favorita en Wall Street- y 3,1% de proyección anualizada. Más de un columnista, a ambos lados del Atlántico, se animaba a pronostocar 3,3%.
Por supuesto, la noticia sacudió al mercado bursátil, pero lo puso contra maniobras para diluir el impacto. Ya había ocurrido el jueves tras las elecciones palestinas. No obstante, se sintió en la plaza de bonos, donde los precios subieron apostando a un próximo desplazamiento de acciones a títulos de renta fija.
El gasto de los consumidores, que aporta 66,7% al PBI, se frenó en 1,1% anual, extraordinariamente bajo el 2,9% del III trimestre. Es la cifra más exigua desde el 1% registrado en el II trimestre de 2001. Además, la compra de bienes durables –automotores, entre ellos- cedió 17,5%; el mayor mangen desde el 23,2% en el primer trimestre de 1987.
El público gastó menos, mucho menos, la burbuja inmobiliaria perdió impulso y el sector privado retrajo inversiones directas. Así señala el departamento federal de Comercio. Se trata del trimestre más flojo desde el cuarto de 2002 (0,2%), en materia de producto bruto interno.
Nadie esperaba estos números, ni de lejos. Días atrás, analistas, gurúes y medios barajaban entre 2,8 –cifra favorita en Wall Street- y 3,1% de proyección anualizada. Más de un columnista, a ambos lados del Atlántico, se animaba a pronostocar 3,3%.
Por supuesto, la noticia sacudió al mercado bursátil, pero lo puso contra maniobras para diluir el impacto. Ya había ocurrido el jueves tras las elecciones palestinas. No obstante, se sintió en la plaza de bonos, donde los precios subieron apostando a un próximo desplazamiento de acciones a títulos de renta fija.
El gasto de los consumidores, que aporta 66,7% al PBI, se frenó en 1,1% anual, extraordinariamente bajo el 2,9% del III trimestre. Es la cifra más exigua desde el 1% registrado en el II trimestre de 2001. Además, la compra de bienes durables –automotores, entre ellos- cedió 17,5%; el mayor mangen desde el 23,2% en el primer trimestre de 1987.
