EE.UU.: otra vez, cifras económicas desilusionantes

El producto bruto interno (PBI) mostró durante el IV trimestre de 2004 un ritmo anual decepcionante: apenas 3,1%. No ocurría desde principios de 2003. En tanto, repunta la inflación y el déficit comercial marca récord tras récord.

31 enero, 2005

Según un informe oficial difundido este fin de semana, el ritmo anualizado del PBI cedió de 4 a 3,1% entre el tercero y cuarto trimestre. Reajustes mediante, es el mínimo desde el 1,9% anotado en enero-marzo de 2003. No obstante, el cálculo preliminar para todo el año pasado presume que el PBI ganó 4,4% , máximo desde el 4,5% de 1999.

Al respecto, algunos analistas privados no se forjan ilusiones, aunque empleen un lenguaje optimista. Por ejemplo, pronostican apenas 3,5% de avance en el PBI durante todo 2005, pero sostienen que “representa el buen potencial de la economía estadounidense a largo plazo”. Lo cierto, sin embargo, es que la administración de George W.Bush no ha podido volver al crecimiento registrado bajo William Clinton ni a su índice de desempleo (4,2% en 1999 contra 5,4% actualmente y un máximo de 6,2% en 2001).

Por supuesto, durante la pálida edición 2005 del Foro Económico Mundial en Davos, John Snow –secretario de Hacienda- también esgrimió esos números para dar un mensaje optimista. Pero incluyó un curioso comentario, ante una sala casi vacía: “El informe sobre PBI subraya la solidez de la demanda interna y la necesidad de que nuestros socios comerciales adopten políticas que aceleren el crecimiento”.

En otras palabras, Asia oriental debe seguir financiando los déficit combinados de EE.UU. comprándole más bonos y China ha de revaluar el yüan. La exposición del funcionario adelantaba su postura en la inminente reunión con bancos centrales del Grupo de los Siete (más los de China y la Eurozona).

Según un informe oficial difundido este fin de semana, el ritmo anualizado del PBI cedió de 4 a 3,1% entre el tercero y cuarto trimestre. Reajustes mediante, es el mínimo desde el 1,9% anotado en enero-marzo de 2003. No obstante, el cálculo preliminar para todo el año pasado presume que el PBI ganó 4,4% , máximo desde el 4,5% de 1999.

Al respecto, algunos analistas privados no se forjan ilusiones, aunque empleen un lenguaje optimista. Por ejemplo, pronostican apenas 3,5% de avance en el PBI durante todo 2005, pero sostienen que “representa el buen potencial de la economía estadounidense a largo plazo”. Lo cierto, sin embargo, es que la administración de George W.Bush no ha podido volver al crecimiento registrado bajo William Clinton ni a su índice de desempleo (4,2% en 1999 contra 5,4% actualmente y un máximo de 6,2% en 2001).

Por supuesto, durante la pálida edición 2005 del Foro Económico Mundial en Davos, John Snow –secretario de Hacienda- también esgrimió esos números para dar un mensaje optimista. Pero incluyó un curioso comentario, ante una sala casi vacía: “El informe sobre PBI subraya la solidez de la demanda interna y la necesidad de que nuestros socios comerciales adopten políticas que aceleren el crecimiento”.

En otras palabras, Asia oriental debe seguir financiando los déficit combinados de EE.UU. comprándole más bonos y China ha de revaluar el yüan. La exposición del funcionario adelantaba su postura en la inminente reunión con bancos centrales del Grupo de los Siete (más los de China y la Eurozona).

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