EE.UU.: más síntomas de que la economía pierde impulso

El producto bruto interno, en efecto, creció apenas 1,6% anual en el tercer trimestre. Es el menor ritmo en más de tres años y queda lejos deo lo estimado por varios analistas. Causas: retroceso en bienes raíces y déficit comercial.

29 octubre, 2006

Según proyecciones iniciales del departamento federal de Comercio, el PBI subió a razón de 1,6% anual en julio-septiembre, una cifra aun inferior al pálido 2,6% del segundo trimestre. Esta señal puede minar la tozudez del Sistema de Reserva Federal, cuyos técnicoa insisten en imaginar riesgos de inflación y, por ende, se resisten a bajar la tasa básica, hoy en 5,25% anual.

El informe quebró la “burbuja electoral” en Wall Street, donde los principales paneles cedieron entre 0,6 y 1,2%. Pero el segundio síntoma resulta más claro: la construcción de viviendas cayó por el mayor margen en quince años, en tanto la preferencia del público por bienes importados ya había producido otro déficit comercial récord, en septiembre.

Ni siquiera la ficción estadística favortita del SRF, la inflación subyacente (precios minoristas exceptuando alimentos, energía y combustibles), acompaña la tendencia dominante en el comité de polìtica monetaria. Los valores de hidrocarburos vienen acentuando el descenso desde principios del mes pasado. Ergo, Benjamin Bernanke se queda sin argumentos.

“El emisor debiera sentirse satisfecho y puede decir –aunque no sea cierto- que sus esfuerzos han frenado la inflación”, opina National City Corporation, Cleveland. “Si bien no alcanza aún los niveles que pretende el SRF, las cosas marchan en dirección correcta y un exceso de celo, por parte de Bernanke, podría generar una onda recesiva”. Como ya es habitual, los gurúes de la agencia Bloomberg’s volvieron a errar: en promedio, esperaban que el PBI subiese 2% anual.

Según proyecciones iniciales del departamento federal de Comercio, el PBI subió a razón de 1,6% anual en julio-septiembre, una cifra aun inferior al pálido 2,6% del segundo trimestre. Esta señal puede minar la tozudez del Sistema de Reserva Federal, cuyos técnicoa insisten en imaginar riesgos de inflación y, por ende, se resisten a bajar la tasa básica, hoy en 5,25% anual.

El informe quebró la “burbuja electoral” en Wall Street, donde los principales paneles cedieron entre 0,6 y 1,2%. Pero el segundio síntoma resulta más claro: la construcción de viviendas cayó por el mayor margen en quince años, en tanto la preferencia del público por bienes importados ya había producido otro déficit comercial récord, en septiembre.

Ni siquiera la ficción estadística favortita del SRF, la inflación subyacente (precios minoristas exceptuando alimentos, energía y combustibles), acompaña la tendencia dominante en el comité de polìtica monetaria. Los valores de hidrocarburos vienen acentuando el descenso desde principios del mes pasado. Ergo, Benjamin Bernanke se queda sin argumentos.

“El emisor debiera sentirse satisfecho y puede decir –aunque no sea cierto- que sus esfuerzos han frenado la inflación”, opina National City Corporation, Cleveland. “Si bien no alcanza aún los niveles que pretende el SRF, las cosas marchan en dirección correcta y un exceso de celo, por parte de Bernanke, podría generar una onda recesiva”. Como ya es habitual, los gurúes de la agencia Bloomberg’s volvieron a errar: en promedio, esperaban que el PBI subiese 2% anual.

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