EE.UU. espera el recuento de votos

Un segundo recuento de los votos, que se efectuará hoy en Florida, puede determinar al ganador de la presidencia, aunque la incógnita duraría hasta mañana.

8 noviembre, 2000

(EFE).- La elección del próximo presidente de Estados Unidos depende de un segundo recuento de los votos que se hará hoy en Florida, un estado donde están en disputa no más de 2.000 votos.

La incógnita puede durar hasta mañana, jueves, en un lento procedimiento que se está complicando por unas impugnaciones a unas papeletas confusas en West Palm Beach.

Los 25 votos electorales de Florida podrán darle al candidato presidencial demócrata Al Gore o al republicano George W. Bush los necesarios para superar los 270 indispensables para conquistar la Casa Blanca.

Actualmente, el vicepresidente tiene 260 votos electorales y el gobernador de Texas 246, con una diferencia en el voto popular de 49 a 48%, respectivamente.

En Florida, Bush tiene una ventaja sobre su rival de exactamente 1.785 votos y si esa diferencia se confirma, más la apertura de unos cuantos miles de los llamados “votos ausentes, enviados por correo, el candidato republicano podría llevarse la presidencia, aunque pierda, a nivel nacional, el voto popular.

“Bush win it” (“Bush la gana”) es el titular a toda plana y en mayúsculas que sacó esta madrugada el diario The Miami Herald, cuando la mayoría de las cadenas de televisión se apresuraron a anunciar que el republicano había ganado las elecciones al llevarse finalmente Florida.

Las cadenas tuvieron que retractarse después, como lo habían hecho horas antes, cuando a pocos minutos de cerrarse las urnas en Florida habían dado como ganador del estado a Gore.

“The Miami Herald” paró las rotativas, como muchos otros diarios en una madrugada desconcertante y sin precedentes en Estados Unidos, para cambiar por otro titular que indica que todo está en el aire.

Y puede seguir la incógnita hasta mañana hasta que se escruten todos los votos enviados por correo, que ahora adquieren una importancia decisiva.

Bob Butterworth, fiscal estatal de Florida y demócrata de afiliación, ordenó el recuento e indicó que se hará con total transparencia.

Para los dos candidatos, Florida no resultó ser lo que esperaban y los planes que se habían hecho se desmoronaron.

Jeb Bush, gobernador del estado y hermano menor del candidato republicano, no pudo servirle en bandeja una victoria amplia y rotunda. El clan familiar quería vengar la derrota que sufrió el presidente George Bush en 1992 a manos de Bill Clinton y de Al Gore.

No obstante, el voto republicano se hizo sentir fuerte en el noroeste del estado y en el suroeste, la zona costera al Golfo de México y entre los jubilados, una comunidad que tradicionalmente vota por los demócratas.

Gore parece no haber impresionado mucho a los de la tercera edad con sus planes de la seguridad social y mayor asistencia médica.

Gore logró ampliamente el voto del sureste del estado, especialmente el de las mujeres (10% de ventaja) y, el de la raza negra, por nueve a uno.

Lo sorprendente del voto afroamericano, que generalmente vota por los demócratas en Florida, fue su alta participación, 6% más que en las elecciones de 1996.

Como se esperaba, la comunidad de cubanos-americanos dio un “voto de castigo” a Gore por la manera como la Administración del presidente Clinton manejó el caso del niño náufrago cubano Elián González.

Se cree que más de 80% de estos votantes lo hicieron por Bush.

En una entrevista con Radio Unica de Miami, Clinton se preguntó por qué tenían que castigar a Gore por lo que su administración había hecho en el caso Elián: “Además, Gore estaba en contra de lo que hicimos y quería que el niño se quedara en el país”.

En su reelección en 1996, Clinton logró 40% del voto de los cubanos-americanos y se llevó por poca diferencia el estado.

Esa luna de miel con los demócratas duró poco y se ahondaron las diferencias cuando el niño fue sacado a la fuerza de la casa de sus parientes en Miami y entregado a su padre, quien se lo llevó de regreso a Cuba.

Además, el exilio cubano piensa que Bush en la Casa Blanca será un aliado mas confiable en su lucha contra el régimen castrista, tendrá una mano mas dura contra Cuba y mantendrá el embargo económico contra la isla.

(EFE).- La elección del próximo presidente de Estados Unidos depende de un segundo recuento de los votos que se hará hoy en Florida, un estado donde están en disputa no más de 2.000 votos.

La incógnita puede durar hasta mañana, jueves, en un lento procedimiento que se está complicando por unas impugnaciones a unas papeletas confusas en West Palm Beach.

Los 25 votos electorales de Florida podrán darle al candidato presidencial demócrata Al Gore o al republicano George W. Bush los necesarios para superar los 270 indispensables para conquistar la Casa Blanca.

Actualmente, el vicepresidente tiene 260 votos electorales y el gobernador de Texas 246, con una diferencia en el voto popular de 49 a 48%, respectivamente.

En Florida, Bush tiene una ventaja sobre su rival de exactamente 1.785 votos y si esa diferencia se confirma, más la apertura de unos cuantos miles de los llamados “votos ausentes, enviados por correo, el candidato republicano podría llevarse la presidencia, aunque pierda, a nivel nacional, el voto popular.

“Bush win it” (“Bush la gana”) es el titular a toda plana y en mayúsculas que sacó esta madrugada el diario The Miami Herald, cuando la mayoría de las cadenas de televisión se apresuraron a anunciar que el republicano había ganado las elecciones al llevarse finalmente Florida.

Las cadenas tuvieron que retractarse después, como lo habían hecho horas antes, cuando a pocos minutos de cerrarse las urnas en Florida habían dado como ganador del estado a Gore.

“The Miami Herald” paró las rotativas, como muchos otros diarios en una madrugada desconcertante y sin precedentes en Estados Unidos, para cambiar por otro titular que indica que todo está en el aire.

Y puede seguir la incógnita hasta mañana hasta que se escruten todos los votos enviados por correo, que ahora adquieren una importancia decisiva.

Bob Butterworth, fiscal estatal de Florida y demócrata de afiliación, ordenó el recuento e indicó que se hará con total transparencia.

Para los dos candidatos, Florida no resultó ser lo que esperaban y los planes que se habían hecho se desmoronaron.

Jeb Bush, gobernador del estado y hermano menor del candidato republicano, no pudo servirle en bandeja una victoria amplia y rotunda. El clan familiar quería vengar la derrota que sufrió el presidente George Bush en 1992 a manos de Bill Clinton y de Al Gore.

No obstante, el voto republicano se hizo sentir fuerte en el noroeste del estado y en el suroeste, la zona costera al Golfo de México y entre los jubilados, una comunidad que tradicionalmente vota por los demócratas.

Gore parece no haber impresionado mucho a los de la tercera edad con sus planes de la seguridad social y mayor asistencia médica.

Gore logró ampliamente el voto del sureste del estado, especialmente el de las mujeres (10% de ventaja) y, el de la raza negra, por nueve a uno.

Lo sorprendente del voto afroamericano, que generalmente vota por los demócratas en Florida, fue su alta participación, 6% más que en las elecciones de 1996.

Como se esperaba, la comunidad de cubanos-americanos dio un “voto de castigo” a Gore por la manera como la Administración del presidente Clinton manejó el caso del niño náufrago cubano Elián González.

Se cree que más de 80% de estos votantes lo hicieron por Bush.

En una entrevista con Radio Unica de Miami, Clinton se preguntó por qué tenían que castigar a Gore por lo que su administración había hecho en el caso Elián: “Además, Gore estaba en contra de lo que hicimos y quería que el niño se quedara en el país”.

En su reelección en 1996, Clinton logró 40% del voto de los cubanos-americanos y se llevó por poca diferencia el estado.

Esa luna de miel con los demócratas duró poco y se ahondaron las diferencias cuando el niño fue sacado a la fuerza de la casa de sus parientes en Miami y entregado a su padre, quien se lo llevó de regreso a Cuba.

Además, el exilio cubano piensa que Bush en la Casa Blanca será un aliado mas confiable en su lucha contra el régimen castrista, tendrá una mano mas dura contra Cuba y mantendrá el embargo económico contra la isla.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades