EE.UU.: a US$ 7,88 billones, la deuda se acerca al techo

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La secretaria de Hacienda adelantó que el endeudamiento federal sumará US$ 7,88 billones a fin de septiembre. Es decir, se acerca nuevamente al techo autorizado por el Congreso, significa casi 7% del PBI y trabará la emisión de deuda.

Las bancadas opositoras se lanzan contra la gestión fiscal de George W. Bush. Especialmente, sus “regalos” tributarios a sectores de altos ingresos, rentistas bursátiles y grandes empresas. Con la tercera rebaja impositiva (US$ 135.000 millones), impuesta por la mayoría republicana en la cámara alta, los beneficios para 2011-12 suman ya casi US$ 2,45 billones.

Lo malo de tocar el límite legal es que, mientras no se vote su aumento (a nueve billones, se dice en Wall Street), el reglamento no prevé suspender privilegios tributarios. Al revés, se restringirán partidas dedicadas a medicamentos, seguridad social, jubilaciones públicas en escala federal, estadual y comunal. Por supuesto, esto no atraerá votos al oficialismo, pero los estrategas de la campaña 2006 esperan que el asunto se haya diluido para mediados del año próximo.

Tampoco le será posible a la Tesorería –desde mediados de noviembre- emitir deuda nueva. Esto es, letras y bonos para financiar el impetuoso déficit fiscal, los gastos en Irak y la administración pública federal. Se explica, pues, que John Snow (secretario del ramo) prepare una solicitud al Congreso para elevar el tope durante octubre.

El pedido de Snow “será una vergüenza. El gobierno volverá a admitir que la política fiscal es un fracaso y afecta a los norteamericanos. Salvo a los beneficiados por la imprudente generosidad tributaria”. Así hablaba Nancy Pelosi, jefa de la minoría demócrata en representantes.

Poco antes de conocerse la inminente “saturación del endeudamiento”, Hacienda revelaba que el déficit primario del ejercicio 2005 –a punto de cerrar- puede sumar más de US$ 500.000 millones. Es la mayor brecha nominal de la historia y representará 4,2% del PBI.

Las bancadas opositoras se lanzan contra la gestión fiscal de George W. Bush. Especialmente, sus “regalos” tributarios a sectores de altos ingresos, rentistas bursátiles y grandes empresas. Con la tercera rebaja impositiva (US$ 135.000 millones), impuesta por la mayoría republicana en la cámara alta, los beneficios para 2011-12 suman ya casi US$ 2,45 billones.

Lo malo de tocar el límite legal es que, mientras no se vote su aumento (a nueve billones, se dice en Wall Street), el reglamento no prevé suspender privilegios tributarios. Al revés, se restringirán partidas dedicadas a medicamentos, seguridad social, jubilaciones públicas en escala federal, estadual y comunal. Por supuesto, esto no atraerá votos al oficialismo, pero los estrategas de la campaña 2006 esperan que el asunto se haya diluido para mediados del año próximo.

Tampoco le será posible a la Tesorería –desde mediados de noviembre- emitir deuda nueva. Esto es, letras y bonos para financiar el impetuoso déficit fiscal, los gastos en Irak y la administración pública federal. Se explica, pues, que John Snow (secretario del ramo) prepare una solicitud al Congreso para elevar el tope durante octubre.

El pedido de Snow “será una vergüenza. El gobierno volverá a admitir que la política fiscal es un fracaso y afecta a los norteamericanos. Salvo a los beneficiados por la imprudente generosidad tributaria”. Así hablaba Nancy Pelosi, jefa de la minoría demócrata en representantes.

Poco antes de conocerse la inminente “saturación del endeudamiento”, Hacienda revelaba que el déficit primario del ejercicio 2005 –a punto de cerrar- puede sumar más de US$ 500.000 millones. Es la mayor brecha nominal de la historia y representará 4,2% del PBI.

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