Economistas desestiman un importante repunte económico

Se muestran contrarios a las perspectivas optimistas de Domingo Cavallo y sostienen que será necesario un nuevo paquete de medidas complementarias.

4 diciembre, 2000

El diario La Nación realizó una ronda de consultas con algunos de los principales referentes de la economía en el país.

Todos coincidieron en que la Argentina puede retomar la senda del crecimiento económico, pero el repunte agresivo no habrá de producirse durante el próximo año, tal como sostuvo públicamente el ex ministro Domingo Cavallo.

“No se pone en discusión la posibilidad de un fuerte crecimiento, pero no puede garantizarse si será en el 2001 o en 2010”, resumió Guillermo Mondino, director del Leral, instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea.

Para Mondino, el crecimiento está atado a la implementación de un programa de reformas adicionales, como una mayor transparencia en el marco regulatorio de los servicios públicos y una modificación integral del sistema tributario actual.

También consideró como condición necesaria “una mayor apertura de la economía, potenciando el Mercosur y estableciendo acuerdos bilaterales con otros países”.

Las proyecciones de Cavallo, para el año próximo, que prevén un crecimiento de entre 7% y 10%, no fueron bien recibidos por los integrantes de la cartera de Hacienda.

Según habrían afirmado algunos funcionarios de ese ministerio al diario La Nación, los dichos del ex ministro son intento por acceder a una posición de relevancia en un futuro recambio ministerial.

Una alta fuente de Hacienda dijo que lo que busca Cavallo es “autopublicidad. Si supiéramos que tiene una fórmula para crecer tanto como dice, le dejaríamos el ministerio, ya”, afirmó el interlocutor.

En la misma dirección se manifestó el titular del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina, Carlos Rodríguez: “Cavallo dice lo que dice porque busca implantarse en la percepción de la gente como el salvador para la elección presidencial del 2003”, acusó.

Según Rodríguez, “no puede hablarse de crecimiento sostenido con una economía cerrada, un mercado interno inexistente, alto nivel de deuda y una inversión colapsada desde hace dos años. La Argentina –concluyó– está más cerca del estallido que del crecimiento sostenido”.

Martín Redrado, titular de la Fundación Capital, también enfrío las perspectivas del actual diputado de Acción por la República, al sostener que sólo puede preverse para el 2001 un crecimiento económico del orden de 1,5%, “que será imperceptible, ya que es el equivalente al aumento de nuestra población”.

Redrado y sus analistas creen que pesarán con mayor fuerza algunos aspectos negativos como el relajamiento que podría producir la alteración de la ley de solvencia fiscal.

Consideran que la convertibilidad no correrá ningún riesgo, pero subrayan que un sistema de cambio fijo es inconsistente con una política fiscal expansiva”.

También Manuel Solanet, relativizó el optimismo de Cavallo, al declarar que “tendría que haber un vuelco fenomenal en la confianza y una señal muy contundente hacia los inversores y las calificadoras de riesgo, antes de que se produzca un crecimiento de tal magnitud.

Solanet consideró que el presidente Fernando de la Rúa debe asumir un papel político más activo para reducir estrictamente el gasto público y asegurar la solvencia.

“Hacen falta nuevas medidas, porque será difícil crecer a la luz de lo que ha ocurrido con el presupuesto y la modificación de la ley de solvencia fiscal”, concluyó.

El diario La Nación realizó una ronda de consultas con algunos de los principales referentes de la economía en el país.

Todos coincidieron en que la Argentina puede retomar la senda del crecimiento económico, pero el repunte agresivo no habrá de producirse durante el próximo año, tal como sostuvo públicamente el ex ministro Domingo Cavallo.

“No se pone en discusión la posibilidad de un fuerte crecimiento, pero no puede garantizarse si será en el 2001 o en 2010”, resumió Guillermo Mondino, director del Leral, instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea.

Para Mondino, el crecimiento está atado a la implementación de un programa de reformas adicionales, como una mayor transparencia en el marco regulatorio de los servicios públicos y una modificación integral del sistema tributario actual.

También consideró como condición necesaria “una mayor apertura de la economía, potenciando el Mercosur y estableciendo acuerdos bilaterales con otros países”.

Las proyecciones de Cavallo, para el año próximo, que prevén un crecimiento de entre 7% y 10%, no fueron bien recibidos por los integrantes de la cartera de Hacienda.

Según habrían afirmado algunos funcionarios de ese ministerio al diario La Nación, los dichos del ex ministro son intento por acceder a una posición de relevancia en un futuro recambio ministerial.

Una alta fuente de Hacienda dijo que lo que busca Cavallo es “autopublicidad. Si supiéramos que tiene una fórmula para crecer tanto como dice, le dejaríamos el ministerio, ya”, afirmó el interlocutor.

En la misma dirección se manifestó el titular del Centro de Estudios Macroeconómicos de la Argentina, Carlos Rodríguez: “Cavallo dice lo que dice porque busca implantarse en la percepción de la gente como el salvador para la elección presidencial del 2003”, acusó.

Según Rodríguez, “no puede hablarse de crecimiento sostenido con una economía cerrada, un mercado interno inexistente, alto nivel de deuda y una inversión colapsada desde hace dos años. La Argentina –concluyó– está más cerca del estallido que del crecimiento sostenido”.

Martín Redrado, titular de la Fundación Capital, también enfrío las perspectivas del actual diputado de Acción por la República, al sostener que sólo puede preverse para el 2001 un crecimiento económico del orden de 1,5%, “que será imperceptible, ya que es el equivalente al aumento de nuestra población”.

Redrado y sus analistas creen que pesarán con mayor fuerza algunos aspectos negativos como el relajamiento que podría producir la alteración de la ley de solvencia fiscal.

Consideran que la convertibilidad no correrá ningún riesgo, pero subrayan que un sistema de cambio fijo es inconsistente con una política fiscal expansiva”.

También Manuel Solanet, relativizó el optimismo de Cavallo, al declarar que “tendría que haber un vuelco fenomenal en la confianza y una señal muy contundente hacia los inversores y las calificadoras de riesgo, antes de que se produzca un crecimiento de tal magnitud.

Solanet consideró que el presidente Fernando de la Rúa debe asumir un papel político más activo para reducir estrictamente el gasto público y asegurar la solvencia.

“Hacen falta nuevas medidas, porque será difícil crecer a la luz de lo que ha ocurrido con el presupuesto y la modificación de la ley de solvencia fiscal”, concluyó.

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