Así lo aseguraron fuentes partidarias, que incluso indicaron que Duhalde comentó, en charlas telefónicas con diversos dirigentes del PJ provincial, que una figura como la de la primera dama le sería útil a su idea de iniciar una “renovación” en la estructura partidaria.
El concepto que el ex presidente trató de hacer entender a los
´coroneles´ del PJ bonaerense es que “es muy difícil” que la
primera dama pueda ser candidata a gobernadora en el 2007, puesto
que a su criterio al presidente Néstor Kirchner “le va a ir muy
bien” y ese año “va a obtener la reelección”.
“La idea es que si eso pasa es muy difícil que la sociedad
consienta que los Kirchner dominen la Presidencia y la provincia
de Buenos Aires al mismo tiempo”, comentaron cerca de Duhalde.
De todos modos, en el PJ de Buenos Aires no todos piensan de la
misma manera y por la cabeza de varios de los principales
dirigente del duhaldismo ya habría pasado la idea de imponer a
´Chiche´ Duhalde en la presidencia del justicialismo bonaerense el
año que viene, cuando se renovarán las autoridades partidarias.
La intención de varios mandatarios municipales y legisladores duhaldistas sería emitir así un “gesto político” que le ponga límites a la expansión planeada por el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, que -sospechan- podría incluir no sólo a la primera dama sino también a otras figuras clave del poder central.
Había sido el propio Duhalde quien barajó
la alternativa de designar a su mujer en la jefatura del PJ de
Buenos Aires tras una reunión en la que el gobernador Felipe Solá
le pidió -infructuosamente- apoyo para llegar a ese alto cargo
partidario.
Pero luego, Duhalde dejó de lado la
postulación de su mujer y el Congreso del PJ bonaerense
prorrogó el mandato del intendente de Lanús, Manuel Quindimil, en
el máximo sillón del justicialismo provincial.
Por su lado, el subsecretario general de la Presidencia, Carlos
Kunkel, quien primero sugirió la posible incursión de Cristina
Kirchner en Buenos Aires, se tomó unos días de vacaciones y
regresará la primer semana de enero para comenzar a preparar el
lanzamiento del kirchnerismo a nivel nacional.
El denominado Frente para la Victoria del
Pueblo Argentino ya tiene fecha: será el 11 de marzo del año
próximo y contará con la presencia del presidente Kirchner, de
quien Kunkel es un antiguo compañero de militancia desde las
épocas en las que compartieron estudios en La Plata.
En este escenario, y pese a que para la mayoría de los
argentinos es todavía muy aventurado pensar en lo que puede
suceder en 2005 -cuando habrá elecciones legislativas- y menos
aún en 2007, el PJ ya empezó a mover sus fichas y la provincia
de Buenos Aires será clave en esa partida de poder.
La incipiente movida del kirchnerismo planteó el
escenario de un posible duelo entre Cristina Kirchner y ´Chiche´
Duhalde, quien ya le abrió la puerta a una eventual postulación
para gobernadora en 2007.
En medio del kirchnerismo y el duhaldismo, como casi siempre en
los últimos tiempos, quedó el gobernador Solá, quien en una nueva
muestra del fino equilibrio que debe hacer, salió a pedir que no
se anticipen las disputas electorales, pero aclaró que no le cayó
mal el posible desembarco de la primera dama.
Así lo aseguraron fuentes partidarias, que incluso indicaron que Duhalde comentó, en charlas telefónicas con diversos dirigentes del PJ provincial, que una figura como la de la primera dama le sería útil a su idea de iniciar una “renovación” en la estructura partidaria.
El concepto que el ex presidente trató de hacer entender a los
´coroneles´ del PJ bonaerense es que “es muy difícil” que la
primera dama pueda ser candidata a gobernadora en el 2007, puesto
que a su criterio al presidente Néstor Kirchner “le va a ir muy
bien” y ese año “va a obtener la reelección”.
“La idea es que si eso pasa es muy difícil que la sociedad
consienta que los Kirchner dominen la Presidencia y la provincia
de Buenos Aires al mismo tiempo”, comentaron cerca de Duhalde.
De todos modos, en el PJ de Buenos Aires no todos piensan de la
misma manera y por la cabeza de varios de los principales
dirigente del duhaldismo ya habría pasado la idea de imponer a
´Chiche´ Duhalde en la presidencia del justicialismo bonaerense el
año que viene, cuando se renovarán las autoridades partidarias.
La intención de varios mandatarios municipales y legisladores duhaldistas sería emitir así un “gesto político” que le ponga límites a la expansión planeada por el kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, que -sospechan- podría incluir no sólo a la primera dama sino también a otras figuras clave del poder central.
Había sido el propio Duhalde quien barajó
la alternativa de designar a su mujer en la jefatura del PJ de
Buenos Aires tras una reunión en la que el gobernador Felipe Solá
le pidió -infructuosamente- apoyo para llegar a ese alto cargo
partidario.
Pero luego, Duhalde dejó de lado la
postulación de su mujer y el Congreso del PJ bonaerense
prorrogó el mandato del intendente de Lanús, Manuel Quindimil, en
el máximo sillón del justicialismo provincial.
Por su lado, el subsecretario general de la Presidencia, Carlos
Kunkel, quien primero sugirió la posible incursión de Cristina
Kirchner en Buenos Aires, se tomó unos días de vacaciones y
regresará la primer semana de enero para comenzar a preparar el
lanzamiento del kirchnerismo a nivel nacional.
El denominado Frente para la Victoria del
Pueblo Argentino ya tiene fecha: será el 11 de marzo del año
próximo y contará con la presencia del presidente Kirchner, de
quien Kunkel es un antiguo compañero de militancia desde las
épocas en las que compartieron estudios en La Plata.
En este escenario, y pese a que para la mayoría de los
argentinos es todavía muy aventurado pensar en lo que puede
suceder en 2005 -cuando habrá elecciones legislativas- y menos
aún en 2007, el PJ ya empezó a mover sus fichas y la provincia
de Buenos Aires será clave en esa partida de poder.
La incipiente movida del kirchnerismo planteó el
escenario de un posible duelo entre Cristina Kirchner y ´Chiche´
Duhalde, quien ya le abrió la puerta a una eventual postulación
para gobernadora en 2007.
En medio del kirchnerismo y el duhaldismo, como casi siempre en
los últimos tiempos, quedó el gobernador Solá, quien en una nueva
muestra del fino equilibrio que debe hacer, salió a pedir que no
se anticipen las disputas electorales, pero aclaró que no le cayó
mal el posible desembarco de la primera dama.