Dudas sobre el etanol: eleva los precios del maíz, pero su producción no es eficiente
Casualmente, el escepticismo sobre el biocombustible estrella tuvo dos manifestaciones estos días. Una se vio en la reunión sobre crisis alimentaria (FAO, Roma). Otra, en el sitio Knowledge@Wharton. Ambas, centradas en el maíz.
3 junio, 2008
<p>“Hace apenas un año, el etanol era en Estados Unidos el combustible limpio del momento y es hoy clave en la ley federal pro seguridad energética, aprobada por el congreso en diciembre”, señala el boletín de la escuela de negocios. En cuanto a la Organización de la UN para Agro y Alimentos, su énfasis incluye también oleaginosas (aceite de palma, colza, azúcar de remolacha, etc.) que confluyen en una crisis de precios, especulación y componentes geopolíticos.</p>
<p>En lo tocante a la legislación norteamericana, básicamente exige quintuplicar –de ahora a 2022- la producción de etanol a partir de maíz. En este plano, el otro exportador relevante del biocombustible, Brasil, muestra una base más diversificada en cuanto a insumos.</p>
<p>Sin embargo, según <a href="mailto:K@W">K@W</a>, “las perspectivas el etanol no parecen tan brillantes”. Al menos, vistas por ciertos críticos (algunos, vinculados al “lobby” petrolero), para quienes demanda más materia prima que la necesaria para otros combustibles alternativos. Por ende, “no evaluar correctamente costos y riesgos de esa fuente de energía –u otras- implica desconocer los complejos efectos y sus consecuencias no buscadas”.</p>
<p>Al mismo tiempo, el llamado etanol de segunda generación comienza a despertar interés, debido a nuevas tecnologías en los procesos que involucran el maíz y otros insumos. No obstante, este factor no parece muy relacionado con la “explosión de precios” que desvela a la FAO. Sea como fuere, la ley estadounidense de combustibles no convencionales es clara: de los 137.000 millones de litros fijados para 2022, ochenta millones saldrá de procesos de II generación (desechos de maíz, cortaderas).</p>
<p>A criterio de <a href="mailto:K@W">K@W</a>, empero, “la transición al etanol ha generado consecuencias indeseables. Por supuesto, una es el auge de cotizaciones mundiales, en parte causada por la demanda de maíz para producir combustible”. El fenómeno, más allá de altibajos especulativos (asociados en Roma con los vaivenes de hidrocarburos), es expuesto por el suizo Jean Ziegler, en un informe especial presentado a la cumbre de la FAO sobre alimentos (domingo).</p>
<p>El trabajo de Wharton tiene otro aspecto y remite a una revista especializada (“Science”). “El etanol de maíz tal vez genere, en treinta años, el doble de gases tipo invernadero en comparación con combustibles fósiles”. Lo mismo sostenía semanas atrás la revista “Time”, en un artículo titulado “El mito de la energía limpia”. Poco después, el “Wall Street Journal” incluía el etanol junto a los implantes de siliconas o los pesticidas entre “los mayores fraudes de la época”. Obviamente, las tres publicaciones reflejan, en grado diverso, una campaña lanzada por grandes petroleras contra los subsidios previstos por la ley para el etanol (George W.Bush ha amenazado con vetarlos).</p>
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