Dominique Strauss-Kahn y su optimismo de último momento
La mayor reforma financiera jamás encarada, salió a proclamar el director gerente del Fondo Monetario Internacional en Gyeongju, Surcorea. En realidad, es un acuerdo tentativo que se someterá a la cumbre del grupo de los 20, mediados de noviembre.
23 octubre, 2010
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<p>Más de 6% de derechos de voto se reasignará a países emergentes y la Unión Europea se desprenderá de dos asientos en la junta directiva. A esto define John Lipsky, segundo de Strauss-Kahn, como “cambio trascendente en la estructura ejecutiva de la institución”. Ministros de hacienda y presidentes de bancos centrales también se pusieron de acuerdo sobre una “red de seguridad financiera” destinada a prevenir crisis incipientes ante de que salgan de control. Esto será objeto de análisis el 19 y el 20. <br />
Reglamentariamente, el paquete íntegro deberá ser examinado por la actual junta directiva durante la primera semana de noviembre, justo cuando hay elecciones de medio mandato en Estados Unidos. <br />
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Después irá a la cumbre y, “probablemente, se precise un año para llevar a cabo las reformas”, admite el propio Strauss-Kahn. Una de las modificaciones hace a la composición del directorio y al perfil de los mayores diez accionistas. <br />
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En realidad, los cambios propuestos a la cumbre del G-20 resultan inevitables, si el FMI debe tener un papel mayor en la supervisión de las finanzas mundiales (no son lo mismo que la economía física). Pero la red de seguridad propuesta por Surcorea, por ejemplo, puede involucrar otro instrumento hoy cuestionado, Basilea 3, vale decir el Banco de Ajustes Internacionales (BAI).</p>
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