Dodd, futura clave de las relaciones con Latinoamérica
El eventual presidente del subcomité senatorial para asuntos regionales, el demócrata Christopher Dodd, le restará a la Casa Blanca influencia al sur del río Bravo. Desde California, el republicano Arnold Schwarzenegger hará algo parecido.
Dodd ha sido un de los dirigentes más activos en cuestiones latinoamericanas durante veinticinco años. Apoyó el plan de paz para Centroamérica en los 80, es crítico constante del embargo a Cuba (“facilita junto con Guantánamo la permanencia de los Castro en el poder”, sostiene) y rechaza loa tratado de libre comercio –son “en extremo asimétricos”, opina- con aquella, Chile o la República Dominicana. Tampoco cree en las “soluciones” aplicadas a Colombia.
Luego de ser designado en enero a cargo del subcomité, según algunos observadores, empezara a trabajar en otro proyecto: su candidatura presidencial en 2008. Schwarzenegger –un hombre que crece entre los conservadores moderados de su partido- no podrá competir, porque nació en Austria.
En esencia, la futura labor en el comité y las ambiciones ulteriores de Dodd tienen una plataforma en común, opuesta las vallas en la frontera mejicana, la política inmigratoria en general, el embargo a Cuba y la acción en Colombia contra el narcotráfico, que “acumula un fracaso tras otro y favorece a los paramilitares”.
Al margen de divergencias, el senador cree que podrá operar bien con otro moderado, el subsecretario del ramo Thomas Shannon. Volviendo a Méjico y su borrascoso momento político, Dodd sostiene que Washington se limita a mirar sin hacer nada por Felipe Calderón. En cuanto a Hugo Chávez y líderes sudamericanos afines, “necesitamos buscar acuerdos con ellos, pues han sido elegidos democráticamente, algo que no ocurre con varios aliados en África y Levante”.
En particular, destaca la extraña pasividad del gobierno respecto de Bolivia, que contrasta con “el activismo en la triple frontera Brasil-Argentina-Paraguay”. Con Colombia virtualmente balcanizada desde siempre, ignorar señales separatistas en Bolivia puede ser peligroso.
Dodd ha sido un de los dirigentes más activos en cuestiones latinoamericanas durante veinticinco años. Apoyó el plan de paz para Centroamérica en los 80, es crítico constante del embargo a Cuba (“facilita junto con Guantánamo la permanencia de los Castro en el poder”, sostiene) y rechaza loa tratado de libre comercio –son “en extremo asimétricos”, opina- con aquella, Chile o la República Dominicana. Tampoco cree en las “soluciones” aplicadas a Colombia.
Luego de ser designado en enero a cargo del subcomité, según algunos observadores, empezara a trabajar en otro proyecto: su candidatura presidencial en 2008. Schwarzenegger –un hombre que crece entre los conservadores moderados de su partido- no podrá competir, porque nació en Austria.
En esencia, la futura labor en el comité y las ambiciones ulteriores de Dodd tienen una plataforma en común, opuesta las vallas en la frontera mejicana, la política inmigratoria en general, el embargo a Cuba y la acción en Colombia contra el narcotráfico, que “acumula un fracaso tras otro y favorece a los paramilitares”.
Al margen de divergencias, el senador cree que podrá operar bien con otro moderado, el subsecretario del ramo Thomas Shannon. Volviendo a Méjico y su borrascoso momento político, Dodd sostiene que Washington se limita a mirar sin hacer nada por Felipe Calderón. En cuanto a Hugo Chávez y líderes sudamericanos afines, “necesitamos buscar acuerdos con ellos, pues han sido elegidos democráticamente, algo que no ocurre con varios aliados en África y Levante”.
En particular, destaca la extraña pasividad del gobierno respecto de Bolivia, que contrasta con “el activismo en la triple frontera Brasil-Argentina-Paraguay”. Con Colombia virtualmente balcanizada desde siempre, ignorar señales separatistas en Bolivia puede ser peligroso.
