Dilema libio, visto por China, Rusia y Alemania
Ghaddafi esta a punto de recobrar el país real (Tripolitania, Cirenaica) ante las vacilaciones o la impotencia de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, etc. Ya lo preveían hace semanas Rusia y China, miembros del consejo de seguridad, y Alemania.
17 marzo, 2011
<p>Moscú, Beijing y Berlín no creían que Washington tuviese ideas claras, pese al espectacular despliegue de la sexta flota y su aparato militar. En realidad, el paraguas aéreo, el bloqueo naval y la ayuda directa a los revolucionarios fueron amagues, algo así como correr al coronel con la vaina.</p>
<p>No funcionó. Este jueves, Muammar Ghaddafi y su hijo Se’if al-Islam planean cómo copar Benghazi y Tobruk. Las señales del otro lado, por ejemplo el Pentágono, desmentían los gestos bélicos y trasuntaban otra verdad: los generales no querían zambullirse en otra guerra civil, tras el mal papel desempeñado en Irak (2003/8) y Afganistán-Pakistán (un pantano sin salida cierta).</p>
<p>Timorato como siempre, Robert Gates, secretario de defensa heredado de George W.Bush –un primer error de Barack Obama-, sostuvo ante el Congreso que tender una zona aérea de exclusión comportaba destruir instalaciones libias. Vale decir, un acto de guerra. Pero el mismo funcionario viajó luego a Saudiarabia y Bahrein, donde se limitó a aconsejar prudencia en la ocupación del emirato y la represión a la mayoría shií. Como si la quinta flota, virtualmente bloqueada en Manama por la presencia iraní, influyese más que la sexta.</p>
<p>En un contexto tan contradictorio, las posturas de Beijing y Moscú responden a la particular naturaleza de esas sociedades. Rusia es un complicado mosaico de etnias, idiomas y religiones, donde el Cáucaso norte basta y sobra para poner en segundo plano la crisis libia. En lo tocante a China, su flanco occidental incluye activos grupos disidentes en Tibet (ahí ni siquiera pesa el mensaje de un santón radicado en Occidente) y Xingjiang. Como en Yünnan –lejano sur-, se trata de grupos musulmanes subsistentes desde el siglo XI.</p>
<p>Por ende, ambos países trabarán vía veto cualquier iniciativa aliada contra Libia. En cuanto a Alemania, su posición refleja, entre otros factores, las de Turquía –una aliada estratégica- y las repúblicas musulmanas de habla turcomana en Asia central. Inclusive Adzerbaiyán. <br />
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