Día clave en el transporte

La industria comienza a tener problemas por el paro. Liniers y los puertos están vacíos. Machinea recibe a los dirigentes del agro, que podrían sumarse a la medida.El eje del conflicto es el precio del gasoil.

3 octubre, 2000

En la segunda jornada de la protesta –por tiempo indeterminado– que llevan adelante los transportistas de carga ,la limitada actividad de los camiones está comenzando a provocar inconvenientes en la industria, especialmente la vinculada con el agro, y pegó de lleno en el mercado de hacienda de Liniers, en la frontera con Brasil y en los puertos.

Los organizadores festejan el éxito de la medida que –según afirman–cuenta con un acatamiento de 90%, el gobierno no quiso arriesgar una evaluación del paro y los tamberos ya anunciaron que comenzarán a tirar centenares de litros de leche que no pueden ser transportados.

Para el sector agroindustrial ya comenzaron los problemas. Varias empresas consultadas reconocieron sufrir las consecuencias de la protesta, por no poder recibir las materias primas para elaborar sus productos o por verse imposibilitadas de hacer llegar los mismos a las bocas de expendio.

Tanto en el mercado de hacienda de Liniers, como en los principales puertos, no se registraron movimientos de camiones .
Hoy, el ministro de Economía recibirá a los presidentes de las cuatro entidades del agro –CRA, Sociedad Rural Argentina, Coninagro y la Federación Agraria-–. Con excepción de la Rural, el resto de las organizaciones aseguró que si hoy no tienen respuestas del Gobierno, inmediatamente se adherirán al paro de los camioneros.

En este conflicto, los transportistas –comandados por Pedro Piermatei– han adoptado una dura posición; el precio del gasoil es el centro de esta disputa. “Pueden darnos todo lo que quieran, y de hecho el Gobierno ya ha ofrecido mucho, pero si no hablamos del gasoil el paro no se puede levantar”— fue la afirmación de Piermatei—que muestra el grado de intransigencia de los empresarios.

Otro tema que enfurece a los camioneros es la competencia del tren. Los transportistas argumentan que no pueden competir con los costos del ferrocarril –especialmente esta tema se hizo presente, en el día de ayer, en la provincia de Buenos Aires; “Aquí el problema es el ferrocarril. Después, habría que hablar del precio del gasoil y del peaje. Todo es importante, pero primero tenemos que arreglar el problema del ferrocarril”— insisten los camioneros—.Desde Azul, por ejemplo, salen cuatro convoyes diarios con carga de todo tipo. Llevan un equivalente a lo que se podría transportar en 400 camiones y, encima, más barato. ¿Cómo vamos a subsistir nosotros”, se pregunta.

En la segunda jornada de la protesta –por tiempo indeterminado– que llevan adelante los transportistas de carga ,la limitada actividad de los camiones está comenzando a provocar inconvenientes en la industria, especialmente la vinculada con el agro, y pegó de lleno en el mercado de hacienda de Liniers, en la frontera con Brasil y en los puertos.

Los organizadores festejan el éxito de la medida que –según afirman–cuenta con un acatamiento de 90%, el gobierno no quiso arriesgar una evaluación del paro y los tamberos ya anunciaron que comenzarán a tirar centenares de litros de leche que no pueden ser transportados.

Para el sector agroindustrial ya comenzaron los problemas. Varias empresas consultadas reconocieron sufrir las consecuencias de la protesta, por no poder recibir las materias primas para elaborar sus productos o por verse imposibilitadas de hacer llegar los mismos a las bocas de expendio.

Tanto en el mercado de hacienda de Liniers, como en los principales puertos, no se registraron movimientos de camiones .
Hoy, el ministro de Economía recibirá a los presidentes de las cuatro entidades del agro –CRA, Sociedad Rural Argentina, Coninagro y la Federación Agraria-–. Con excepción de la Rural, el resto de las organizaciones aseguró que si hoy no tienen respuestas del Gobierno, inmediatamente se adherirán al paro de los camioneros.

En este conflicto, los transportistas –comandados por Pedro Piermatei– han adoptado una dura posición; el precio del gasoil es el centro de esta disputa. “Pueden darnos todo lo que quieran, y de hecho el Gobierno ya ha ofrecido mucho, pero si no hablamos del gasoil el paro no se puede levantar”— fue la afirmación de Piermatei—que muestra el grado de intransigencia de los empresarios.

Otro tema que enfurece a los camioneros es la competencia del tren. Los transportistas argumentan que no pueden competir con los costos del ferrocarril –especialmente esta tema se hizo presente, en el día de ayer, en la provincia de Buenos Aires; “Aquí el problema es el ferrocarril. Después, habría que hablar del precio del gasoil y del peaje. Todo es importante, pero primero tenemos que arreglar el problema del ferrocarril”— insisten los camioneros—.Desde Azul, por ejemplo, salen cuatro convoyes diarios con carga de todo tipo. Llevan un equivalente a lo que se podría transportar en 400 camiones y, encima, más barato. ¿Cómo vamos a subsistir nosotros”, se pregunta.

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