Desconfían los mercados

La crisis política provocó una incertidumbre que tuvo correlato en la city. Los bonos se desplomaron, el riesgo país llegó a su nivel más alto de este año y el Merval cayó.

18 octubre, 2000

La incertidumbre que tienen los inversores se reflejó ayer (martes 17) cuando la bolsa porteña lideró la ola de bajas que afectó a los mercados bursátiles de la región y los bonos soberanos se desplomaron aun por encima de lo que lo hicieron los títulos de otros países emergentes.

La fuerte caída acompañó las bajas registradas en los principales mercados del mundo, disparados por el retroceso que mostraron los índices en Wall Street, afectados por las expectativas sobre menores ganancias corporativas y la fortaleza que muestra el precio internacional del petróleo debido a la tensión en Medio Oriente.

El comportamiento de los bonos entregó otro dato en este sentido. Los títulos argentinos retrocedieron entre 1 y 2,25%, consolidando una tendencia que empezó a insinuarse cuando estalló la crisis de Gobierno.

La tasa de riesgo país trepó otros 38 puntos y se ubicó en su máximo valor del año. Quienes realizan la misma medición, pero en relación con la evolución del bono Par llegan a la misma conclusión. Para ese caso, el riesgo soberano trepa a 1034 puntos, un nivel que sólo tocó cuando –en medio de la campaña de 1999– Duhalde habló de aliviar la carga de la deuda externa.

“Sin duda, lideramos la caída”, evaluó Héctor Scasserra, vicepresidente de Mercado Abierto, en sintonía con la visión de los operadores del mercado. Pero desde Economía se afirmó que la crisis de precios “no tiene un componente local”.

Para el jefe de estrategia latinoamericana de Merril Lynch, Eduardo Cabrera, la Argentina debe estimular la economía alentando el consumo y la inversión, además de reducir sus impuestos para salir de la crisis.

El riesgo cambiario, que a principios de mes estaba en torno de 120 puntos, se elevó ayer a 350 puntos para las transacciones de corto plazo, pero se mantuvo en 425 puntos en los contratos pactados a un año. El comportamiento muestra que las dudas de los inversores se concentran en la salida de la actual coyuntura.

En Brasil, el dato se leyó como un posible “miniataque especulativo” contra el peso. Un operador paulista señaló que las mayores dudas sobre la Argentina están centradas en “la discusión del presupuesto para el próximo año”.

La incertidumbre que tienen los inversores se reflejó ayer (martes 17) cuando la bolsa porteña lideró la ola de bajas que afectó a los mercados bursátiles de la región y los bonos soberanos se desplomaron aun por encima de lo que lo hicieron los títulos de otros países emergentes.

La fuerte caída acompañó las bajas registradas en los principales mercados del mundo, disparados por el retroceso que mostraron los índices en Wall Street, afectados por las expectativas sobre menores ganancias corporativas y la fortaleza que muestra el precio internacional del petróleo debido a la tensión en Medio Oriente.

El comportamiento de los bonos entregó otro dato en este sentido. Los títulos argentinos retrocedieron entre 1 y 2,25%, consolidando una tendencia que empezó a insinuarse cuando estalló la crisis de Gobierno.

La tasa de riesgo país trepó otros 38 puntos y se ubicó en su máximo valor del año. Quienes realizan la misma medición, pero en relación con la evolución del bono Par llegan a la misma conclusión. Para ese caso, el riesgo soberano trepa a 1034 puntos, un nivel que sólo tocó cuando –en medio de la campaña de 1999– Duhalde habló de aliviar la carga de la deuda externa.

“Sin duda, lideramos la caída”, evaluó Héctor Scasserra, vicepresidente de Mercado Abierto, en sintonía con la visión de los operadores del mercado. Pero desde Economía se afirmó que la crisis de precios “no tiene un componente local”.

Para el jefe de estrategia latinoamericana de Merril Lynch, Eduardo Cabrera, la Argentina debe estimular la economía alentando el consumo y la inversión, además de reducir sus impuestos para salir de la crisis.

El riesgo cambiario, que a principios de mes estaba en torno de 120 puntos, se elevó ayer a 350 puntos para las transacciones de corto plazo, pero se mantuvo en 425 puntos en los contratos pactados a un año. El comportamiento muestra que las dudas de los inversores se concentran en la salida de la actual coyuntura.

En Brasil, el dato se leyó como un posible “miniataque especulativo” contra el peso. Un operador paulista señaló que las mayores dudas sobre la Argentina están centradas en “la discusión del presupuesto para el próximo año”.

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