Delich quiere restringir la educación superior
Al ministro le preocupa el crecimiento de la población estudiantil en esa universidad. Plantó la formación de un equipo de especialistas para elaborar una nueva ley de educación superior.
El ministro de Educación, Andrés Delich, anunció ayer la intención de esa cartera de limitar el ingreso a las universidades nacionales, debido al alto índice de crecimiento que se registra en la población estudiantil superior.
El ministro convocará a figuras independientes y destacadas de la vida intelectual y universitaria nacional para discutir los lineamientos de un nuevo proyecto de ley de educación superior, que elevará al Congreso para reemplazar a la sancionada en 1995.
Delich tiene la mirada puesta en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde en los últimos cuatro años la población estudiantil creció 38% y llegó a 253.000 alumnos.
Según señaló el ministro, la tarea de diseñar una nueva ley de educación superior estará a cargo de un grupo de especialistas coordinados por el ex ministro de Educación Hugo Juri.
El objetivo esta vez será planificar estrategias que permitirían, por ejemplo, establecer exámenes de ingreso para acceder a los estudios superiores, medidas que de seguro contarán con una fuerte oposición en el plano de la conducción universitaria y de los gremios estudiantiles, al menos en la UBA.
Se trata pues, de que las universidades nacionales mantengan su autonomía, la cual se vería afectada por medidas como esta.
Al respecto, la intención del ministro de Educación es consensuar una planificación que evite la superpoblación estudiantil en las carreras con más demanda en la sociedad, lo que sería compensado con, según Delich, medidas como la implementación de un mejor sistema de becas para las carreras con menor demanda.
Asimismo, Delich mantiene la propuesta de su antecesor de establecer un examen a los graduados universitarios como un mecanismo para evaluar la calidad de las instituciones de enseñanza y también promueve la formación de colegios universitarios, lo que permitiría descomprimir la matrícula estudiantil en los primeros años de las carreras, al permitir que los estudios sean cursados en institutos terciarios acreditados.
El ministro de Educación, Andrés Delich, anunció ayer la intención de esa cartera de limitar el ingreso a las universidades nacionales, debido al alto índice de crecimiento que se registra en la población estudiantil superior.
El ministro convocará a figuras independientes y destacadas de la vida intelectual y universitaria nacional para discutir los lineamientos de un nuevo proyecto de ley de educación superior, que elevará al Congreso para reemplazar a la sancionada en 1995.
Delich tiene la mirada puesta en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde en los últimos cuatro años la población estudiantil creció 38% y llegó a 253.000 alumnos.
Según señaló el ministro, la tarea de diseñar una nueva ley de educación superior estará a cargo de un grupo de especialistas coordinados por el ex ministro de Educación Hugo Juri.
El objetivo esta vez será planificar estrategias que permitirían, por ejemplo, establecer exámenes de ingreso para acceder a los estudios superiores, medidas que de seguro contarán con una fuerte oposición en el plano de la conducción universitaria y de los gremios estudiantiles, al menos en la UBA.
Se trata pues, de que las universidades nacionales mantengan su autonomía, la cual se vería afectada por medidas como esta.
Al respecto, la intención del ministro de Educación es consensuar una planificación que evite la superpoblación estudiantil en las carreras con más demanda en la sociedad, lo que sería compensado con, según Delich, medidas como la implementación de un mejor sistema de becas para las carreras con menor demanda.
Asimismo, Delich mantiene la propuesta de su antecesor de establecer un examen a los graduados universitarios como un mecanismo para evaluar la calidad de las instituciones de enseñanza y también promueve la formación de colegios universitarios, lo que permitiría descomprimir la matrícula estudiantil en los primeros años de las carreras, al permitir que los estudios sean cursados en institutos terciarios acreditados.
