De una manera u otra, el futuro en energía y combustibles implicará cambios radicales

El jefe de Gabinete no perdió el tiempo y en esta jornada de receso en el tratamiento legislativo de las retenciones, usó los superpoderes para transferir a la Oficina Nacional de Control del Comercio Agropecuario (ONCCA) $ 1.000 millones.

27 junio, 2008

<p>Si bien la justificaci&oacute;n fue que se reforz&oacute; el presupuesto de la ONCCA para mantener los subsidios al consumo interno, seg&uacute;n apareci&oacute; en el bolet&iacute;n oficial el organismo a cargo del ex interventor en la Aduana, Ricardo Echegaray, dispondr&aacute; de $ 1.000 millones extras para encaminar este superente de control en una Junta Nacional de Granos de los &acute;70, con potestad para intervenir directamente en la compra y venta de cereales. </p><p>El objetivo perseguido por el gobierno nacional apuntar&iacute;a hacia una suerte de nacionalizaci&oacute;n del comercio exterior de commodities agr&iacute;colas, que podr&iacute;a hacerse extensivo a las carnes.</p><p>El rol reservado a la ONCCA no est&aacute; en el foco del proyecto que pretende imponerse desde la quinta de Olivos, aunque figura en el complemento que estuvo amasando silenciosamente desde el a&ntilde;o pasado el presidente de la comisi&oacute;n de Agricultura, Alberto Cantero Guti&eacute;rrez, quien ven&iacute;a propugnando un Ente Nacional de Promoci&oacute;n y Control Comercial Agropecuario y Agroalimentario&quot; (Enpycaa). Finalidad: &quot;compra, venta, almacenamiento y distribuci&oacute;n de productos agropecuarios y alimentos por s&iacute; o por terceros para estabilizar precios y garantizar la seguridad alimentaria a la poblaci&oacute;n Argentina&quot;.</p><p>La posta de esta idea se retoma en la ONCCA, a fin de que el Estado se convierta en un actor activo en el comercio de granos. La intenci&oacute;n estatizante se traslucir&iacute;a en dos hitos fundamentales: uno, el esp&iacute;ritu de las retenciones m&oacute;viles en direcci&oacute;n de limitar, en el mejor de los casos, el mercado de futuros; el otro, la resoluci&oacute;n de finales de mayo del ente, que reduce de un a&ntilde;o a 45 d&iacute;as el lapso entre la presentaci&oacute;n de la declaraci&oacute;n jurada de exportaci&oacute;n y el embarque efectivo.</p><p>La &uacute;ltima medida se justific&oacute; en las especulaciones que acarrean los aumentos en las retenciones, ya que preventivamente se presentan los permisos con el arancel m&aacute;s bajo y se concretan las operaciones con el vigente.</p><p>Durante el paro agropecuario, la concreci&oacute;n de ventas mientras supuestamente no hab&iacute;a comercializaci&oacute;n, estimada en US$ 10.000 millones por el ex presidente N&eacute;stor Kirchner al denunciar a los productores de violar su propia medida de fuerza, en realidad correspondi&oacute; a contratos anteriores que se liquidaron con la antigua retenci&oacute;n, pero que se pagaron al campo a los valores actuales. La diferencia fue embolsada por los exportadores, seg&uacute;n la dirigencia rural.</p><p>&nbsp;</p>

<p><strong>Aislamiento exterior</strong></p>
<p>Ya sobre el particular hab&iacute;an advertido los presidentes del Matba (Mercado a T&eacute;rmino de Buenos Aires) y del Rofex (Mercado a T&eacute;rmino de Rosario), Ricardo Marra y Luis Ossola, respectivamente: &quot;La falta de operaciones de los mercados de futuros -originada por el esquema actual de retenciones m&oacute;viles- echa por tierra el sistema comercial granario interno, que es modelo a nivel internacional, al desincentivar las operaciones a plazo&quot;.</p>
<p>A&ntilde;ade la presentaci&oacute;n hecha a las autoridades que ese sistema &quot;incita a la venta masiva apenas se cosecha, con graves problemas de ca&iacute;da de precios por presi&oacute;n de oferta, caos en los puertos y en la log&iacute;stica por abarrotamiento debido a la movilizaci&oacute;n al mismo tiempo de millones de toneladas de granos. Eso retroceder&iacute;a d&eacute;cadas en nuestra historia granaria, que hasta hoy hab&iacute;amos superado&quot;. </p>
<p>Matba y Rofex se&ntilde;alaron a los legisladores que &quot;el esquema impuesto por la resoluci&oacute;n 125/08, no solucionado por la resoluci&oacute;n 64/08, hace imposible nuestra operatoria&quot;, dado que fija virtualmente precios m&aacute;ximos y, por ende, elimina la volatilidad, factor que es justamente el que le confiere sentido a un mercado de futuros. </p>
<p>Nunca como en estos d&iacute;as, las transacciones se realizan conforme a la oferta y la demanda, sin reparar en valores internacionales ni en escalas tentativas de retenciones. La necesidad impera tras un mes y medio de paro.</p>
<p>En la Bolsa de Cereales siguen con honda preocupaci&oacute;n esta nueva modalidad porque aisla a Argentina del comercio mundial de granos. Mientras los compradores como China, India, Rumania, Jap&oacute;n planifican a un a&ntilde;o y dar&aacute;n prioridad a ofertas que haya con esa anticipaci&oacute;n, Argentina s&oacute;lo va a poder participar en un mercado secundario de 45 d&iacute;as y por consiguiente recibir&aacute; menos precio por los cereales.</p>
<p>Ya una muestra de los efectos que ocasiona la intervenci&oacute;n estatal en el comercio de granos se tuvo con el trigo. Al cerrarse los registros de exportaci&oacute;n, hubo una sobreoferta artificial en la plaza interna que capitaliz&oacute; la industria molinera.</p>
<p>As&iacute;, las dos &uacute;ltimas cosechas se pagaron a los productores al 50 % de la cotizaci&oacute;n real, y la respuesta fue que esta ser&aacute; la campa&ntilde;a m&aacute;s floja de la historia del rubio cereal.</p>
<p>Los operadores desbaratan el argumento que sustenta la existencia de varios proyectos de ley referidos a la facultad de ONCCA a intervenir en los mercados con la siguiente explicaci&oacute;n: ning&uacute;n cereal usado como materia prima para alimentos argentinos incide m&aacute;s del 15 % en el precio final de productos puestos en la g&oacute;ndola del supermercado, tanto el trigo en el pan como el ma&iacute;z en el pollo. </p>
<p>El ejemplo m&aacute;s com&uacute;n que se escucha es que si el Estado comprase todos los granos necesarios para materia prima de alimentos y se los regalase a la industria molinera, a la industria av&iacute;cola, a la industria aceitera, etc., los consumidores comprar&iacute;an todos esos productos de &quot;la mesa de los argentinos&quot; s&oacute;lo 15% m&aacute;s baratos.</p>
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