De la Rúa sostiene el reajuste

El Presidente no duda. Sí al reajuste. Pide confianza y aumento del ingreso fiscal. Asombro por el anuncio de Posse sobre aumento a jubilados. La estrategia política de de la Rúa.

19 mayo, 2000

Los allegados al Presidente dejaron trascender que de la Rúa no tiene dudas sobre la necesidad del reajuste. Lo considera el único camino viable en estas circunstancias. Estima que es necesario despejar dos claves que funcionan como sendas incógnitas: una sólida confianza en la operatividad del gobierno y aumentar, necesariamente, el ingreso fiscal.

De ahí que en ruedas de íntimos no disimule su asombro e indignación por los anuncios de Posse y que se muestre preocupado por las invectivas de Alfonsín y Moreau. Aunque estas últimas, bien pueden contribuir a que de la Rúa, con su estilo florentino, las utilice para morigerar las presiones internacionales. Por más imperatividad que tiña esas exigencias, a nadie le conviene que a las crisis mexicana, rusa, asiática y brasileña, pudiera sumarse el “efecto mate”, con un claro reconocimiento de la Argentina de que no puede
hacer frente a sus obligaciones.

Por ahora, al menos, el primer mandatario no parece dispuesto a dar un paso atrás en la prioridad que otorga el aumento de la recaudación. Pero no permanece impasible ante la realidad social. Sabe que no puede achacarle la responsabilidad de los conflictos sociales a grupos minoritarios ideologizados, aunque también reconoce que, montados sobre las crisis concretas, nunca faltan quienes quieran aprovecharlas.

¿Cómo parece desplegarse la estrategia presidencial ante este cuadro de situación?:

1.En lo interno propone, y parece obtener los primeros resultados, convenir con los gobernadores justicialistas una política de Estado, que supere minucias de banderías políticas o intereses sectoriales, para enfrentar una problemática social que golpea a todos por igual. En la reunión mantenida al comenzar la semana con ellos revirtió la imagen que muchos tenían de él, logró principios de consenso y hasta la calificación de político seductor.

2.En lo exterior, se consolida la imagen de una fuerte alianza con su colega chileno Ricardo Lagos para operar de común acuerdo, en el ámbito del Mercosur – al que el país trasandino desea incorporarse cuando estén dadas las condiciones – y en el marco internacional. En este terreno cuenta con buen operador: el vicepresidente Carlos Alvarez.

Los allegados al Presidente dejaron trascender que de la Rúa no tiene dudas sobre la necesidad del reajuste. Lo considera el único camino viable en estas circunstancias. Estima que es necesario despejar dos claves que funcionan como sendas incógnitas: una sólida confianza en la operatividad del gobierno y aumentar, necesariamente, el ingreso fiscal.

De ahí que en ruedas de íntimos no disimule su asombro e indignación por los anuncios de Posse y que se muestre preocupado por las invectivas de Alfonsín y Moreau. Aunque estas últimas, bien pueden contribuir a que de la Rúa, con su estilo florentino, las utilice para morigerar las presiones internacionales. Por más imperatividad que tiña esas exigencias, a nadie le conviene que a las crisis mexicana, rusa, asiática y brasileña, pudiera sumarse el “efecto mate”, con un claro reconocimiento de la Argentina de que no puede
hacer frente a sus obligaciones.

Por ahora, al menos, el primer mandatario no parece dispuesto a dar un paso atrás en la prioridad que otorga el aumento de la recaudación. Pero no permanece impasible ante la realidad social. Sabe que no puede achacarle la responsabilidad de los conflictos sociales a grupos minoritarios ideologizados, aunque también reconoce que, montados sobre las crisis concretas, nunca faltan quienes quieran aprovecharlas.

¿Cómo parece desplegarse la estrategia presidencial ante este cuadro de situación?:

1.En lo interno propone, y parece obtener los primeros resultados, convenir con los gobernadores justicialistas una política de Estado, que supere minucias de banderías políticas o intereses sectoriales, para enfrentar una problemática social que golpea a todos por igual. En la reunión mantenida al comenzar la semana con ellos revirtió la imagen que muchos tenían de él, logró principios de consenso y hasta la calificación de político seductor.

2.En lo exterior, se consolida la imagen de una fuerte alianza con su colega chileno Ricardo Lagos para operar de común acuerdo, en el ámbito del Mercosur – al que el país trasandino desea incorporarse cuando estén dadas las condiciones – y en el marco internacional. En este terreno cuenta con buen operador: el vicepresidente Carlos Alvarez.

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