De la Rúa se acerca a la gente

Estrategias para fortalecer su imagen frente a los conflictos internos de la coalición oficialista y enfriar la crisis. Peligro de desgaste en la figura presidencial.

10 octubre, 2000

El presidente Fernando de la Rúa inició ayer (martes 10), en Formosa, una estrategia de acercamiento a la gente. La excusa formal fue la inauguración de un balneario municipal sobre la orilla del río Paraguay, en una ciudad que tiene un intendente aliancista y un gobernador peronista.

Un asesor presidencial que confirmó que ,de ahora en más, de la Rúa podría viajar a dos provincias por semana, de hecho, el Presidente señaló que no concurrirá regularmente a las reuniones de Gabinete porque estará visitando las distintas provincias.

Esta nueva estrategia de De la Rúa llega en el momento en que algunos sectores de la coalición gobernante apuestan a preservar la identidad de la Alianza aún a costa de enviar duros mensajes hacia la figura presidencial.

Ayer (lunes 10), la bancada del radicalismo se sumó a los reclamos del vicepresidente renunciante y reclamó la renuncia del titular de la Side, Fernando de Santibañes.

Diputados conforma el único ámbito legislativo donde la Alianza goza de mayoría. De allí la extrema importancia que tiene preservar la unidad del bloque; de otra manera, el justicialismo pasaría a contar con la mayoría en ambas cámaras.

En el Comité Capital de la UCR, diputado Jesús Rodríguez señaló –en términos inusualmente duros– “Lo que se ha expresado en estas horas es la incapacidad del Gobierno para materializar lo que la gente votó en las últimas elecciones: una coalición política que guíe los destinos de la Nación”.

El titular del radicalismo de capital, Raúl Alfonsín y el propio hermano del Presidente, Jorge de la Rúa, también se manifestaron ayer en relación a la presencia de Santibañes en el gobierno.

Mientras el cuestionado funcionario aseguró ,anoche, que no abandonará su cargo si no se lo pide el Presidente, Fernando de la Rúa varió su posición con el correr de la jornada. Pasó de confirmarlo por la mañana hasta reclamar anoche que “me dejen resolver” la situación “sin ejercer presión”.

Valdría la pena preguntarse si tantas declaraciones y opiniones vertidas sobre un tema de exclusiva atribución del Presidente, como lo es la elección de los miembros de su Gabinete, no estará provocando cierto desgaste en la figura presidencial que pueda tener consecuencias poco afortunadas a futuro.

María Valeria Ceron

El presidente Fernando de la Rúa inició ayer (martes 10), en Formosa, una estrategia de acercamiento a la gente. La excusa formal fue la inauguración de un balneario municipal sobre la orilla del río Paraguay, en una ciudad que tiene un intendente aliancista y un gobernador peronista.

Un asesor presidencial que confirmó que ,de ahora en más, de la Rúa podría viajar a dos provincias por semana, de hecho, el Presidente señaló que no concurrirá regularmente a las reuniones de Gabinete porque estará visitando las distintas provincias.

Esta nueva estrategia de De la Rúa llega en el momento en que algunos sectores de la coalición gobernante apuestan a preservar la identidad de la Alianza aún a costa de enviar duros mensajes hacia la figura presidencial.

Ayer (lunes 10), la bancada del radicalismo se sumó a los reclamos del vicepresidente renunciante y reclamó la renuncia del titular de la Side, Fernando de Santibañes.

Diputados conforma el único ámbito legislativo donde la Alianza goza de mayoría. De allí la extrema importancia que tiene preservar la unidad del bloque; de otra manera, el justicialismo pasaría a contar con la mayoría en ambas cámaras.

En el Comité Capital de la UCR, diputado Jesús Rodríguez señaló –en términos inusualmente duros– “Lo que se ha expresado en estas horas es la incapacidad del Gobierno para materializar lo que la gente votó en las últimas elecciones: una coalición política que guíe los destinos de la Nación”.

El titular del radicalismo de capital, Raúl Alfonsín y el propio hermano del Presidente, Jorge de la Rúa, también se manifestaron ayer en relación a la presencia de Santibañes en el gobierno.

Mientras el cuestionado funcionario aseguró ,anoche, que no abandonará su cargo si no se lo pide el Presidente, Fernando de la Rúa varió su posición con el correr de la jornada. Pasó de confirmarlo por la mañana hasta reclamar anoche que “me dejen resolver” la situación “sin ejercer presión”.

Valdría la pena preguntarse si tantas declaraciones y opiniones vertidas sobre un tema de exclusiva atribución del Presidente, como lo es la elección de los miembros de su Gabinete, no estará provocando cierto desgaste en la figura presidencial que pueda tener consecuencias poco afortunadas a futuro.

María Valeria Ceron

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