De la Rúa pidió disculpas

El mandatario envió un mensaje navideño al pueblo argentino. Entre varias promesas, anunció crecimiento económico, así como también “empleo y techo para los más humildes”.

23 diciembre, 2000

El presidente de la Argentina, Fernando de la Rúa, pidió, el pasado viernes (22 de diciembre) “disculpas” a sus compatriotas por los “momentos difíciles” que tuvieron que pasar durante 2000, un año con ajustes económicos y crecientes demandas sociales.

No obstante, señaló que el año ha terminado con “un gran éxito”, en alusión al blindaje financiero de US$ 39.700 millones que acaban de conceder a la Argentina los organismos internacionales de crédito y los inversionistas, tanto locales como del exterior.

En un mensaje a la población difundido con motivo de la Navidad, De la Rúa dijo que no le importó “arriesgar” su caudal político para tomar “medidas duras” durante el primer año de su gobierno, pero señaló que esa estrategia era necesaria para “salvar al Estado”.

“Yo nunca supe hacer demagogia, he sido criticado y agredido. Peleé duro y en muchos momentos me sentí solo, pero en definitiva terminamos este año con un gran éxito, el blindaje”.

“Esto es lo que estábamos haciendo mientras algunos decían que no hacíamos nada”, subrayó De la Rúa.

“El 2001 (sic.) será un gran año para todos. Ahora nos toca crecer mucho, trabajar mucho y hablar menos”, continuó.

“Entre otras palabras, el presidente prometió empleo y techo para los más humildes”.

“Yo no tomo medidas que sean pan para hoy y hambre para mañana, ya estamos hartos de eso. El mundo ha sabido ver las virtudes de un gobierno serio y de un país con futuro”.

“A veces las cosas se ven mejor a la distancia que de cerca, porque los problemas cotidianos nos agobian y enceguecen, pero yo debo ver más allá porque soy el Presidente. Y les digo que tenemos muchos motivos para celebrar”, agregó optimista.
“¿Arriesgué mi capital político para tomar las medidas más duras en el primer año?”, preguntó retórico. Y se contestó inmediatamente: “Qué importa, si a cambio he logrado protección y fuerza para la Argentina”.

Quizá descreyendo de sus propias frases, continuó diciendo que “es un éxito para mí como Presidente y para todo el pueblo, que se beneficiará porque a partir de esta extraordinaria operación económica podremos crecer espectacularmente y comenzar a generar los empleos que necesitamos”.

“En nombre de Inés y de toda mi familia, les deseamos muy felices fiestas”, finalizó.

El presidente de la Argentina, Fernando de la Rúa, pidió, el pasado viernes (22 de diciembre) “disculpas” a sus compatriotas por los “momentos difíciles” que tuvieron que pasar durante 2000, un año con ajustes económicos y crecientes demandas sociales.

No obstante, señaló que el año ha terminado con “un gran éxito”, en alusión al blindaje financiero de US$ 39.700 millones que acaban de conceder a la Argentina los organismos internacionales de crédito y los inversionistas, tanto locales como del exterior.

En un mensaje a la población difundido con motivo de la Navidad, De la Rúa dijo que no le importó “arriesgar” su caudal político para tomar “medidas duras” durante el primer año de su gobierno, pero señaló que esa estrategia era necesaria para “salvar al Estado”.

“Yo nunca supe hacer demagogia, he sido criticado y agredido. Peleé duro y en muchos momentos me sentí solo, pero en definitiva terminamos este año con un gran éxito, el blindaje”.

“Esto es lo que estábamos haciendo mientras algunos decían que no hacíamos nada”, subrayó De la Rúa.

“El 2001 (sic.) será un gran año para todos. Ahora nos toca crecer mucho, trabajar mucho y hablar menos”, continuó.

“Entre otras palabras, el presidente prometió empleo y techo para los más humildes”.

“Yo no tomo medidas que sean pan para hoy y hambre para mañana, ya estamos hartos de eso. El mundo ha sabido ver las virtudes de un gobierno serio y de un país con futuro”.

“A veces las cosas se ven mejor a la distancia que de cerca, porque los problemas cotidianos nos agobian y enceguecen, pero yo debo ver más allá porque soy el Presidente. Y les digo que tenemos muchos motivos para celebrar”, agregó optimista.
“¿Arriesgué mi capital político para tomar las medidas más duras en el primer año?”, preguntó retórico. Y se contestó inmediatamente: “Qué importa, si a cambio he logrado protección y fuerza para la Argentina”.

Quizá descreyendo de sus propias frases, continuó diciendo que “es un éxito para mí como Presidente y para todo el pueblo, que se beneficiará porque a partir de esta extraordinaria operación económica podremos crecer espectacularmente y comenzar a generar los empleos que necesitamos”.

“En nombre de Inés y de toda mi familia, les deseamos muy felices fiestas”, finalizó.

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