De la Rúa niega crisis de gabinete
Dijo que las renuncias de todos los ministros están a disposición del Presidente; satisfacción por "el rumbo" de leyes en el Senado.
El presidente Fernando de la Rúa, que está en Estados Unidos participando de la Cumbre del Milenio, dialogó con la prensa argentina y negó -–sutil y poco rotundamente– la existencia de cambios en el gabinete. El primer mandatario expresó: “De ninguna manera quiero, para ser claro, que de acá salga que cuando vuelvo a Buenos Aires hago cambios en el gabinete; no estoy anticipando ni anunciando ninguna crisis en el gabinete” pero – unos minutos después– durante la misma rueda de prensa, de la Rúa afirmó que “todos los ministros ponen su renuncia a disposición del presidente”, sin confirmar ni negar –con seguridad– las modificaciones que se producirían en el plantel de ministros, al regreso de su gira.
En las zonas cercanas al presidente, se habla de la posibilidad de montar “un relanzamiento del gobierno de la Alianza” para salir de la emboscada que los sobornos parlamentarios tendieron a la
administración delarruista; este relanzamiento implicaría varios cambios en el gabinete, comenzando por los dos funcionarios supuestamente involucrados en los sobornos del Senado (el ministro de Trabajo –Alberto Flamarique– y el jefe de la Side –Fernando de Santibañes) ; también se barajó la idea del alejamiento de Juan Llach de la cartera de Educación (que quedaría presidida por Graciela Fernández Meijide).
Parte de los colaboradores más cercanos al presidente sostienen que el escándalo del Senado indica un punto de inflexión y que hay que reaccionar con un cambio rotundo en la gestión: “Empezar de nuevo, relanzar el gobierno y tomar conciencia de la dimensión del problema”. Otros señalan que el presidente quiere esperar hasta que la crisis se decante para evitar que los remezones puedan “ensuciar” al nuevo gabinete.
El presidente Fernando de la Rúa, que está en Estados Unidos participando de la Cumbre del Milenio, dialogó con la prensa argentina y negó -–sutil y poco rotundamente– la existencia de cambios en el gabinete. El primer mandatario expresó: “De ninguna manera quiero, para ser claro, que de acá salga que cuando vuelvo a Buenos Aires hago cambios en el gabinete; no estoy anticipando ni anunciando ninguna crisis en el gabinete” pero – unos minutos después– durante la misma rueda de prensa, de la Rúa afirmó que “todos los ministros ponen su renuncia a disposición del presidente”, sin confirmar ni negar –con seguridad– las modificaciones que se producirían en el plantel de ministros, al regreso de su gira.
En las zonas cercanas al presidente, se habla de la posibilidad de montar “un relanzamiento del gobierno de la Alianza” para salir de la emboscada que los sobornos parlamentarios tendieron a la
administración delarruista; este relanzamiento implicaría varios cambios en el gabinete, comenzando por los dos funcionarios supuestamente involucrados en los sobornos del Senado (el ministro de Trabajo –Alberto Flamarique– y el jefe de la Side –Fernando de Santibañes) ; también se barajó la idea del alejamiento de Juan Llach de la cartera de Educación (que quedaría presidida por Graciela Fernández Meijide).
Parte de los colaboradores más cercanos al presidente sostienen que el escándalo del Senado indica un punto de inflexión y que hay que reaccionar con un cambio rotundo en la gestión: “Empezar de nuevo, relanzar el gobierno y tomar conciencia de la dimensión del problema”. Otros señalan que el presidente quiere esperar hasta que la crisis se decante para evitar que los remezones puedan “ensuciar” al nuevo gabinete.
