De la Rúa en Córdoba
Visitó la firma Lockheed y le respondió a Alfonsín, quien había calificado la gestión del presidente con "siete puntos".
Optimismo y cordialidad se respiraron ayer en Córdoba cuando el presidente de la Nación visitó la planta de producción aeronáutica que administra la firma estadounidense Lockheed, cuyo contrato había renovado. El convenio, con una vigencia quinquenal, prevé la incorporación de 150 trabajadores en forma directa y 1250 por medio de las empresas proveedoras. Actualmente las instalaciones son atendidas por 950 empleados.
El Estado argentino invertirá $ 230 millones, 18 más que en el anterior contrato, pero introduce la novedad de que se reactivará la construcción del Pampa, avión de entrenamiento avanzado y ataque que dejó de fabricarse en 1992, al fracasar una venta a las fuerzas armadas norteamericanas que en algún momento se utilizó como argumento para facilitar el desmantelamiento de la fábrica del cohete espacial Cóndor.
En medio de bromas cambiadas con el gobernador José Manuel De la Sota, que capitaliza buena parte del mérito de la superación de la inercia del establecimiento, de la Rúa penetró en la carlinga de un prototipo y recordó a los presentes que el embajador de los Estados Unidos, James Walsh, estudió en Córdoba y conoce nuestras costumbres.
En ese contexto, el primer mandatario se permitió ironizar respecto a algunas manifestaciones hechas a un programa de televisión por Raúl Alfonsín. Éste había calificado al gobierno con una nota de 7 puntos sobre 10, atribuyéndole cierta lentitud en al adopción de medidas en el orden social que a su juicio requieren mayor urgencia. “Yo sé que Alfonsín lo hace con toda generosidad, ponerme una nota más alta de la que él mismo tenía”—dijo—. Observó, además, que Alfonsín es considerado parte del gobierno, razón por la cual de alguna manera se autocalifica.
El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, al designar nuevo presidente, en remplazo de Alfonsín que terminaba su mandato, emitió una declaración en la que se expresa una serie de conceptos de apoyo y solidaridad a la gestión del gobierno aliancista.
Optimismo y cordialidad se respiraron ayer en Córdoba cuando el presidente de la Nación visitó la planta de producción aeronáutica que administra la firma estadounidense Lockheed, cuyo contrato había renovado. El convenio, con una vigencia quinquenal, prevé la incorporación de 150 trabajadores en forma directa y 1250 por medio de las empresas proveedoras. Actualmente las instalaciones son atendidas por 950 empleados.
El Estado argentino invertirá $ 230 millones, 18 más que en el anterior contrato, pero introduce la novedad de que se reactivará la construcción del Pampa, avión de entrenamiento avanzado y ataque que dejó de fabricarse en 1992, al fracasar una venta a las fuerzas armadas norteamericanas que en algún momento se utilizó como argumento para facilitar el desmantelamiento de la fábrica del cohete espacial Cóndor.
En medio de bromas cambiadas con el gobernador José Manuel De la Sota, que capitaliza buena parte del mérito de la superación de la inercia del establecimiento, de la Rúa penetró en la carlinga de un prototipo y recordó a los presentes que el embajador de los Estados Unidos, James Walsh, estudió en Córdoba y conoce nuestras costumbres.
En ese contexto, el primer mandatario se permitió ironizar respecto a algunas manifestaciones hechas a un programa de televisión por Raúl Alfonsín. Éste había calificado al gobierno con una nota de 7 puntos sobre 10, atribuyéndole cierta lentitud en al adopción de medidas en el orden social que a su juicio requieren mayor urgencia. “Yo sé que Alfonsín lo hace con toda generosidad, ponerme una nota más alta de la que él mismo tenía”—dijo—. Observó, además, que Alfonsín es considerado parte del gobierno, razón por la cual de alguna manera se autocalifica.
El Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, al designar nuevo presidente, en remplazo de Alfonsín que terminaba su mandato, emitió una declaración en la que se expresa una serie de conceptos de apoyo y solidaridad a la gestión del gobierno aliancista.
