De la Rúa con Menem
Un grupo de dirigentes y funcionarios del justicialismo afirman que hay encuentros entre el presidente y Carlos Menem.En un documento se comprometen a trabajar contra la "creciente inequidad social".
Un grupo de dirigentes y funcionarios de la actual gestión y de la anterior, presentaron ayer un documento para reclamar discusión sobre la derogación de la ley de reforma laboral —por las sospechas sobre su trámite pero también por su contenido “en contra de los intereses de los trabajadores”— y la “profundización y ampliación del proceso de depuración del Senado”.
El documento es el resultado de un grupo de discusión del que participan, entre otros, la ex ministra de Educación Susana Decibe, el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, y diputados, como el bonaerense Jorge Remes y el mendocino Arturo Lafalla. El grupo mantiene contactos con el gobernador santacruceño, Néstor Kirchner, y su esposa, la diputada Cristina de Kirchner, que habían impulsado un antecedente en 1998 y 1999, el Grupo Calafate.
“Creemos que el peronismo no puede guardar silencio ni verse expresado exclusivamente por quienes, por conveniencia personal o por una comprensible necesidad, eluden el debate”, dice el documento del grupo. “Es la misma indignación que tenemos al ver al jefe de Estado faltar a la verdad, desmintiendo encuentros que sospechosamente se intentan ocultar, o dejándose llevar por impulsos infantiles, en medio de una de las más graves crisis de las que se tenga memoria”, agrega, en relación con los encuentros entre Fernando de la Rúa y Carlos Menem, y con los cambios de gabinete que precipitaron la renuncia de Alvarez.
Los integrantes del grupo reafirmaron que tienen la intención de trabajar dentro del peronismo, para “promover un amplio debate que recupere los logros de nuestro gobierno, que denuncie sus errores y busque satisfacer el desafío pendiente de la elaboración de políticas capaces de revertir la concentración del poder económico y la creciente inequidad y exclusión social”.
Un grupo de dirigentes y funcionarios de la actual gestión y de la anterior, presentaron ayer un documento para reclamar discusión sobre la derogación de la ley de reforma laboral —por las sospechas sobre su trámite pero también por su contenido “en contra de los intereses de los trabajadores”— y la “profundización y ampliación del proceso de depuración del Senado”.
El documento es el resultado de un grupo de discusión del que participan, entre otros, la ex ministra de Educación Susana Decibe, el vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, y diputados, como el bonaerense Jorge Remes y el mendocino Arturo Lafalla. El grupo mantiene contactos con el gobernador santacruceño, Néstor Kirchner, y su esposa, la diputada Cristina de Kirchner, que habían impulsado un antecedente en 1998 y 1999, el Grupo Calafate.
“Creemos que el peronismo no puede guardar silencio ni verse expresado exclusivamente por quienes, por conveniencia personal o por una comprensible necesidad, eluden el debate”, dice el documento del grupo. “Es la misma indignación que tenemos al ver al jefe de Estado faltar a la verdad, desmintiendo encuentros que sospechosamente se intentan ocultar, o dejándose llevar por impulsos infantiles, en medio de una de las más graves crisis de las que se tenga memoria”, agrega, en relación con los encuentros entre Fernando de la Rúa y Carlos Menem, y con los cambios de gabinete que precipitaron la renuncia de Alvarez.
Los integrantes del grupo reafirmaron que tienen la intención de trabajar dentro del peronismo, para “promover un amplio debate que recupere los logros de nuestro gobierno, que denuncie sus errores y busque satisfacer el desafío pendiente de la elaboración de políticas capaces de revertir la concentración del poder económico y la creciente inequidad y exclusión social”.
