De la Rúa apura la reforma política

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El Presidente advirtió que convocaría a un referendum si el Congreso no agiliza el tratamiento de la ley. Lo dijo ayer, domingo, al cierre de Mercoláctea 2001. El mandatario negó haber discutido con Cavallo.

El presidente de la Argentina, Fernando De la Rúa aseguró ayer (domingo 13) por la tarde, que se reunirá con los gobernadores del país para instarlos a que coloquen como prioridad en sus agendas el tratamiento de la ley de reforma política.

Durante su exposición, De la Rúa aseguró que convocará a un referendum si el Congreso no apura el tratamiento del proyecto destinado a reducir los costos económicos del sistema político argentino.

Las declaraciones del Presidente fueron vertidas en San Francisco, Córdoba, al cierre de la exposición Mercoláctea 2001, una muestra destinada a promover y dinamizar las actividades de este sector en el Mercosur, y en el que el Gobierno aprovechó para lanzar un plan de competitividad exclusivo de la industria láctea.

Ese plan contempla la eliminación de impuestos distorsivos para mejorar las capacidades competitivas del sector.

De la Rúa, que ha optado por consensuar un gobierno de unidad teniendo en cuenta la gravedad de la crisis argentina, aseguró que los mecanismos de la política argentina están “viciados”, y plagados de “abuso de privilegios” que no hacen más que incrementar los costos de su práctica.

En virtud de esto es que el Ejecutivo diseño el proyecto de ley de reforma que, sin embargo, ha sido recibido con morosidad por los legisladores argentinos; actitud que motivó la amenaza del Presidente de encarar el tema a través de la convocatoria a un referendum.

Junto al Presidente estuvieron, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, el secretario de Agricultura, Marcelo Regúnaga, y los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann.

De la Rúa fue bien recibido en San Francisco, aunque fue mayor la simpatía dispensada por los pobladores del lugar hacia Cavallo, ya que allí fue donde nació y creció, y donde aun vive su madre.

Esa oportunidad fue aprovechada por el Presidente para aclarar que entre él y su Ministro de Economía no hubo ningún tipo de enfrentamiento, tal como se rumoreó en algunos medios ayer, domingo, y explicó que esa clase de comentarios “le hacen muy mal al país”.

El presidente de la Argentina, Fernando De la Rúa aseguró ayer (domingo 13) por la tarde, que se reunirá con los gobernadores del país para instarlos a que coloquen como prioridad en sus agendas el tratamiento de la ley de reforma política.

Durante su exposición, De la Rúa aseguró que convocará a un referendum si el Congreso no apura el tratamiento del proyecto destinado a reducir los costos económicos del sistema político argentino.

Las declaraciones del Presidente fueron vertidas en San Francisco, Córdoba, al cierre de la exposición Mercoláctea 2001, una muestra destinada a promover y dinamizar las actividades de este sector en el Mercosur, y en el que el Gobierno aprovechó para lanzar un plan de competitividad exclusivo de la industria láctea.

Ese plan contempla la eliminación de impuestos distorsivos para mejorar las capacidades competitivas del sector.

De la Rúa, que ha optado por consensuar un gobierno de unidad teniendo en cuenta la gravedad de la crisis argentina, aseguró que los mecanismos de la política argentina están “viciados”, y plagados de “abuso de privilegios” que no hacen más que incrementar los costos de su práctica.

En virtud de esto es que el Ejecutivo diseño el proyecto de ley de reforma que, sin embargo, ha sido recibido con morosidad por los legisladores argentinos; actitud que motivó la amenaza del Presidente de encarar el tema a través de la convocatoria a un referendum.

Junto al Presidente estuvieron, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, el secretario de Agricultura, Marcelo Regúnaga, y los gobernadores de Córdoba y Santa Fe, José Manuel De la Sota y Carlos Reutemann.

De la Rúa fue bien recibido en San Francisco, aunque fue mayor la simpatía dispensada por los pobladores del lugar hacia Cavallo, ya que allí fue donde nació y creció, y donde aun vive su madre.

Esa oportunidad fue aprovechada por el Presidente para aclarar que entre él y su Ministro de Economía no hubo ningún tipo de enfrentamiento, tal como se rumoreó en algunos medios ayer, domingo, y explicó que esa clase de comentarios “le hacen muy mal al país”.

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