Creció la inversión extranjera en la región

Hubo crisis y recesión en las economías emergentes, pero la compra de la petrolera argentina y de las energéticas chilenas, compensó el descenso en los demás países. Por Miguel Angel Diez*

8 febrero, 2000

A veces, lo que las estadísticas muestran no coincide con la percepción de los observadores. Una reciente investigación de la Cepal (Centro de Estudios para América latina) produjo una de estas flagrantes contradicciones. La inversión extranjera directa en América latina y el Caribe creció 12% durante 1999, para totalizar US$ 85.900 millones.

Cuando se revisan las cifras aparece pronto una explicación: en casi todos los países de la región –incluidos los dos más grandes, Brasil y México- la inversión foránea fue menor que durante el año precedente.

El aumento se advierte al revisar las cifras de Argentina y de Chile. En el caso argentino, ocurrió la transferencia de manos de la principal empresa del país, la petrolera YPF a la española Repsol. Con lo cual Argentina totalizó US$ 21.600 de ingreso de capitales extranjeros, contra US$ 6.100 millones en 1998.

En Chile, las empresas de energía Enersis y Endesa-Chile pasaron al control total de la española Endesa. Eso permitió que Chile casi duplicara el aporte foráneo: US$ 8.900 millones, contra US$ 4.638 millones en el año previo.

Brasil sigue estando a la cabeza del ingreso de flujos de capital, con US$ 31 mil millones, 3% menos que durante 1998, y absorbiendo 36% del capital extranjero llegado a la región. La cifra registra el proceso de privatizaciones brasileño que alcanzó a empresas de telecomunicaciones y de generación y distribución de electricidad. Un proceso que, según todo indica, se repetirá durante este año.

El caso brasileño es realmente significativo: desde 1994, con la llegada del plan Real el país ganó la confianza de los inversionistas que multiplicaron por siete sus aportes (en 1995, fueron de US$ 4.800 millones. Ni la devaluación ni las disputas en el Mercosur hicieron mella en esta tendencia.

México –usualmente segundo en este ranking, por lo menos en los últimos cinco años- esta vez quedó tercero con una inversión registrada de US$ 10 mil millones, 2% menos que durante 1998.

En algunas economías, el descenso se parece a una calamidad. En Colombia por ejemplo, la inversión extranjera de 1999 fue casi 10% de la 1998 (US$ 350 millones contra US$ 3.038 millones. Además de la interminable crisis política, la recesión es la mayor que se recuerda desde la crisis de los años ´30.

Venezuela vio descender el ingreso de capitales a la cuarta parte (de US$ 4.435 millones en 1998 a US$ 1.200 millones en 1999). La recesión no cede y la arquitectura política del populista presidente Hugo Chávez no ayuda a calmar la inquietud de los mercados internacionales.

En cuanto a Ecuador, donde el proceso de confusión política y económica de todo el año pasado, culminó recientemente con la deposición y reemplazo del Presidente, las inversiones cayeron a la mitad (de US$ 831 millones en 1998 a US$ 470 millones el año pasado).

El total de la región centroamericana y del Caribe, recibió US$ 5.500 millones, casi 5% menos que durante el año precedente. Por su parte los centros financieros del Caribe captaron US$ 5.000 millones (6% de la inversión total en la región).

Es interesante comprobar el avance sostenido de la inversión española. En muchos casos, es el primer o el segundo inversionista externo, superando a Estados Unidos y a otros países europeos. Es probable que este año continúe el papel destacado de los capitales españoles, vista la decisión de Telefónica Internacional de adquirir la totalidad de sus filiales latinoamericanas y los esfuerzos de Terra, el gran portal de Internet por expandirse en la región.

*Director-editor de MERCADO

A veces, lo que las estadísticas muestran no coincide con la percepción de los observadores. Una reciente investigación de la Cepal (Centro de Estudios para América latina) produjo una de estas flagrantes contradicciones. La inversión extranjera directa en América latina y el Caribe creció 12% durante 1999, para totalizar US$ 85.900 millones.

Cuando se revisan las cifras aparece pronto una explicación: en casi todos los países de la región –incluidos los dos más grandes, Brasil y México- la inversión foránea fue menor que durante el año precedente.

El aumento se advierte al revisar las cifras de Argentina y de Chile. En el caso argentino, ocurrió la transferencia de manos de la principal empresa del país, la petrolera YPF a la española Repsol. Con lo cual Argentina totalizó US$ 21.600 de ingreso de capitales extranjeros, contra US$ 6.100 millones en 1998.

En Chile, las empresas de energía Enersis y Endesa-Chile pasaron al control total de la española Endesa. Eso permitió que Chile casi duplicara el aporte foráneo: US$ 8.900 millones, contra US$ 4.638 millones en el año previo.

Brasil sigue estando a la cabeza del ingreso de flujos de capital, con US$ 31 mil millones, 3% menos que durante 1998, y absorbiendo 36% del capital extranjero llegado a la región. La cifra registra el proceso de privatizaciones brasileño que alcanzó a empresas de telecomunicaciones y de generación y distribución de electricidad. Un proceso que, según todo indica, se repetirá durante este año.

El caso brasileño es realmente significativo: desde 1994, con la llegada del plan Real el país ganó la confianza de los inversionistas que multiplicaron por siete sus aportes (en 1995, fueron de US$ 4.800 millones. Ni la devaluación ni las disputas en el Mercosur hicieron mella en esta tendencia.

México –usualmente segundo en este ranking, por lo menos en los últimos cinco años- esta vez quedó tercero con una inversión registrada de US$ 10 mil millones, 2% menos que durante 1998.

En algunas economías, el descenso se parece a una calamidad. En Colombia por ejemplo, la inversión extranjera de 1999 fue casi 10% de la 1998 (US$ 350 millones contra US$ 3.038 millones. Además de la interminable crisis política, la recesión es la mayor que se recuerda desde la crisis de los años ´30.

Venezuela vio descender el ingreso de capitales a la cuarta parte (de US$ 4.435 millones en 1998 a US$ 1.200 millones en 1999). La recesión no cede y la arquitectura política del populista presidente Hugo Chávez no ayuda a calmar la inquietud de los mercados internacionales.

En cuanto a Ecuador, donde el proceso de confusión política y económica de todo el año pasado, culminó recientemente con la deposición y reemplazo del Presidente, las inversiones cayeron a la mitad (de US$ 831 millones en 1998 a US$ 470 millones el año pasado).

El total de la región centroamericana y del Caribe, recibió US$ 5.500 millones, casi 5% menos que durante el año precedente. Por su parte los centros financieros del Caribe captaron US$ 5.000 millones (6% de la inversión total en la región).

Es interesante comprobar el avance sostenido de la inversión española. En muchos casos, es el primer o el segundo inversionista externo, superando a Estados Unidos y a otros países europeos. Es probable que este año continúe el papel destacado de los capitales españoles, vista la decisión de Telefónica Internacional de adquirir la totalidad de sus filiales latinoamericanas y los esfuerzos de Terra, el gran portal de Internet por expandirse en la región.

*Director-editor de MERCADO

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