Finalmente se confirmó que el Fondo Monetario Internacional otorgará a la Argentina un “blindaje” financiero de US$ 10.000 millones.
El paquete del que participa, también el Banco Mundial, tiene como condición que la administración del presidente Fernando de la Rúa acelere una serie de proyectos oficiales que están demorados, entre los cuales figuran la desregulación de las obras sociales, la firma de un nuevo pacto de coparticipación federal con las provincias y la sanción del presupuesto para el año próximo (ver “De la Rúa anunciará medidas económicas”).
Esta nueva ayuda financiera le otorga a la Argentina, la tranquilidad de poder recurrir a esos fondos ,en forma más o menos inmediata, si encuentra cerrados los mercados internacionales para la satisfacción de sus necesidades financieras (de alrededor de US$ 20.000 millones para 2001).
Esto implicaría reformular el acuerdo stand by vigente entre la Argentina y el FMI por US$ 7400 millones, en lo que podría ser un nuevo acuerdo de facilidades extendidas, que obliga al país a concretar una serie de reformas estructurales.
Para terminar de cerrar el acuerdo con el FMI, el secretario de Finanzas, Daniel Marx, se sumará hoy en Washington a los funcionarios del Ministerio de Economía que están allí desde el último fin de semana.
El nuevo programa implicaría las condiciones necesarias para lograr un crecimiento rápido, que aleje los temores que el mercado financiero tiene sobre un eventual default (cesación de pagos) argentino.
Una vez más, el staff del FMI considera vital que se aclaren las incertidumbres políticas; por esta razón, abrieron una línea de diálogo paralela con “un importante dirigente político argentino”, al que no identificaron, que “no está en el Gobierno, pero que en las últimas semanas exhibió en forma pública un fuerte apoyo a la gestión oficial”.
Finalmente se confirmó que el Fondo Monetario Internacional otorgará a la Argentina un “blindaje” financiero de US$ 10.000 millones.
El paquete del que participa, también el Banco Mundial, tiene como condición que la administración del presidente Fernando de la Rúa acelere una serie de proyectos oficiales que están demorados, entre los cuales figuran la desregulación de las obras sociales, la firma de un nuevo pacto de coparticipación federal con las provincias y la sanción del presupuesto para el año próximo (ver “De la Rúa anunciará medidas económicas”).
Esta nueva ayuda financiera le otorga a la Argentina, la tranquilidad de poder recurrir a esos fondos ,en forma más o menos inmediata, si encuentra cerrados los mercados internacionales para la satisfacción de sus necesidades financieras (de alrededor de US$ 20.000 millones para 2001).
Esto implicaría reformular el acuerdo stand by vigente entre la Argentina y el FMI por US$ 7400 millones, en lo que podría ser un nuevo acuerdo de facilidades extendidas, que obliga al país a concretar una serie de reformas estructurales.
Para terminar de cerrar el acuerdo con el FMI, el secretario de Finanzas, Daniel Marx, se sumará hoy en Washington a los funcionarios del Ministerio de Economía que están allí desde el último fin de semana.
El nuevo programa implicaría las condiciones necesarias para lograr un crecimiento rápido, que aleje los temores que el mercado financiero tiene sobre un eventual default (cesación de pagos) argentino.
Una vez más, el staff del FMI considera vital que se aclaren las incertidumbres políticas; por esta razón, abrieron una línea de diálogo paralela con “un importante dirigente político argentino”, al que no identificaron, que “no está en el Gobierno, pero que en las últimas semanas exhibió en forma pública un fuerte apoyo a la gestión oficial”.