Confindustria: diez expulsados por colusión con la Mafia
Hemos pasado de palabras a hechos, declaró el presidente de la confederazione nazionale dellindustria, Luca Cordero Montezemolo. La medida afectó virtualmente a casi todo el capítulo siciliano de la entidad (especie de unión iudustrial).
7 diciembre, 2007
El anuncio formal, desde Palermo, corrió a cargo de Ettore Artioli (Viale Astronomia), vicepresidente de la regional. “Se ha aplicado el código de ética de Confindustria”, señaló Montezemolo –también presidente de Fiat-, aspirante al liderazgo del centroderecha, aprovechando los problemas de Silvio Berlusconi con sus aliados neofascistas.
En una actitud ambivalente, la entidad no dará los nombre, aunque los conozca media Italia. Por cierto, algunos de los echados se hallan involucrados en causas judiciales pendientes y podrían ser expuestos públicamente por el fiscal Roberto Scarpinato. En rigor, la decisión de Confindustria no fue espontánea: respondió a exigencias del procurador.
Según Ivan LoBello, delegado de la entidad en Palermo, “desde ahora se denunciarán las extorsiones y los pagos de tributos a la Mafia”. Una costumbre, vale la pena recordar, que data del siglo XVII.
El anuncio formal, desde Palermo, corrió a cargo de Ettore Artioli (Viale Astronomia), vicepresidente de la regional. “Se ha aplicado el código de ética de Confindustria”, señaló Montezemolo –también presidente de Fiat-, aspirante al liderazgo del centroderecha, aprovechando los problemas de Silvio Berlusconi con sus aliados neofascistas.
En una actitud ambivalente, la entidad no dará los nombre, aunque los conozca media Italia. Por cierto, algunos de los echados se hallan involucrados en causas judiciales pendientes y podrían ser expuestos públicamente por el fiscal Roberto Scarpinato. En rigor, la decisión de Confindustria no fue espontánea: respondió a exigencias del procurador.
Según Ivan LoBello, delegado de la entidad en Palermo, “desde ahora se denunciarán las extorsiones y los pagos de tributos a la Mafia”. Una costumbre, vale la pena recordar, que data del siglo XVII.