El martes en un clima cordial, donde la rigidez protocolar fue dejada de lado, Fernando De la Rúa y Bill Clinton hablaron más de lo previsto en privado. Trascendió que el visitante solicitó una actitud más comprensiva de los organismos internacionales hacia los países como la Argentina. Luego, en el almuerzo realizado en el salón comedor de la Casa Blanca, Clinton sugirió que a la Argentina la ayudaría a generar empleos “una política de cielos abiertos”.
El mandatario norteamericano no logró un compromiso definitivo. De la Rúa le informó que el tema sería motivo de análisis en el Congreso , en base al acuerdo que sobre el particular había hecho el gobierno de Menem. En cambio le hizo conocer el texto del decreto de desregulación de las telecomunicaciones, reclamado por las empresas estadounidenses del sector.
Por la noche, en conferencia de prensa, Fernando de la Rúa vertió estimaciones conformadas con sus colaboradores, acerca del monto eventual de futuras inversiones en la Argentina. Las estimó globalmente en unos US$ 20 mil millones, de los cuales corresponderían US$ 5.000 millones a telecomunicaciones, US$ 3.000 a obras públicas, US$ 6.000 millones a electricidad y el resto se distribuiría entre minería, exportaciones de agroalimentos y secutirización de bancos.
El martes en un clima cordial, donde la rigidez protocolar fue dejada de lado, Fernando De la Rúa y Bill Clinton hablaron más de lo previsto en privado. Trascendió que el visitante solicitó una actitud más comprensiva de los organismos internacionales hacia los países como la Argentina. Luego, en el almuerzo realizado en el salón comedor de la Casa Blanca, Clinton sugirió que a la Argentina la ayudaría a generar empleos “una política de cielos abiertos”.
El mandatario norteamericano no logró un compromiso definitivo. De la Rúa le informó que el tema sería motivo de análisis en el Congreso , en base al acuerdo que sobre el particular había hecho el gobierno de Menem. En cambio le hizo conocer el texto del decreto de desregulación de las telecomunicaciones, reclamado por las empresas estadounidenses del sector.
Por la noche, en conferencia de prensa, Fernando de la Rúa vertió estimaciones conformadas con sus colaboradores, acerca del monto eventual de futuras inversiones en la Argentina. Las estimó globalmente en unos US$ 20 mil millones, de los cuales corresponderían US$ 5.000 millones a telecomunicaciones, US$ 3.000 a obras públicas, US$ 6.000 millones a electricidad y el resto se distribuiría entre minería, exportaciones de agroalimentos y secutirización de bancos.
