China y otros emergentes tras el crudo pesado venezolano
Dos firmas estatales, PetroChina y Petróleo de Venezuela (PdVSA) han subscripto un emprendimiento por 25 años para desarrollar el área Junín 4. Se trata de los esquistos bituminosos que caracterizan la faja del río Orinoco.
21 abril, 2010
<p>La compañía local tendrá 60% del paquete y, al terminar el acuerdo, la empresa mixta habrá extraído unos 2.900 millones de barriles. Según un comunicado, Caracas y el banco chino de Desarrollo (ChDB) también pactaron US$ 20.000 millones en créditos blandos a diez años, garantizados por ventas conjuntas de crudos.<br />
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Según Hugo Chávez, hay otro factor: inversiones chinas por unos US$ 16.000 millones para desarrollar usinas termoeléctricas e infraestructura energética. En 2009, Venezuela exportaba a China 460.000 barriles diarios. La idea es elevar ese volumen a un millón en el mediano plazo.<br />
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Para entonces, Caracas será el quinto socio comercial de Beijing, exactamente el actual puesto venezolano respecto de Estados Unidos. El año pasado, el intercambio bilateral ya sumaba US$ 7.200 millones. Pero, en lo inmediato, Chávez precisa créditos e inversiones exteriores que mejoren el pobre desempeño del sector hidrocarburos, terrestre y marítimo.<br />
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Otra acuciante necesidad venezolana hace a una economía en severos aprietos, una inflación superior en marzo a 33% anual y una crisis en el interior del partido oficialista y el propio gobierno. Nada que pueda sorprender a gente como los chinos, acostumbrado a lidiar con volátiles regímenes africanos o centroasiáticos.<br />
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Como indica la reciente licitación por la ronda Carabobo, no sólo China se interesa por la faja del Orinoco. El bloque 1 fue asignado a la estatal PdVSA (60%), Repsol (11%), Petronas (Malasia, (11%) y el grupo ONGC (11%), India Oil Corp. y Oil India (cada una con 7%). <br />
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Carabobo 2 no fue asignado a ninguna empresa, en tanto Carabobo 3 fue para PdVSA (60%), Chevron (34%) y un grupo japonés el resto.<br />
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Cada uno de los dos consorcios invertirá US$ 15.000 millones, cifra muy importante. Los bloques de Junín (chinos, rusos e italianos) elevan la suma total proyectada hasta US$ 75.000 millones. Naturalmente, será necesario construir refinerías especiales para procesar el petróleo pesado. El gobierno ha dado algunos beneficios especiales a los inversores, pero siempre basándose en la presencia hegemónica de PdVSA.<br />
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La intención oficial es duplicar la producción de tres a seis millones de barriles diarios para 2016. Entre estos nuevos yacimientos, se espera que algunos estén en funcionamiento pleno para 2013. <br />
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Muchos observadores temen que esta estimación sea demasiado optimista. Pero un factor alienta a gobierno y empresas: la recuperación de petróleo en los esquistos con hidrocarburos ha pasado de 10% a 40% gracias a avances tecnológicos.<br />
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