China deja mudos a los pesimistas

Tras una desaceleración de seis meses, la economía china da señales de estabilización: una señal para apuntalar la mejora de EE.UU., la salida europea de la recesión y la reanimación de commodities.

9 agosto, 2013





Hoy los datos de producción industrial, ventas minoristas e inflación podrían confirmar las señales de estabilización de la economía china de julio, que ha sido una noticia bienvenida por los países productores de commodities.

 

Los mercados también recibieron con entusiasmo las cifras que se conocieron después de un sondeo de empresas manufactureras publicado la semana pasada, que mostró una expansión modesta en la actividad fabril china en julio, lo cual revela una demanda global más fuerte de lo previsto por las exportaciones de China y un alza mayor en las importaciones, que sugiere una creciente demanda en la economía interna china.

 

El dólar australiano, sensible a China, registró la incidencia que ese comportamiento derrama sobre las materias primas y subió frente al dólar estadounidense, mientras los precios del cobre alcanzaron su nivel más alto en dos meses.

 

Y monedas de mercados emergentes, como el rand sudafricano, se recuperaron debido a las expectativas de una demanda que se recupera en China. Los mercados bursátiles en EE.UU. también subieron.

 

Los economistas dicen que es demasiado temprano para concluir que lo peor ha pasado para China. Sucede que otras medidas de manufactura que ponen mayor énfasis en las empresas pequeñas y medianas siguieron mostrando condiciones en deterioro en julio. La duda es si la estabilización es temporal o si irá en evolución.

 

Pero en conjunto, los últimos datos indican que el crecimiento de China podría haber tocado fondo en el segundo trimestre, elevando las expectativas de un crecimiento estable en los meses que quedan del año.

 

Eso podría ayudar a la economía de China a lograr el objetivo de crecimiento de Beijing de 7,5% para este año, después de que los economistas se preocuparan por que pudiera fallar la meta de manera vergonzosa.

 

Sorpresas

El crecimiento económico de China se había desacelerado a 7,5% en el segundo trimestre frente al año anterior comparado con 7,7% en el primer trimestre, y algunos economistas habían pronosticado que podría caer más en el segundo semestre.

 

Pero China siempre reserva sorpresas y los signos de estabilización actuales coincidieron con medidas tales como las inyecciones de fondos del banco central para aflojar las condiciones en los mercados financieros y que se hayan facilitado que los bancos otorguen créditos, lo mismo que la resistencia a aplicar el tipo de excesos de gastos que empleara para apuntalar el crecimiento tras la crisis financiera de 2008.

 

Asimismo, se brindó apoyo a las empresas pequeñas, incluyendo un recorte de impuestos diseñado para impulsar el empleo.

 

Las exportaciones superaron las expectativas, al aumentar 5,1% interanual en julio tras un declive de 3,1% en junio. Las importaciones también fueron sólidas, con un alza de 10,9% interanual comparado con una caída de 0,7% el mes anterior.

 

A diferencia de cifras anteriores este año, los datos comerciales de China no parecían haber sido inflados por las empresas que intentan ingresar fondos al país sin pasar por controles.

 

Las exportaciones a Hong Kong, el conducto principal para incrementar las ventas, tuvieron un alza interanual de sólo 2,3%. Las autoridades chinas tomaron medidas enérgicas contra los excesos de facturación este año.

 

Comercio exterior

En cambio, una demanda más sólida de EE.UU. y Europa fue un factor clave en la mejora en las exportaciones. Los envíos a EE.UU. aumentaron 5,3% interanual, mientras que a la Unión Europea, después de varios meses de contracción, repuntaron 2,8%.

 

Esto reflejó una mejora moderada en las economías de los dos mayores socios comerciales de China. En EE.UU., el crecimiento escaló a 1,7% en el segundo trimestre frente a 1,1% en el primero, medidos en tasas anualizadas.

 

Las importaciones de mineral de hierro aumentaron 27% interanual conforme la construcción de bienes raíces e infraestructura impulsó la demanda de acero.

 

China registró un superávit comercial de US$17.800 millones en julio, un descenso frente a US$27.100 millones en junio. Esa cifra menor podría restarle algo de presión a la moneda china, el yuan, que ha mostrado señales de volver a lograr aumentos frente al dólar en semanas recientes.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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