China, con un trozo de Islandia y fría recepción

No queda todavía claro por qué alguien pagaría nueve millones de dólares por un erial en el noreste de la isla ártica, llamado Grimsstadir á Fjöllum. Menos se explica que el adquirente invierta cien millones para levantar un hotel de lujo.

5 septiembre, 2011

<p>&Eacute;sa es la intenci&oacute;n del chino Huang Nubo, multimillonario, golfista, poeta y aventurero. Seg&uacute;n cifras provisorias, su objeto es comprar 300 km2. Pero las caracter&iacute;sticas del terreno son tan hostiles que mucha gente sospecha ulteriores motivos. M&aacute;xime recordando que el magnate fue alto funcionario en el departamento de propaganda del partido Comunista chino.<br />
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En otros t&eacute;rminos, esta operaci&oacute;n podr&iacute;a ser un caballo de Troya, una avanzada estrat&eacute;gica en pleno &Aacute;rtico, entre Europa septentrional, Groenlandia y Canad&aacute;. Sobre todo porque el recalentamiento oc&eacute;anico abre el mar circumpolar a la exploraci&oacute;n, la explotaci&oacute;n y el transporte de hidrocarburos. <br />
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Huang rechaza de plano tales teor&iacute;as conspirativas. Arguye que su contacto con el remoto norte comenz&oacute; cuando compart&iacute;a cuarto con un estudiante island&eacute;s en la residencia universitaria de Beijing. Su fascinaci&oacute;n con la &Uacute;ltima Tule se acentu&oacute; el a&ntilde;o pasado, al visitar el pa&iacute;s y auspiciar un festival po&eacute;tico en Reykjavik.<br />
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Sean cu&aacute;les fueren los m&oacute;viles, la operaci&oacute;n demuestra c&oacute;mo el drag&oacute;n, sus empresarios y emprendedores buscan formas de emplear en el exterior su poder financiero. Desde tierras africanas cultivables hasta cobre chileno, vinos franceses de guarda y una automotriz sueca, los chinos est&aacute;n captando recursos de toda &iacute;ndole alrededor del planeta.<br />
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<p>La tendencia marca un cambio en el modelo de crecimiento impuesto en 1978, muy dependiente de la inversión externa directa (IED). En rigor, durante los últimos años China competía con Estados Unidos como destino principal de IED.</p>
<p>Hasta el momento, los controles al capital les dificultaban a los empresarios chinos invertir en el exterior. Pero esta política comienza a aflojar. Tanto que las colocaciones directas hacia fuera pasaron de US$ 15.000 millones en 2004 a más de 220.000 millones en 2010. No obstante, Beijing todavía representa apenas 1,2% de la IED total en el mundo (igual que la pequeña Dinamarca). Si bien esto supera a economías emergentes tipo Brasil e India, es sólo un vigésimo del monto estadounidense.</p>
<p>Pero, sin duda, China se ha lanzado a una ola global de compras que podrían modificar el panorama general. Según Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, “el fenómeno puede acarrear beneficios, como por ejemplo disminuir desequilibrios en flujos de capital o internacionalizar el yüan”.</p>
<p>Sin embargo, el alboroto causado por Huang y sus proyectos destaca las sospechas sobre actividades e inversiones chinas en ultramar. En esta oportunidad, la reacción adversa de medios islandeses, escandinavos y británicos.</p>
<p>Otros no son tan quisquillosos. “Se avecinan miles de millones en fusiones, adquisiciones y colocaciones chinas en el curso de varios lustros”, afirma el Instituto Petersen de Economía Internacional (PIIE, Washington). En reciente informe, la entidad estima que, si Beijing sigue el patrón típico de las economías emergentes, “hacia 2020 habrá acumulado dos billones de dólares en IED”.</p>
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