miércoles, 11 de diciembre de 2024

China apuesta a minerales raros, casi desconocidos

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Beijing aumenta el control sobre cateo, exploración y explotación de los llamados “elementos de tierras raras”. Vale decir, minerales crecientemente valiosos. De ellos, 93 a 98% se encuentra en lugares muy remotos del gigante oriental.

<p>Disprosio, terbio y neodimio son nombres ex&oacute;ticos, pero con vasto potencial como insumos de industrias asociadas a tecnolog&iacute;as de punta. Especialmente, en la industria automotriz. No s&oacute;lo existen en China, sino tambi&eacute;n en Australia, en este caso todo un continente.<br />
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A&ntilde;os atr&aacute;s, el entonces jefe de gobierno, Deng Xiaoping, ya observaba: &ldquo;Levante tiene hidrocarburos, pero nosotros poseemos elementos de tierras raras&rdquo;. Hoy este factor de poder empieza a influir en el mundo. Por de pronto, limitar la producci&oacute;n y exportaci&oacute;n de esos insumos &ndash;m&aacute;s cr&iacute;ticos que el cobre, por ejemplo- integran un plan del ministerio de industria y tecnolog&iacute;a.<br />
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Su objeto consiste en cubrir necesidades propias y, de paso, presionar a empresas extranjeras para producir en China bienes con alto valor agregado local, si quieren acceder a esas rarezas insustituibles. Desde 2005, Beijing viene limitando las exportaciones de tierras raras y, en 2009, se toc&oacute; piso. Al respecto, hace cuatro meses el gobierno asegur&oacute; a Occidente y Jap&oacute;n que no vedar&iacute;a totalmente las venta de disprosio, neodimio y tebio, claves en sectores tecnol&oacute;gicamente intensivos.<br />
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Parte de las restricciones no obedece a razones econ&oacute;micas, sino a los malos efectos ambientales de las propias minas. Sin embargo, Beijing no llega al extremo de Mosc&uacute;, que acaba de autorizar el uso del lago Baikal para volcar desechos contaminantes. Los negocios de Olyeg Dyeripaska, un socio oculto de Vlady&iacute;mir Putin, amenazan aguas siberianas declaradas patrimonio de la humanidad por la ONU. Respecto de minerales raros, su extracci&oacute;n tambi&eacute;n puede ser peligrosa en &aacute;reas de Australia o Brasil.<br />
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Hasta el &uacute;ltimo trimestre de 2008, parec&iacute;a que el control chino podr&iacute;a ceder por un motivo exterior. Dos minas en el noroeste australiano iban a abrirse con un volumen conjunto de disprosio equivalente a 25% del total global. Pero la crisis occidental impidi&oacute; que Lynas Corp y Arafura Resources colocaran acciones o bonos para financiar ambos proyectos.<br />
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Velozmente, el estado chino compr&oacute; 51,7% de Lynas y 25% de Arafura. Obtenido el visto bueno de Canberra, la nueva sociedad mixta se presentar&aacute; ante los accionistas de ambas firmas, en septiembre. Mientras tanto, una sola mina en Baotao, Mongolia interior, explota la mitad de los minerales raros detectados en el planeta, sobre todo disprosio. Gran parte del resto, particularmente neodimio para turbinas e&oacute;licas y autos el&eacute;ctricos o h&iacute;bridos (entre ellos el Prius de Toyota, reci&eacute;n llegado a la Argentina), procede de peque&ntilde;as explotaciones &ldquo;ilegales&rdquo; en el sudoeste chino. <br />
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