Caso Prats: perpetua al ex agente de inteligencia chileno

El tribunal coincidió con la pena solicitada por el Estado chileno, las hijas del matrimonio y la fiscalía argentina para Arancibia Clavel por el doble homicidio del general Prats y su esposa.

20 noviembre, 2000

La Justicia argentina condenó hoy (lunes 20) a reclusión perpetua al chileno Enrique Arancibia Clavel, al hallarlo culpable por el asesinato del general trasandino Cafrlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, en Buenos Aires en 1974.

Así lo anunció esta tarde el tribunal oral federal 6 de esta capital, después de varias semanas de proceso judicial.

El tribunal coincidió con la pena solicitada por el Estado chileno, las hijas del matrimonio Prats y la fiscalía argentina.

Arancibia, de 56 años, antiguo agente de la policía secreta del régimen militar de Augusto Pinochet, era el único inculpado en este caso.

Prats, que cedió la jefatura del Ejército chileno a Pinochet días antes de que éste diera un golpe de Estado, en 1973, fue asesinado junto a su esposa, Sofía Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974, al estallar una bomba colocada en su automóvil.

El tribunal federal que condenó a Arancibia a reclusión perpetua anunciará el 27 de noviembre los fundamentos de la sentencia.

Arancibia, que en todo momento defendió su inocencia, recibió la condena con tranquilidad. En la sala en la que se conoció el fallo estaban, entre otros, familiares del ex jefe del Ejército chileno y el embajador de Chile en Buenos Aires, Jorge Arrate.

El tribunal consideró que Arancibia había sido “partícipe necesario” en la comisión del crimen, y lo consideró también culpable de haberse asociado con tres o más personas para perpetrar el atentado terrorista.

El proceso judicial comenzó el pasado 9 de octubre y durante el juicio llegaron a declarar medio centenar de testigos.

En el juicio quedó acreditado que el atentado fue ejecutado y planificado por la Dina, la policía secreta del régimen de Pinochet.

Por otra parte, un juez argentino pidió a Chile la extradición de Pinochet por su presunta responsabilidad intelectual en el asesinato de su antecesor en la jefatura del Ejército.

Esta petición de extradición, que está en manos del Poder Judicial de Chile, afecta también a otros seis militares y civiles chilenos por los mismos hechos.

La Justicia argentina condenó hoy (lunes 20) a reclusión perpetua al chileno Enrique Arancibia Clavel, al hallarlo culpable por el asesinato del general trasandino Cafrlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, en Buenos Aires en 1974.

Así lo anunció esta tarde el tribunal oral federal 6 de esta capital, después de varias semanas de proceso judicial.

El tribunal coincidió con la pena solicitada por el Estado chileno, las hijas del matrimonio Prats y la fiscalía argentina.

Arancibia, de 56 años, antiguo agente de la policía secreta del régimen militar de Augusto Pinochet, era el único inculpado en este caso.

Prats, que cedió la jefatura del Ejército chileno a Pinochet días antes de que éste diera un golpe de Estado, en 1973, fue asesinado junto a su esposa, Sofía Cuthbert, el 30 de septiembre de 1974, al estallar una bomba colocada en su automóvil.

El tribunal federal que condenó a Arancibia a reclusión perpetua anunciará el 27 de noviembre los fundamentos de la sentencia.

Arancibia, que en todo momento defendió su inocencia, recibió la condena con tranquilidad. En la sala en la que se conoció el fallo estaban, entre otros, familiares del ex jefe del Ejército chileno y el embajador de Chile en Buenos Aires, Jorge Arrate.

El tribunal consideró que Arancibia había sido “partícipe necesario” en la comisión del crimen, y lo consideró también culpable de haberse asociado con tres o más personas para perpetrar el atentado terrorista.

El proceso judicial comenzó el pasado 9 de octubre y durante el juicio llegaron a declarar medio centenar de testigos.

En el juicio quedó acreditado que el atentado fue ejecutado y planificado por la Dina, la policía secreta del régimen de Pinochet.

Por otra parte, un juez argentino pidió a Chile la extradición de Pinochet por su presunta responsabilidad intelectual en el asesinato de su antecesor en la jefatura del Ejército.

Esta petición de extradición, que está en manos del Poder Judicial de Chile, afecta también a otros seis militares y civiles chilenos por los mismos hechos.

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