Cambios en desregulación telefónica
El proyecto de decreto con las normas para la desregulación saldrá con varios cambios pero no puede remediar la concentración de la competencia.
22 agosto, 2000
La desregulación telefónica, que entrará en vigencia a partir del 9 de noviembre, tuvo cambios en su fase final. El decreto, que sería firmado por el presidente esta semana, contempla algunos reclamos de las telefónicas “históricas” (Telecom y Telefónica) subsanando las desigualdades entre esos prestadores y los entrantes. También toma modificaciones sugeridas por la Secretaría de la Competencia y por la SIGEN, como la necesidad de un rol activo del Estado y del Parlamento.
De todas formas, según los expertos, se trata de una desregulación muy abierta lo que provocará gran interés en las empresas entrantes, aunque no se logró que la competencia se concentre –por lo menos al principio– en las zonas de mayor capacidad de consumo y en las llamadas de larga distancia.
Los cambios que se introdujeron fueron los siguientes:
· Se desechó la referencia a los prestadores dominantes por el de prestadores en general.
· En el caso de que no se presente ningún prestador a cubrir una determinada zona, el prestados histórico ya no estará obligado a hacerlo. Se llamará a subasta pública de subsidios mínimos.
· La interconexión es obligatoria para todos los operadores sin diferencias entre los históricos y los entrantes.
· Los operadores entrantes deberán presentar inversiones equivalentes a $ 2 por habitante del área a cubrir y temer un plan técnico consistente con la demanda a cubrir.
· Se constituye un consejo de administración presidido por el secretario de Comunicaciones junto a cinco representantes de los Ministerios de Economía, Justicia, Banco Central, Comisión Nacional de Comunicaciones y Secretaría de Comunicaciones.
La desregulación telefónica, que entrará en vigencia a partir del 9 de noviembre, tuvo cambios en su fase final. El decreto, que sería firmado por el presidente esta semana, contempla algunos reclamos de las telefónicas “históricas” (Telecom y Telefónica) subsanando las desigualdades entre esos prestadores y los entrantes. También toma modificaciones sugeridas por la Secretaría de la Competencia y por la SIGEN, como la necesidad de un rol activo del Estado y del Parlamento.
De todas formas, según los expertos, se trata de una desregulación muy abierta lo que provocará gran interés en las empresas entrantes, aunque no se logró que la competencia se concentre –por lo menos al principio– en las zonas de mayor capacidad de consumo y en las llamadas de larga distancia.
Los cambios que se introdujeron fueron los siguientes:
· Se desechó la referencia a los prestadores dominantes por el de prestadores en general.
· En el caso de que no se presente ningún prestador a cubrir una determinada zona, el prestados histórico ya no estará obligado a hacerlo. Se llamará a subasta pública de subsidios mínimos.
· La interconexión es obligatoria para todos los operadores sin diferencias entre los históricos y los entrantes.
· Los operadores entrantes deberán presentar inversiones equivalentes a $ 2 por habitante del área a cubrir y temer un plan técnico consistente con la demanda a cubrir.
· Se constituye un consejo de administración presidido por el secretario de Comunicaciones junto a cinco representantes de los Ministerios de Economía, Justicia, Banco Central, Comisión Nacional de Comunicaciones y Secretaría de Comunicaciones.