Caídas por el desempleo: la esperanza son China y Brasil
En la Eurozona y según el instituto de estadísticas, Bruselas, a fin del primer semestre la desocupación significa 9,3% del producto bruto regional. Este pico en 25 años y las cifras norteamericanas no los crudos- demolieron el jueves las bolsas.
<p>Hace un año, la relación desempleo-PBR era de “sólo” 5,7% y muchos se alarmaban, salvo el frío presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. Hoy, el ingeniero francés admite que el cimbronazo en los mercados se debe a la desocupación, más en la Eurozona que en Estados Unidos.<br />
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Por otra parte, Trichet y otros subrayan otro hecho sugestivo: las señales de recuperación en China y Brasil pueden, con el tiempo, sacar de la recesión a las economías occidentales. Por ende, la vieja teoría de las locomotoras –Estados Unidos, Japón, Alemania- abre paso al bloque formado por esas dos, Rusia e India.<br />
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El presidente Hu Jintao lo puso negro sobre blanco. Al señalar que China “necesita una Unión Europea fuerte. También apoya una reforma seria del sistema financiero y monetario mundial”, En ese contexto, resulta anecdótico que, sólo el jueves, las bolsas de la UE hayan quemado € 102.500 millones.<br />
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Los desbarranques fueron 3,8% (Francfort), 2,4% (Londres), 3,1% (París) o 2,63% (Wall Street), pero hubo alzas en Shanghai y otras plazas chinas. En Milán –dependiente de Londres-, la siderometalúrgica Tenaris se desplomó 4,% e hizo caer 3% la pequeña plaza porteña. Mientras tanto, otro brote de crisis financiera golpea ahora los Balcanes: Dominique Strauss-Kahn señaló que el Fondo Monetario Internacional actuará en Croacia para evitar lo que el presidente, Ivo Sanader, define como desastre.<br />
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Las complicaciones europeas no acaban ahí. En Italia, los fondos jubilatorios estatales parecen haber sido vaciados, en el curso del tiempo, por plazas extraterritoriales Se estima en € 8.300 millones la masa de dinero filtrado hacia Suiza, Luxemburgo, San Marino, Liechtenstein, Mónaco, etc. Esta huida de fondos pertenecientes a aportantes modestos, combinada con la propia crisis sistémica occidental puede crear presiones –vía grupo de los 20- para acelerar lo que pide China, una reforma financiera mundial en serio.</p>
