Caen expectativas de empresarios

La tradicional encuesta de MERCADO refleja un creciente pesimismo. En seis meses pasó de 61% a 39% la proporción de quienes creen que las ventas de sus compañías crecerán.

5 julio, 2000

La nueva versión de la encuesta semestral que viene realizando MERCADO desde hace casi una década para medir las expectativas de los directivos de las compañías líderes muestra, al menos, un evidente cambio de humor.

La pregunta sobre la evolución prevista para las ventas de sus empresas (que constituye el indicador más concreto de optimismo) recibe ahora sólo 39% de respuestas positivas, una cifra particularmente modesta si se la compara con la registrada seis meses atrás: 61%.

A la hora de enumerar cuáles son los factores de aumento de costos más preocupantes a corto plazo, 37% de los directivos de las 195 empresas líderes consultadas apuntan a los impuestos.

Sólo los costos financieros (cuya gravitación en la preocupación empresaria ha crecido de 35% a 40%) los superan en importancia.

Por primera vez en el último quinquenio, baja a 50% el número de empresarios encuestados que planean realizar exportaciones durante el próximo semestre. Hasta ahora, la proporción se mantenía en torno de dos tercios, incluso en períodos de crisis como la del efecto tequila.

La mitad de los empresarios estima que la evolución de los salarios marchará por detrás de la inflación (y esto, en un contexto en el que se anticipa la profundización de las tendencias deflacionarias). Sólo un tercio formulaba este pronóstico a fines del año pasado.

Hay un notorio aumento del pesimismo en cuanto a las condiciones que ofrecerá el mercado financiero. Algo más de un tercio (35%) prevé que el acceso al crédito bancario será más difícil durante la segunda mitad del año.

En cuanto a la rentabilidad de los negocios, en la última encuesta 66% vaticinaba resultados operativos favorables. Ahora, la proporción desciende a 51%, lo que traza un cuadro más semejante al que se observaba a mediados de 1999.

Más preocupante es, quizá, el incremento en el número de respuestas que se orientan a un pronóstico negativo: pasaron de 7% a 24%.

Hace apenas seis meses, uno de cada tres empresarios se mostraba confiado en los efectos positivos de las decisiones que se tomaran en el Palacio de Hacienda. Ahora, la proporción no llega a uno de cada 10. Y los escépticos se han multiplicado notoriamente: pasaron de 25% a 72%.

En consonancia con esta actitud, se advierte un vuelco de importancia en las expectativas acerca del grado de credibilidad que lograrán las autoridades económicas entre los empresarios: las respuestas positivas se desmoronaron de 44% a 25%.

Y uno de cada cuatro encuestados cree que la imagen del equipo de José Luis Machinea se deteriorá en lo que resta del año.

A pesar de todo, se fortalecen las esperanzas en el Mercosur. En la medición anterior, en medio de la ola de optimismo impulsada por el cambio de gobierno, sólo algo más de un tercio de los encuestados esperaba repercusiones positivas del funcionamiento del acuerdo subregional. Ahora, la proporción ha aumentado a 47%.

En diciembre, casi seis de cada 10 no dudaron en definirse como “algo” o “muy optimistas”. El contraste con esta medición es evidente: apenas 35% se inscribe en esta categoría.

Ver los resultados completos de esta investigación en la revista MERCADO de agosto próximo.

La nueva versión de la encuesta semestral que viene realizando MERCADO desde hace casi una década para medir las expectativas de los directivos de las compañías líderes muestra, al menos, un evidente cambio de humor.

La pregunta sobre la evolución prevista para las ventas de sus empresas (que constituye el indicador más concreto de optimismo) recibe ahora sólo 39% de respuestas positivas, una cifra particularmente modesta si se la compara con la registrada seis meses atrás: 61%.

A la hora de enumerar cuáles son los factores de aumento de costos más preocupantes a corto plazo, 37% de los directivos de las 195 empresas líderes consultadas apuntan a los impuestos.

Sólo los costos financieros (cuya gravitación en la preocupación empresaria ha crecido de 35% a 40%) los superan en importancia.

Por primera vez en el último quinquenio, baja a 50% el número de empresarios encuestados que planean realizar exportaciones durante el próximo semestre. Hasta ahora, la proporción se mantenía en torno de dos tercios, incluso en períodos de crisis como la del efecto tequila.

La mitad de los empresarios estima que la evolución de los salarios marchará por detrás de la inflación (y esto, en un contexto en el que se anticipa la profundización de las tendencias deflacionarias). Sólo un tercio formulaba este pronóstico a fines del año pasado.

Hay un notorio aumento del pesimismo en cuanto a las condiciones que ofrecerá el mercado financiero. Algo más de un tercio (35%) prevé que el acceso al crédito bancario será más difícil durante la segunda mitad del año.

En cuanto a la rentabilidad de los negocios, en la última encuesta 66% vaticinaba resultados operativos favorables. Ahora, la proporción desciende a 51%, lo que traza un cuadro más semejante al que se observaba a mediados de 1999.

Más preocupante es, quizá, el incremento en el número de respuestas que se orientan a un pronóstico negativo: pasaron de 7% a 24%.

Hace apenas seis meses, uno de cada tres empresarios se mostraba confiado en los efectos positivos de las decisiones que se tomaran en el Palacio de Hacienda. Ahora, la proporción no llega a uno de cada 10. Y los escépticos se han multiplicado notoriamente: pasaron de 25% a 72%.

En consonancia con esta actitud, se advierte un vuelco de importancia en las expectativas acerca del grado de credibilidad que lograrán las autoridades económicas entre los empresarios: las respuestas positivas se desmoronaron de 44% a 25%.

Y uno de cada cuatro encuestados cree que la imagen del equipo de José Luis Machinea se deteriorá en lo que resta del año.

A pesar de todo, se fortalecen las esperanzas en el Mercosur. En la medición anterior, en medio de la ola de optimismo impulsada por el cambio de gobierno, sólo algo más de un tercio de los encuestados esperaba repercusiones positivas del funcionamiento del acuerdo subregional. Ahora, la proporción ha aumentado a 47%.

En diciembre, casi seis de cada 10 no dudaron en definirse como “algo” o “muy optimistas”. El contraste con esta medición es evidente: apenas 35% se inscribe en esta categoría.

Ver los resultados completos de esta investigación en la revista MERCADO de agosto próximo.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades