Cae Claudio Uberti y la valija pone en aprietos a Julio de Vido

Néstor Kirchner echó a Uberti, hombre clave del ministro y ahora ex director de control en concesiones viales. Su error: compartir un pequeño avión con Guido Antonini, un ítalovenezolano con US$ 790.500 en efectivo difíciles de explicar.

10 agosto, 2007

Por otra parte, nadie le cree el gobierno cuando califica de “desconocido”, lo bastante allegado a Ezequiel Espinosa -hombre de Vido y todavía presidente de Enarsa-, que lo invitó al fatal vuelo. En cuanto a la valija, debió pesar bastante: llevaba 7.905 billetes de cien, una suma que generalmente no se lleva encima. Para eso existe una amplia gama de instrumentos financieros a disposición de gente tan próspera como Antonini o Felisa Miceli .

La situación del ministro de planeamiento no es cómoda. Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer, Liliana Carrió, y casi todo el arco opositors –inclusive menemistas, expertos en mover dinero por el mundo- exigen la dimisión de de Vido. Pero el ministro debe ahora cuidarse de la senadora y candidata presidencial, Cristina Fernández Kirchner, cada día más preocupada por el entorno provinciano de su esposo.

Tampoco el titular de interior, Aníbal Fernández, la pasa bien. Sin necesidad, terció en la sangrienta interna de la barra brava “millonaria”, asumiendo la defensa de quienes manejan un club que paga $ 5.700 mensuales sólo por limpiar. Justamente mientras un fiscal responsabiliza por la primera muerte en una guerra interna a dirigentes, técnicos, jugadores y políticos.

Por otra parte, nadie le cree el gobierno cuando califica de “desconocido”, lo bastante allegado a Ezequiel Espinosa -hombre de Vido y todavía presidente de Enarsa-, que lo invitó al fatal vuelo. En cuanto a la valija, debió pesar bastante: llevaba 7.905 billetes de cien, una suma que generalmente no se lleva encima. Para eso existe una amplia gama de instrumentos financieros a disposición de gente tan próspera como Antonini o Felisa Miceli .

La situación del ministro de planeamiento no es cómoda. Roberto Lavagna, Margarita Stolbizer, Liliana Carrió, y casi todo el arco opositors –inclusive menemistas, expertos en mover dinero por el mundo- exigen la dimisión de de Vido. Pero el ministro debe ahora cuidarse de la senadora y candidata presidencial, Cristina Fernández Kirchner, cada día más preocupada por el entorno provinciano de su esposo.

Tampoco el titular de interior, Aníbal Fernández, la pasa bien. Sin necesidad, terció en la sangrienta interna de la barra brava “millonaria”, asumiendo la defensa de quienes manejan un club que paga $ 5.700 mensuales sólo por limpiar. Justamente mientras un fiscal responsabiliza por la primera muerte en una guerra interna a dirigentes, técnicos, jugadores y políticos.

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