Buttiglione puede frustrar la carrera de Barroso
El miércoles, José Manoel Durão Barroso se juega la presidencia de la Unión Europea. El Parlamento Europeo debe aprobar o rechazar- en bloque los veinticinco futuros integrantes de la Comisión Europea. Uno es el polémico Rocco Buttiglione.
Este fin de semana, el conservador portugués logró que veinticuatro de los propuestos acepten al vigésimo quinto (Buttiglione) como comisionado de Justicia, sujeto a la supervisión de un comité especial. El problema es si lo admitirán como vicepresidente de la CE, propuesto por Barroso a pedido de Silvio Berlusconi.
Pero las movidas entre los bloques que componen el parlamento auguran serias dificultades para Barroso, Buttiglione y Neelie Kroes, la holandesa propuesta como comisionada de Competencia, pese a sus pesados antecedentes en “lobbies” empresarios. Al empezar la semana, el presidente entrante está en desventaja.
Potencialmente, tiene los votos de la derecha (277), excluyendo los conservadores británicos. El portugués afirma contar con 363, pero no explica su distribución. Para aprobar los veinticinco candidatos, necesita 367. El frente opositor parece formidable: 70% del total de legisladores.
Las sucesivas expresiones de Buttiglione los han puesto a él y a Barroso en muy mala posición. El “filosofo” ultramontano sostiene que las mujeres deben quedarse en casa y seguir al marido. Las solas –solteras o separadas- no pueden ser buenas madres. Además, los homosexuales viven en pecado mortal.
Como polemista, el ex ministro de temas europeos en el la coalición derechista, adhiere a Juan Pablo II, aboga por el estado confesional y no quiere negociaciones con Turquía. Para defenderlo, Renato Maroni, arzobispo de Milán, salió a denuncia una especie de sinarquía anticatólica, formada (entre otros) por “iglesias protestantes del norte”.
Este fin de semana, el conservador portugués logró que veinticuatro de los propuestos acepten al vigésimo quinto (Buttiglione) como comisionado de Justicia, sujeto a la supervisión de un comité especial. El problema es si lo admitirán como vicepresidente de la CE, propuesto por Barroso a pedido de Silvio Berlusconi.
Pero las movidas entre los bloques que componen el parlamento auguran serias dificultades para Barroso, Buttiglione y Neelie Kroes, la holandesa propuesta como comisionada de Competencia, pese a sus pesados antecedentes en “lobbies” empresarios. Al empezar la semana, el presidente entrante está en desventaja.
Potencialmente, tiene los votos de la derecha (277), excluyendo los conservadores británicos. El portugués afirma contar con 363, pero no explica su distribución. Para aprobar los veinticinco candidatos, necesita 367. El frente opositor parece formidable: 70% del total de legisladores.
Las sucesivas expresiones de Buttiglione los han puesto a él y a Barroso en muy mala posición. El “filosofo” ultramontano sostiene que las mujeres deben quedarse en casa y seguir al marido. Las solas –solteras o separadas- no pueden ser buenas madres. Además, los homosexuales viven en pecado mortal.
Como polemista, el ex ministro de temas europeos en el la coalición derechista, adhiere a Juan Pablo II, aboga por el estado confesional y no quiere negociaciones con Turquía. Para defenderlo, Renato Maroni, arzobispo de Milán, salió a denuncia una especie de sinarquía anticatólica, formada (entre otros) por “iglesias protestantes del norte”.
