Bush quiere que baje el petróleo

(EFE).- El próximo gobierno de Estados Unidos mantendrá la política de pedir a los países exportadores de petróleo que aumenten su producción para frenar el alza de los precios del crudo a nivel mundial.

El presidente electo, George W. Bush, señaló que tiene la intención de presionar en ese sentido ante sugerencias de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) estudia suspender los aumentos de producción para impedir una mayor baja de los hidrocarburos.

Bush asumirá el gobierno el 20 de enero, tres días después de que se inicie en Viena una reunión de la Opep en la que se decidiría poner fin a esos aumentos.

Estos se iniciaron a comienzos de este año cuando el barril de crudo superó los US$ 37 en los mercados internacionales y los precios de los combustibles aumentaron más de 20% en Estados Unidos.

Después de cuatro de esos incrementos, a los que se adhirieron otros importantes productores no miembros de la Opep como México, los precios se estabilizaron y actualmente están en un nivel de US$ 26 dólares.

Pero Bush, un experto en asuntos de la industria petrolera, señaló que le preocupa la posibilidad de que esa decisión de suspender los aumentos conduzca a una crisis energética.

Su preocupación cobró mayor fuerza en medio de temores sobre una desaceleración económica en Estados Unidos y hasta de una recesión tras nueve años consecutivos de bonanza.

“Habrá que trabajar con los países de la Opep y promover las relaciones para se convenzan abrir las válvulas y alivien la presión sobre los precios”, expresó Bush.

Al presentar a quien será su secretario del Tesoro, Paul O´Neill Bush expresó ayer (miércoles 20) que su propósito es iniciar una campaña, especialmente con los aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente.

“Una de las cosas que vamos a tener que comenzar es un fuerte esfuerzo diplomático con nuestros aliados del Medio Oriente para que haya una política energética que respete a su amigo (Estados Unidos) y a otras democracias”, señaló.

Los expertos señalan que una de las principales factores del debilitamiento de la economía en los últimos meses ha sido el aumento del crudo en un país que importa más de 60% de sus necesidades de combustibles.

Agregan que los principales productores, entre ellos Kuwait, Irán y Libia, pronostican que en la primera mitad del próximo año se producirá una reducción en la demanda que llevará los precios a la baja y que por lo tanto será necesario reducir la producción.

Pero Bush no sólo proyecta presionar a los exportadores para que aumenten la producción sino que también intentará lograr una mayor independencia energética del país mediante el aumento de la producción nacional.

Durante su campaña electoral Bush dijo que el nuevo gobierno deberá poner en marcha una política en materia de energía para corregir los aumentos de precios.

Como ejemplo, el próximo presidente reiteró a la prensa su propósito de reconsiderar aquellas estrategias que limitan el acceso a territorios federales para la exploración de yacimientos, en especial de gas natural.

“Creo que necesitamos hacer una revisión de toda la política sobre tierras federales, para asegurarnos de que no estamos desperdiciando la oportunidad de buscar más gas natural en el país”, dijo.

Señaló que su política tiene como objetivo inmunizar al país contra las manipulaciones de precios de la Opep y añadió que procurará poner en marcha una política de libre flujo de gas natural entre México, Estados Unidos y Canadá.

Durante la campaña Bush propuso abrir a la exploración petrolera y de gas natural el Refugio Artico de Vida Animal en Alaska, un extenso territorio utilizado como santuario donde está prohibida por ley federal ese tipo de explotación.

Pero fuentes políticas indicaron que la idea será rechazada por los demócratas, cuyo derrotado candidato en las elecciones, el vicepresidente Al Gore, se opone totalmente a ese plan.

(EFE).- El próximo gobierno de Estados Unidos mantendrá la política de pedir a los países exportadores de petróleo que aumenten su producción para frenar el alza de los precios del crudo a nivel mundial.

El presidente electo, George W. Bush, señaló que tiene la intención de presionar en ese sentido ante sugerencias de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) estudia suspender los aumentos de producción para impedir una mayor baja de los hidrocarburos.

Bush asumirá el gobierno el 20 de enero, tres días después de que se inicie en Viena una reunión de la Opep en la que se decidiría poner fin a esos aumentos.

Estos se iniciaron a comienzos de este año cuando el barril de crudo superó los US$ 37 en los mercados internacionales y los precios de los combustibles aumentaron más de 20% en Estados Unidos.

Después de cuatro de esos incrementos, a los que se adhirieron otros importantes productores no miembros de la Opep como México, los precios se estabilizaron y actualmente están en un nivel de US$ 26 dólares.

Pero Bush, un experto en asuntos de la industria petrolera, señaló que le preocupa la posibilidad de que esa decisión de suspender los aumentos conduzca a una crisis energética.

Su preocupación cobró mayor fuerza en medio de temores sobre una desaceleración económica en Estados Unidos y hasta de una recesión tras nueve años consecutivos de bonanza.

“Habrá que trabajar con los países de la Opep y promover las relaciones para se convenzan abrir las válvulas y alivien la presión sobre los precios”, expresó Bush.

Al presentar a quien será su secretario del Tesoro, Paul O´Neill Bush expresó ayer (miércoles 20) que su propósito es iniciar una campaña, especialmente con los aliados de Estados Unidos en el Medio Oriente.

“Una de las cosas que vamos a tener que comenzar es un fuerte esfuerzo diplomático con nuestros aliados del Medio Oriente para que haya una política energética que respete a su amigo (Estados Unidos) y a otras democracias”, señaló.

Los expertos señalan que una de las principales factores del debilitamiento de la economía en los últimos meses ha sido el aumento del crudo en un país que importa más de 60% de sus necesidades de combustibles.

Agregan que los principales productores, entre ellos Kuwait, Irán y Libia, pronostican que en la primera mitad del próximo año se producirá una reducción en la demanda que llevará los precios a la baja y que por lo tanto será necesario reducir la producción.

Pero Bush no sólo proyecta presionar a los exportadores para que aumenten la producción sino que también intentará lograr una mayor independencia energética del país mediante el aumento de la producción nacional.

Durante su campaña electoral Bush dijo que el nuevo gobierno deberá poner en marcha una política en materia de energía para corregir los aumentos de precios.

Como ejemplo, el próximo presidente reiteró a la prensa su propósito de reconsiderar aquellas estrategias que limitan el acceso a territorios federales para la exploración de yacimientos, en especial de gas natural.

“Creo que necesitamos hacer una revisión de toda la política sobre tierras federales, para asegurarnos de que no estamos desperdiciando la oportunidad de buscar más gas natural en el país”, dijo.

Señaló que su política tiene como objetivo inmunizar al país contra las manipulaciones de precios de la Opep y añadió que procurará poner en marcha una política de libre flujo de gas natural entre México, Estados Unidos y Canadá.

Durante la campaña Bush propuso abrir a la exploración petrolera y de gas natural el Refugio Artico de Vida Animal en Alaska, un extenso territorio utilizado como santuario donde está prohibida por ley federal ese tipo de explotación.

Pero fuentes políticas indicaron que la idea será rechazada por los demócratas, cuyo derrotado candidato en las elecciones, el vicepresidente Al Gore, se opone totalmente a ese plan.