Bush negó un plan contra Irán para frenar los mercados

Versiones sobre una idea de bombardear Irán recalentaron los productos primarios y Bush debió salir a desmentirlas. En Nueva York, el WTI sobre mayo llegó a un pico de US$ 68,90. El mismo nivel fue récord para el Brent (10-IV).

10 abril, 2006

El presidente formnuló una desmentida poco plausible, una vez cerradas las operaciones neoyorquinas, el lunes. Entretanto, el oro alcanzaba US$ 601,50 la onza “troy”, pico desde mediados de 1980. También la plata retornaba al pasado, cotizando a US$ 12,55 la onza. Las tasas largas seguían sostenidas. En cambio, las revelaciones en la revista “New Yorker” sobre un proyecto se ataque masivo a Irán, concebido en el entorno de George W.Bush, aumentaban presiones bajistas en las principales bolsas. Naturalmente, la reacción en China, Japón, Rusia, la Unión Europea, varios países árabes e India forzó la mano del presidente.

Los crudos tejanos intermedios, con entrega en mayo, superaron US$ 68,80 y concluyeron en 68,65 el barril en la plaza neoyorquina (máximo este año). Los futuros de naftas alcanzaron un pico desde octubre. Amén del plan bélico –que no parece realizable-, las causas más citadas son preocupaciones sobre Irak, Nigeria, menos existencias de combustibles en Estados Unidos, dólar débil y acelerado deterioro político de Bush.

Con varios expertos –algunos en la secretaría de Energía y Combustibles- temiendo más de US$ 80 el barril de WTI para el fin del trimestre y niveles actuales ya próximos a los US$ 70, Wall Street cree que podrá superar este alza, como los hizo en 2005. Sus gurúes esgrimen cifras: la semana pasada, el Dow Jones industrial se acercó nuevamente a los 11.723 puntos, registrados el 14 de enero de 2002 (pero al cabo de desinflaron un poco). Por otra parte, las casi diarias intimaciones a Irán no son tomadas en serio por los mercados especulativos. Sólo que, desde el sábado, los arrestos bélicos de la Casa Blanca influían en los precios petroleros.

Mientras tanto, los futuros áureos orillaban los US$ 601,50 la onza, valor en noviembre de 1980. Por supuesto, ese nivel sigue lejos de los US$ 850 registrados el 20 de enero de 1980. Además, a dólares constantes, hoy serían 2.200. Igual sucede con la plata, que alcanzó US$ 12,55 la onza. Su propio récord, el mismo día que el oro, era US$ 50, vale decir 129,50 actuales.

A juicio del mercado de metales preciosos, esta onda refleja temores globales acerca del dólar. En este caso, el deterioro pasa por los bonos de deuda norteamericana, de ahí que las tasas largas hayan tocado el viernes un máximo técnico de 4,99 (T-10) y 5,05% (T-30).

El presidente formnuló una desmentida poco plausible, una vez cerradas las operaciones neoyorquinas, el lunes. Entretanto, el oro alcanzaba US$ 601,50 la onza “troy”, pico desde mediados de 1980. También la plata retornaba al pasado, cotizando a US$ 12,55 la onza. Las tasas largas seguían sostenidas. En cambio, las revelaciones en la revista “New Yorker” sobre un proyecto se ataque masivo a Irán, concebido en el entorno de George W.Bush, aumentaban presiones bajistas en las principales bolsas. Naturalmente, la reacción en China, Japón, Rusia, la Unión Europea, varios países árabes e India forzó la mano del presidente.

Los crudos tejanos intermedios, con entrega en mayo, superaron US$ 68,80 y concluyeron en 68,65 el barril en la plaza neoyorquina (máximo este año). Los futuros de naftas alcanzaron un pico desde octubre. Amén del plan bélico –que no parece realizable-, las causas más citadas son preocupaciones sobre Irak, Nigeria, menos existencias de combustibles en Estados Unidos, dólar débil y acelerado deterioro político de Bush.

Con varios expertos –algunos en la secretaría de Energía y Combustibles- temiendo más de US$ 80 el barril de WTI para el fin del trimestre y niveles actuales ya próximos a los US$ 70, Wall Street cree que podrá superar este alza, como los hizo en 2005. Sus gurúes esgrimen cifras: la semana pasada, el Dow Jones industrial se acercó nuevamente a los 11.723 puntos, registrados el 14 de enero de 2002 (pero al cabo de desinflaron un poco). Por otra parte, las casi diarias intimaciones a Irán no son tomadas en serio por los mercados especulativos. Sólo que, desde el sábado, los arrestos bélicos de la Casa Blanca influían en los precios petroleros.

Mientras tanto, los futuros áureos orillaban los US$ 601,50 la onza, valor en noviembre de 1980. Por supuesto, ese nivel sigue lejos de los US$ 850 registrados el 20 de enero de 1980. Además, a dólares constantes, hoy serían 2.200. Igual sucede con la plata, que alcanzó US$ 12,55 la onza. Su propio récord, el mismo día que el oro, era US$ 50, vale decir 129,50 actuales.

A juicio del mercado de metales preciosos, esta onda refleja temores globales acerca del dólar. En este caso, el deterioro pasa por los bonos de deuda norteamericana, de ahí que las tasas largas hayan tocado el viernes un máximo técnico de 4,99 (T-10) y 5,05% (T-30).

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