Bush estaría muy cerca de la Casa Blanca

Dos fallos fundamentales en la batalla legal: un juez de Florida rechazó el recuento pedido por Gore y la Corte Suprema suspendió un fallo que favorecía al vicepresidente.

5 diciembre, 2000

Con un fallo que dejó al candidato republicano, George W. Bush, muy cerca de la Casa Blanca, un juez de Tallahassee rechazó ayer (lunes 4) la impugnación que había presentado el vicepresidente, Al Gore, al resultado de Florida.

Sanders le negó el recuento manual ,de 14 mil votos disputados, porque sostuvo que sus abogados no habían logrado probar que un nuevo conteo significaría un cambio sustancial en el resultado que consagró a Bush ganador en Florida por 537 votos.

Por otra parte, la Corte Suprema hizo lugar a la apelación de George Bush, extendiendo el plazo para certificar el resultado oficial y permitió el recuento manual solicitado por Gore en tres condados.

En Florida se juegan los 25 electores que necesitan los candidatos para obtener la mayoría en el Colegio Electoral, que definirá la sucesión de Bill Clinton el 18 de diciembre. Los electores deben ser consagrados seis días antes. Cada día que pasa y acorta la distancia con el 12 de diciembre va extinguiendo las posibilidades de Gore de lograr un recuento.

La campaña de Gore tiene en realidad una carta tapada: un juicio en el condado de Seminole que de manera inadvertida avanza con denuncias sobre irregularidades que podrían resultar en la pérdida para Bush de hasta 4.800 votos, suficiente para dar vuelta el resultado en Florida.

Los demócratas alegan que los republicanos llenaron de manera irregular los datos que faltaban en las boletas enviadas por militares desde el exterior y descartaron aquellos que eran para el vicepresidente.

Con un fallo que dejó al candidato republicano, George W. Bush, muy cerca de la Casa Blanca, un juez de Tallahassee rechazó ayer (lunes 4) la impugnación que había presentado el vicepresidente, Al Gore, al resultado de Florida.

Sanders le negó el recuento manual ,de 14 mil votos disputados, porque sostuvo que sus abogados no habían logrado probar que un nuevo conteo significaría un cambio sustancial en el resultado que consagró a Bush ganador en Florida por 537 votos.

Por otra parte, la Corte Suprema hizo lugar a la apelación de George Bush, extendiendo el plazo para certificar el resultado oficial y permitió el recuento manual solicitado por Gore en tres condados.

En Florida se juegan los 25 electores que necesitan los candidatos para obtener la mayoría en el Colegio Electoral, que definirá la sucesión de Bill Clinton el 18 de diciembre. Los electores deben ser consagrados seis días antes. Cada día que pasa y acorta la distancia con el 12 de diciembre va extinguiendo las posibilidades de Gore de lograr un recuento.

La campaña de Gore tiene en realidad una carta tapada: un juicio en el condado de Seminole que de manera inadvertida avanza con denuncias sobre irregularidades que podrían resultar en la pérdida para Bush de hasta 4.800 votos, suficiente para dar vuelta el resultado en Florida.

Los demócratas alegan que los republicanos llenaron de manera irregular los datos que faltaban en las boletas enviadas por militares desde el exterior y descartaron aquellos que eran para el vicepresidente.

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