Buscan consolidar la Alianza

De la Rúa y Alvarez cenaron junto a Colombo y Alessandro. Las candidaturas habrían sido tratadas sólo "tangencialmente". Ibarra y Alfonsín –quien se reunió con Machinea– calificaron la iniciativa como positiva.

25 enero, 2001

El presidente Fernando de la Rúa y el ex vice Carlos Chacho Alvarez parecieron inaugurar una nueva etapa política de la Alianza, en el marco de un encuentro celebrado en la más estricta reserva en la localidad bonaerense de San Isidro, junto al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y al frepasista Darío Alessandro.

De la Rúa y Alvarez repasaron la relación entre los partidos de la coalición y el gobierno, analizaron la marcha de la economía tras la llegada del blindaje financiero y abordaron temas vinculados a las cruciales elecciones de octubre.

Fuentes oficiales definieron el encuentro –el tercero que mantienen desde que Chacho renunció a la vicepresidencia el pasado 6 de octubre– como “amable, cordial e informal” y procuraron, infructuosamente, restarle trascendencia política.

Los voceros consultados no coincidieron a la hora de describir las características del encuentro.

Mientras algunos lo limitaron a una cena entre los cuatro políticos, otras fuentes aseguraron que De la Rúa y Alvarez se reservaron un espacio a solas para “limar algunas diferencias” políticas.

Llegaron incluso a sostener que, en ese ámbito, en soledad, Chacho habría ratificado su decisión de no encarar una candidatura a senador por la Capital Federal.

Esta mañana Colombo dijo que se trató de un encuentro que será “habitual, de trabajo” y que “se ha reafirmado que no hay problemas en la Alianza”.

Además, desmintió que desde la máxima dirigencia de la Alianza se esté pensando en un relanzamiento de la coalición con vistas a las elecciones legislativas de este año, y aclaró que “se habló de la creación de un grupo de trabajo que mejore los mecanismos de comunicaciones, de consulta y de discusión” entre el Gobierno y los partidos que integran la coalición.

En tanto, Alessandro afirmó que el encuentro se desarrolló en un clima “amable, franco, cordial”, pero que sólo se trató “tangencialmente” el tema de las candidaturas.

Esta mañana, también se mostraron satisfechos con el encuentro el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el ex presidente Raúl Alfonsín.

“Sin tener conocimiento del contenido (de la reunión) me parece bien, como dije la otra vez que se encontraron, que haya señales de diálogo político de la Alianza, después de la crisis que pasamos muy fuerte en términos políticos”, consignó Ibarra.

Alfonsín afirmó, además, que “esperemos que nos invite a nosotros también” y dijo que en las dos últimas reuniones que mantuvo con De la Rúa lo vio “seguro, firme, optimista”.

Además, Alfonsín subió la calificación a la gestión de Presidente de 7 puntos en los primeros meses, a “entre 8 y 9” y, no contento con ello, afirmó: “distinguido”.

El encuentro se realizó en la casa que Colombo posee en San Isidro. Inicialmente algunos voceros del gobierno afirmaban que la reunión se concretaba en una casa quinta del Tigre alquilada por el jefe del Gabinete.

En esa ocasión, la primer sorpresa la dio Alvarez, al levantar la copa y pedir un brindis por los alentadores indicadores económicos conseguidos a partir del blindaje financiero al que accedió el país.

También se reunieron ayer, con el objetivo de controlar los decibeles de las diferencias internas en la coalición gobernante, Alfonsín y el ministro de Economía, José Luis Machinea.

El jefe de la UCR recibió en su casa al titular de Economía, quien intentó bajar el perfil a la polémica por una eventual reducción de salarios como modo de atraer inversores.

Esas expresiones habían originado un profundo malestar en las filas frepasistas, al punto que Alvarez salió a decir que “no podemos salir a vender salarios chinos”.

Además de Alfonsín y Machinea, en el encuentro estuvo presente el secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, quien fue designado por De la Rúa para ejercer como nexo entre la UCR y el Gobierno.

Tras la reunión, Alfonsín expresó esta mañana su respaldo “absoluto” a la gestión Machinea, al señalar que tuvo “éxitos ruidosos”, y atribuyó las versiones sobre la renuncia de ese funcionario que circularon en noviembre pasado a “algunos señores del establishment que intentaron dar un golpe de estado en la Alianza para convertirla en una alianza de derecha”.

El presidente Fernando de la Rúa y el ex vice Carlos Chacho Alvarez parecieron inaugurar una nueva etapa política de la Alianza, en el marco de un encuentro celebrado en la más estricta reserva en la localidad bonaerense de San Isidro, junto al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, y al frepasista Darío Alessandro.

De la Rúa y Alvarez repasaron la relación entre los partidos de la coalición y el gobierno, analizaron la marcha de la economía tras la llegada del blindaje financiero y abordaron temas vinculados a las cruciales elecciones de octubre.

Fuentes oficiales definieron el encuentro –el tercero que mantienen desde que Chacho renunció a la vicepresidencia el pasado 6 de octubre– como “amable, cordial e informal” y procuraron, infructuosamente, restarle trascendencia política.

Los voceros consultados no coincidieron a la hora de describir las características del encuentro.

Mientras algunos lo limitaron a una cena entre los cuatro políticos, otras fuentes aseguraron que De la Rúa y Alvarez se reservaron un espacio a solas para “limar algunas diferencias” políticas.

Llegaron incluso a sostener que, en ese ámbito, en soledad, Chacho habría ratificado su decisión de no encarar una candidatura a senador por la Capital Federal.

Esta mañana Colombo dijo que se trató de un encuentro que será “habitual, de trabajo” y que “se ha reafirmado que no hay problemas en la Alianza”.

Además, desmintió que desde la máxima dirigencia de la Alianza se esté pensando en un relanzamiento de la coalición con vistas a las elecciones legislativas de este año, y aclaró que “se habló de la creación de un grupo de trabajo que mejore los mecanismos de comunicaciones, de consulta y de discusión” entre el Gobierno y los partidos que integran la coalición.

En tanto, Alessandro afirmó que el encuentro se desarrolló en un clima “amable, franco, cordial”, pero que sólo se trató “tangencialmente” el tema de las candidaturas.

Esta mañana, también se mostraron satisfechos con el encuentro el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el ex presidente Raúl Alfonsín.

“Sin tener conocimiento del contenido (de la reunión) me parece bien, como dije la otra vez que se encontraron, que haya señales de diálogo político de la Alianza, después de la crisis que pasamos muy fuerte en términos políticos”, consignó Ibarra.

Alfonsín afirmó, además, que “esperemos que nos invite a nosotros también” y dijo que en las dos últimas reuniones que mantuvo con De la Rúa lo vio “seguro, firme, optimista”.

Además, Alfonsín subió la calificación a la gestión de Presidente de 7 puntos en los primeros meses, a “entre 8 y 9” y, no contento con ello, afirmó: “distinguido”.

El encuentro se realizó en la casa que Colombo posee en San Isidro. Inicialmente algunos voceros del gobierno afirmaban que la reunión se concretaba en una casa quinta del Tigre alquilada por el jefe del Gabinete.

En esa ocasión, la primer sorpresa la dio Alvarez, al levantar la copa y pedir un brindis por los alentadores indicadores económicos conseguidos a partir del blindaje financiero al que accedió el país.

También se reunieron ayer, con el objetivo de controlar los decibeles de las diferencias internas en la coalición gobernante, Alfonsín y el ministro de Economía, José Luis Machinea.

El jefe de la UCR recibió en su casa al titular de Economía, quien intentó bajar el perfil a la polémica por una eventual reducción de salarios como modo de atraer inversores.

Esas expresiones habían originado un profundo malestar en las filas frepasistas, al punto que Alvarez salió a decir que “no podemos salir a vender salarios chinos”.

Además de Alfonsín y Machinea, en el encuentro estuvo presente el secretario general de la Presidencia, Horacio Jaunarena, quien fue designado por De la Rúa para ejercer como nexo entre la UCR y el Gobierno.

Tras la reunión, Alfonsín expresó esta mañana su respaldo “absoluto” a la gestión Machinea, al señalar que tuvo “éxitos ruidosos”, y atribuyó las versiones sobre la renuncia de ese funcionario que circularon en noviembre pasado a “algunos señores del establishment que intentaron dar un golpe de estado en la Alianza para convertirla en una alianza de derecha”.

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