Buenos Aires espera que el FMI acepte un déficit mayor

El Fondo exigió hasta el momento una reducción del 60 por
ciento de los déficits provinciales con relación a los niveles de
desequilibrio alcanzados el año pasado.

A comienzos de año la administración nacional y los
gobernadores suscribieron un acuerdo por el que las provincias se
comprometían a tener este año un déficit fiscal que no supere el
40 por ciento del alcanzado en el ejercicio del 2001.

Para Buenos Aires, que el año pasado registró un desequilibrio
de 2.900 Millones de pesos, ese compromiso significa no superar
ahora los 1.100 Millones de desfasaje.

El FMI, en rigor, pretendía que los déficits provinciales
bajaran un 80 por ciento con relación al 2001 pero al final aceptó
una reducción del 60 por ciento e incluyó entre sus exigencias,
las que dejó Anoop Singh cuando se fue la última misión que estuvo
en la Argentina.

Un nuevo capítulo de esta historia se escribió hace 20 días,
cuando el presidente Eduardo Duhalde y los gobernadores
suscribieron un documento en el que se comprometieron a cumplir
con 14 puntos, entre ellos el de firmar los acuerdos bilaterales
sobre los déficits provinciales que reclama el FMI.

Es en ese contexto que el Gobierno justicialista de Felipe Solá
tomó la decisión, “en principio”, de no suscribir un acuerdo en el
que se comprometa otra vez a reducir el déficit en un 60 por
ciento y limitarlo a 1.100 Millones de pesos, “si no cambian las
condiciones de ingresos” para la Provincia.

Fuentes gubernamentales indicaron que cuando la administración
provincial se comprometió a realizar aquella rebaja, las
previsiones del nivel actividad económica del país y de los
ingresos por recaudación de impuestos eran mucho más optimistas
que lo que está marcando la realidad.

El Ejecutivo bonaerense considera, en fin, que no se podrá
alcanzar el nivel de ingresos esperado y no está dispuesta a bajar
el gasto más de lo que ya previó (1.200 Millones), de modo que el
objetivo de reducir el déficit hasta 1.100 Millones de pesos “se
tornó una meta incumplible”.

Para la administración de Solá, con todo, esta decisión de no
firmar el acuerdo tal como está planteado “no significa llevar al
país de frente, y por una vía ya inexorable, a estrellarse contra
la pared de una falta de acuerdo con el Fondo Monetario”.

Es que, según aseguran voceros calificados de la Gobernación,
“hay señales” de que el FMI flexibilizaría la meta fiscal que
hasta ahora ha venido exigiendo a las provincias.

El otro elemento a tener en cuenta, es que esta postura –que
hasta ahora el gobierno provincial no se ha visto en la necesidad
de hacer pública– está siendo sostenida “en principio” o “por
ahora”, como se encargaron de subrayar las fuentes consultadas.

Según se admite en la Gobernación, Solá podría modificar esta
posición y avenirse a suscribir el acuerdo tal como está
planteado, “si las condiciones políticas del país” así lo exigen.

Una de esas condiciones sería, por caso, que todas las
provincias hayan firmado sus respectivos acuerdos bilaterales
menos Buenos Aires y, por lo tanto, la presión sobre ésta se torne
insostenible en términos políticos.

Por lo demás, sobre los acuerdos hasta ahora firmados –lo
suscribió menos de una decena de provincias, entre ellas sólo una
de las “grandes”, Córdoba– vale hacer una consideración que
aparece como sustancial.

Aunque se vienen anunciando esas firmas como los “acuerdos
bilaterales” que reclama el FMI y que se comprometieron a sellar
los gobernadores, en rigor lo que se firmó hasta ahora son “actas
de intención” que no contienen lo que el Fondo está reclamando.

Las provincias firmaron “cartas de intención” en las que
reafirman el anterior compromiso asumido con el gobierno nacional
(reducción del 60 por ciento del déficit este año y equilibrio
fiscal en el 2003) y se dan un plazo, que no se especifica, para
avanzar en los “verdaderos” acuerdos bilaterales que deberán
contener, entre otros detalles, metas trimestrales de la baja del
déficit.

Fuente: Noticias Argentinas

El Fondo exigió hasta el momento una reducción del 60 por
ciento de los déficits provinciales con relación a los niveles de
desequilibrio alcanzados el año pasado.

A comienzos de año la administración nacional y los
gobernadores suscribieron un acuerdo por el que las provincias se
comprometían a tener este año un déficit fiscal que no supere el
40 por ciento del alcanzado en el ejercicio del 2001.

Para Buenos Aires, que el año pasado registró un desequilibrio
de 2.900 Millones de pesos, ese compromiso significa no superar
ahora los 1.100 Millones de desfasaje.

El FMI, en rigor, pretendía que los déficits provinciales
bajaran un 80 por ciento con relación al 2001 pero al final aceptó
una reducción del 60 por ciento e incluyó entre sus exigencias,
las que dejó Anoop Singh cuando se fue la última misión que estuvo
en la Argentina.

Un nuevo capítulo de esta historia se escribió hace 20 días,
cuando el presidente Eduardo Duhalde y los gobernadores
suscribieron un documento en el que se comprometieron a cumplir
con 14 puntos, entre ellos el de firmar los acuerdos bilaterales
sobre los déficits provinciales que reclama el FMI.

Es en ese contexto que el Gobierno justicialista de Felipe Solá
tomó la decisión, “en principio”, de no suscribir un acuerdo en el
que se comprometa otra vez a reducir el déficit en un 60 por
ciento y limitarlo a 1.100 Millones de pesos, “si no cambian las
condiciones de ingresos” para la Provincia.

Fuentes gubernamentales indicaron que cuando la administración
provincial se comprometió a realizar aquella rebaja, las
previsiones del nivel actividad económica del país y de los
ingresos por recaudación de impuestos eran mucho más optimistas
que lo que está marcando la realidad.

El Ejecutivo bonaerense considera, en fin, que no se podrá
alcanzar el nivel de ingresos esperado y no está dispuesta a bajar
el gasto más de lo que ya previó (1.200 Millones), de modo que el
objetivo de reducir el déficit hasta 1.100 Millones de pesos “se
tornó una meta incumplible”.

Para la administración de Solá, con todo, esta decisión de no
firmar el acuerdo tal como está planteado “no significa llevar al
país de frente, y por una vía ya inexorable, a estrellarse contra
la pared de una falta de acuerdo con el Fondo Monetario”.

Es que, según aseguran voceros calificados de la Gobernación,
“hay señales” de que el FMI flexibilizaría la meta fiscal que
hasta ahora ha venido exigiendo a las provincias.

El otro elemento a tener en cuenta, es que esta postura –que
hasta ahora el gobierno provincial no se ha visto en la necesidad
de hacer pública– está siendo sostenida “en principio” o “por
ahora”, como se encargaron de subrayar las fuentes consultadas.

Según se admite en la Gobernación, Solá podría modificar esta
posición y avenirse a suscribir el acuerdo tal como está
planteado, “si las condiciones políticas del país” así lo exigen.

Una de esas condiciones sería, por caso, que todas las
provincias hayan firmado sus respectivos acuerdos bilaterales
menos Buenos Aires y, por lo tanto, la presión sobre ésta se torne
insostenible en términos políticos.

Por lo demás, sobre los acuerdos hasta ahora firmados –lo
suscribió menos de una decena de provincias, entre ellas sólo una
de las “grandes”, Córdoba– vale hacer una consideración que
aparece como sustancial.

Aunque se vienen anunciando esas firmas como los “acuerdos
bilaterales” que reclama el FMI y que se comprometieron a sellar
los gobernadores, en rigor lo que se firmó hasta ahora son “actas
de intención” que no contienen lo que el Fondo está reclamando.

Las provincias firmaron “cartas de intención” en las que
reafirman el anterior compromiso asumido con el gobierno nacional
(reducción del 60 por ciento del déficit este año y equilibrio
fiscal en el 2003) y se dan un plazo, que no se especifica, para
avanzar en los “verdaderos” acuerdos bilaterales que deberán
contener, entre otros detalles, metas trimestrales de la baja del
déficit.

Fuente: Noticias Argentinas