Brasil y Argentina reclaman juntos ante el Fondo Monetario

Argentina y Brasil han resuelto pedir que el FMI no obstruya inversiones infraestructurales, usando como pretextos negociaciones financieras. Entretanto, el presidente del BID se admite “gratamente sorprendido por estadísticas argentinas”.

14 marzo, 2004

Ministerios de ambos estados han estado varios meses preparando un documento técnico, que analizarán –la semana entrante, en Río de Janeiro- los presidentes Luiz Inácio da Silva y Néstor Kirchner. El trabajo deriva del “consenso de Buenos Aires” (2003) y será base de futuras negociaciones conjuntas ante el Fondo y otras instancias.

Por supuesto, medios y voceros locales allegados a los acreedores se han apresurado a “aclarar” que Brasil sigue no interesado en coordinar con su vecino el tema deuda externa. Pero el documento en gestación no es taxativo al respecto.

Así, Roberto Lavagna recordó, el sábado, que Lula mismo viene señalando “la necesidad de que el FMI reclasifique como inversiones y no como gastos las partidas asignadas a infraestructura, acción social y situaciones de emergencia”. Por casualidad, igual postura acaban de adoptar –respecto del Banco Central Europeo- España, Italia, Francia y otros países por las erogaciones que exigirán las tareas de reconstrucción, atención médica y apoyo social derivadas de los ataques terroristas en Madrid.

Volviendo a Enrique Iglesias, el titular del Banco Interamericano de Desarrollo sugirió mayor flexibilidad ante Argentina, apartándose de la dureza manifestada por José María Aznar, un senador norteamericano, “The Economist” –no así el “Financial Times”, que coincide con Iglesias-, analistas chilenos y rioplatenses.

Ministerios de ambos estados han estado varios meses preparando un documento técnico, que analizarán –la semana entrante, en Río de Janeiro- los presidentes Luiz Inácio da Silva y Néstor Kirchner. El trabajo deriva del “consenso de Buenos Aires” (2003) y será base de futuras negociaciones conjuntas ante el Fondo y otras instancias.

Por supuesto, medios y voceros locales allegados a los acreedores se han apresurado a “aclarar” que Brasil sigue no interesado en coordinar con su vecino el tema deuda externa. Pero el documento en gestación no es taxativo al respecto.

Así, Roberto Lavagna recordó, el sábado, que Lula mismo viene señalando “la necesidad de que el FMI reclasifique como inversiones y no como gastos las partidas asignadas a infraestructura, acción social y situaciones de emergencia”. Por casualidad, igual postura acaban de adoptar –respecto del Banco Central Europeo- España, Italia, Francia y otros países por las erogaciones que exigirán las tareas de reconstrucción, atención médica y apoyo social derivadas de los ataques terroristas en Madrid.

Volviendo a Enrique Iglesias, el titular del Banco Interamericano de Desarrollo sugirió mayor flexibilidad ante Argentina, apartándose de la dureza manifestada por José María Aznar, un senador norteamericano, “The Economist” –no así el “Financial Times”, que coincide con Iglesias-, analistas chilenos y rioplatenses.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades