<p>La carta de catorce carillas fue remitida a la cámara baja por los diputados Henry Waxman y Barthold Stupak. Respectivamente, presidente del comité de energía y combustibles y del subcomité de contralor e investigaciones. La misiva aparece dos días antes de que Anthony Hayward (director ejecutivo de BP) declare ante aquella comisión.<br />
<br />
Pero, este martes, Barack Obama abordará el asunto en un mensaje al país, luego de reunirse con Hayward y Karl-Henrik Svanberg, presidente del directorio en la misma empresa. Ambos afrontaban un planteo muy duro: establecer un fondo de US$ 20.000 millones para taponar pérdidas que, en julio, podrían superar los 50.000 barriles diarios. <br />
<br />
Al principio del programa de exploración, los costos diarios se estimaban entre uno y dos millones, por lo cual los técnicos adoptaron medidas para concluir el proyecto lo antes posible. Por ejemplo, explica la denuncia, “se emplearon sólo seis dispositivos para centrar el tubo perforador, en lugar de los veintiuno recomendados por las normas internacionales”.<br />
<br />
Un caño descentrado, señalan los legisladores, “aumentaba el riesgo de fisuras en el cemento. Los ingenieros, asimismo, omitieron procedimientos de nueve a doce horas que habrían probado la resistencia de la mezcla. No obstante, el equipo de abordo contaba con gente capaz de desempeñar esa tarea”.<br />
<br />
Cerca de la costa, BP “tampoco se esforzó en disminuir las filtraciones de la tubería”. Al respecto, el New York Times revela que los trabajos fueron trabados por falta de organización, además de falta de claros límites jurisdiccionales entre instancias federal, estadual y municipal. <br />
<br />
Según algunos expertos, esto refleja déficit de supervisión sobre las compañías y planes de contingencia que no especifican pautas y plazos estrictos para reaccionar a derrames. El proyecto que Obama prepara para el Congreso contempla reformas en la materia.</p>
<p><br />
</p>
BP exageró en cortar costos y llevó al derrame en el golfo
Dos legisladores demócratas difundieron una grave acusación contra British Petroleum. Le endilgan una serie de decisiones que sacrificaron seguridad por ahorrar tiempo y dinero. Esto condujo al desastre de la Deepwater horizon, el 20 de abril.