Berlusconi y Bossu exigen la cabeza de Fini, su ex aliado
Reclaman al jefe de estado, Giorgio Napolitano, que obligue a Gianfranco Fini a dimitir como presidente de la cámara baja. Acosado por procesos y encuestas desfavorables, il cavaliere se lanza contra el adalid de la ex neofascista Alianza nazionale.
8 septiembre, 2010
<p>En lo papeles, recién el 29 de agosto se divorció el componente hoy moderado de la derecha populista. Fini deja en el aire una coalición de nombre poco serio, partito del popolo per le libertà (PdpL), ahora dominado no por Berlusconi sino por Umberto Bossi y su Liga norte, que postula el separatismo de la Padania (Piamonte, Lombardía, posiblemente Véneto y Trentino-Alto Adigio.<br />
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Ante las presiones del premier, su partido y Bossi, Napolitano –un centroizquierdista- opta por tomar distancia. Aunque ya respaldó dos veces a Fini, un europeísta opuesto al separatista Bossi, ahora se aparta de un debate que, de todos modos, viene mirando desde arriba.<br />
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El principal argumento de ambos socios no demuestra mucha sagacidad: es necesario desbancar a Fini porque planea formar otro partido y llevarse un nutrido grupo de parlamentarios. Pero ocurre que el “secesionista” diputado nunca disolvió AN.<br />
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Existe un impedimento mucho mayor. Según el segundo de Fini, Italo Bocchino. “La constitución –puntualiza- le impide al jefe de estado destituir a los presidentes del senado y diputados. Puede, sí, disolver ambas cámaras o plantear el cambio de primer ministro, opción que desvela más a Berlusconi que a Bossi, un batidore libero de la política. <br />
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A esta altura de la crisis, por cierto, Bossi cree que lo mejor sería convocar a elecciones generales “para salir del pantano”. El lingüista y su combativo hijo Renzo tienen mucho menos que perder que Berlusconi si los eventuales comicios salen mal. Por supuesto, su adversario real será la AN, no un centroizquierda desunido, sin dirigentes ni programa creíbles. <br />
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