Berlusconi, Mediaset, pacto secreto y fondos negros

David Mackenzie Mills, abogado británico, reveló a los fiscales de Milán cómo se crearon “cajas fuertes” para ocultar fondos negros. Concretamente, relacionados con Mediaset, el oligopolio controlado por Silvio Berlusconi, primer ministro.

23 febrero, 2005

Se trata de unos € 280 millones, que figuran en “un documento subscripto por el tesorero de Berlusconi, en la residencia lombarda del jefe de gobierno. “El objeto de la sociedad luego constituida –explica el letrado en una confesión espontánea- era transferir secretamente a los hijos parte de las utilidades de Mediaset, sin pagar impuestos”.

Las actuaciones judiciales sobre el grupo datan de junio de 2001. Fueron abiertas al saberse que se habían transferido de Suiza a Italia “dos cuentas cuyos titulares eran sociedades extraterritoriales radicadas en las Islas Vírgenes británicas”. A su vez, ambas firmas “off shore” negociaban derechos sobre contenidos cinematográficos y televisuales de Mediaset en Estados Unidos.

Berlusconi fue indagado al respecto en 2003, pues las inmunidades presurosamente tramitadas por un parlamento complaciente no alcanzaban a causas anteriores a su elección como primer ministro de la coalición derechista. El magnate fue luego acusado formalmente de apropiación indebida de fondos y fraude fiscal, ambos con agravantes. Los balances falsificados llegaban hasta 1999. En este sentido, Berlusconi fue precursor de la serie iniciada por Enron en Estados Unidos.

Sin fueros “post facto”, cayó en la volteada Fedele Confalonieri, presidente títere del grupo. En cuanto a la transferencia ilegal de dinero, Berlusconi mismo parece haber engañado a los propios socios sobre su verdadera situación patrimonial. Lo hizo, señala la fiscalía, “enmascarando la formación de fondos inversores fantasmas, vía los cuales substrajo de Mediaset unos € 280 millones.

El fisco, pues, perdió recaudación impositiva por € 124 millones, suma evadida entre 1996 y 1999. Días atrás, se cerraron las indagaciones en catorce causas. Ahora, la defensa tiene veinte días hábiles (hasta el 18 de marzo) para pedir examen de pruebas. A partir del lunes 21 de ese mes, los fiscales podrán enviar los expedientes a juicio. En extraña coincidencia, días atrás se supo que el propio Berlusconi había hecho declarar “secretas y vedadas a la prensa” sus seis residencias en territorio italiano. En ellas, las dos donde se ocupa de sus negocios privados.

Se trata de unos € 280 millones, que figuran en “un documento subscripto por el tesorero de Berlusconi, en la residencia lombarda del jefe de gobierno. “El objeto de la sociedad luego constituida –explica el letrado en una confesión espontánea- era transferir secretamente a los hijos parte de las utilidades de Mediaset, sin pagar impuestos”.

Las actuaciones judiciales sobre el grupo datan de junio de 2001. Fueron abiertas al saberse que se habían transferido de Suiza a Italia “dos cuentas cuyos titulares eran sociedades extraterritoriales radicadas en las Islas Vírgenes británicas”. A su vez, ambas firmas “off shore” negociaban derechos sobre contenidos cinematográficos y televisuales de Mediaset en Estados Unidos.

Berlusconi fue indagado al respecto en 2003, pues las inmunidades presurosamente tramitadas por un parlamento complaciente no alcanzaban a causas anteriores a su elección como primer ministro de la coalición derechista. El magnate fue luego acusado formalmente de apropiación indebida de fondos y fraude fiscal, ambos con agravantes. Los balances falsificados llegaban hasta 1999. En este sentido, Berlusconi fue precursor de la serie iniciada por Enron en Estados Unidos.

Sin fueros “post facto”, cayó en la volteada Fedele Confalonieri, presidente títere del grupo. En cuanto a la transferencia ilegal de dinero, Berlusconi mismo parece haber engañado a los propios socios sobre su verdadera situación patrimonial. Lo hizo, señala la fiscalía, “enmascarando la formación de fondos inversores fantasmas, vía los cuales substrajo de Mediaset unos € 280 millones.

El fisco, pues, perdió recaudación impositiva por € 124 millones, suma evadida entre 1996 y 1999. Días atrás, se cerraron las indagaciones en catorce causas. Ahora, la defensa tiene veinte días hábiles (hasta el 18 de marzo) para pedir examen de pruebas. A partir del lunes 21 de ese mes, los fiscales podrán enviar los expedientes a juicio. En extraña coincidencia, días atrás se supo que el propio Berlusconi había hecho declarar “secretas y vedadas a la prensa” sus seis residencias en territorio italiano. En ellas, las dos donde se ocupa de sus negocios privados.

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