<p>El mismo parlamento alemán debe todavía ratificar esa norma. Una demora podría desestabilizar a los mercados financieros y producir serios contratiempos a otros gobiernos europeos. Por caso, Irlanda, que el próximo31 de mayo debe votar en un referéndum sobre el pacto fiscal.<br />
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Si retorna la discusión en torno al contenido del acuerdo, habrá que ver si se hace el referéndum. En Dublin, la oposición celebró alborozada los resultados de la primera vuelta en las presidenciales francesas y la renuncia del gobierno holandés.<br />
La posición predominante parece ser: no habrá referéndum hasta que quede claro que no habrá ulterior renegociación del acuerdo.<br />
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El partido social demócrata alemán, por su parte, adelantó que estaría de acuerdo con una nueva actitud de Hollande presidente. Sostiene, igual que el político francés, que es tiempo de hablar de crecimiento y generación de empleo.<br />
Las encuestas en Irlanda arrojan leve mayoría para los que respaldan el tratado fiscal en su actual versión, pero 39% de los votantes dice que no sabe aún cómo lo hará.</p>
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Berlín teme: si Sarkozy pierde, todo se complica
El peor escenario para la estrategia alemana en la eurozona, es que el próximo mes gane Francois Hollande, el candidato socialista, la presidencia de Francia. El proceso de ratificación del nuevo pacto fiscal de la región podría ser cuestionado por el nuevo mandatario que demandaría mayor crecimiento económico.